La administración electrónica ha muerto. Descanse en paz

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Hace unos días me llegó la desoladora noticia de que la Administración electrónica había fallecido. La triste noticia la anunciaba el 21 de Julio de 2013 Alberto Ortíz de Zárate Tercero en el blog que edita “administración en red”. Según cuenta: “Lo cierto es que la Administración electrónica -eGovernment-, como etiqueta, está prácticamente muerta. Hemos gastado muchos, muchos millones de euros en ponerla en marcha, y sus resultados son -con honrosas excepciones- desoladores. El Gobierno abierto es ahora una promesa más creíble. Puede rescatar los restos del naufragio y hacer las cosas mejor esta vez. Puede. Si todos ayudamos.” La verdad es que parece ser que el estado de salud de la “administración electrónica” era bastante delicado. Antes, Iñaki Ortiz Sánchez había pedido que la Administración electrónica no pasara de moda. El 25 de Marzo de 2013 en el blog que co-edita con Alberto, Iñaki señaba que: “Pronto cumplirá seis años la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos. Aunque todavía está lejos de alcanzarse el pleno desarrollo de la Administración electrónica en los diferentes niveles administrativos del Estado, la Ley 11/2007 ha servido para dinamizar el avance en ese proceso, al menos durante un cierto tiempo. Sin embargo, tengo la sensación de que, so pretexto de las restricciones presupuestarias, ese impulso está perdiendo fuelle.”

Y cierto era y es que la administración electrónica venía perdiendo fuelle, dinero y hasta aceite. Igual un motivo era que «el 75% de los proyectos de implantación de la administración electrónica acaban como el rosario de la aurora.» Tremendo dato que dio Manuel Caño Gómez (según el informe CHAOS, que realiza el Standish Group) en uno de los seminarios web que impartió en la comunidad de prácticas de la contratación pública sobre cómo implantar la contratación pública electrónica, intentando garantizar el retorno de la inversión y de los esfuerzos realizados. Una pena que haya muerto, porque se habían hecho muchos esfuerzos por salvar a la “administración electrónica”.

Se había reguló jurídicamente el asunto: la Ley 59/2003, de 19 de Diciembre, de firma electrónica, dio cobertura legal al elemento fundamental que habilita la administración electrónica, la firma digital; la Ley 7/2007, de 12 de Abril del Estatuto Básico del Empleado Público introdujo reformas en la regulación del personal de las Administración públicas con la finalidad de que este recurso, “el más importante de todos los recursos de una organización”, se adecuara a los nuevos aires que traía la modernización administrativa; la Ley 11/2007, de 22 de junio de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos que reconoció el derecho de los ciudadanos a relacionarse con la administración pública y puso una fecha al ejercicio de dicho derechos, el 1 de Enero de 2010; la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público, sirvió como banco de pruebas e indicador de cómo iba a desarrollarse todo este proceso de cambio, ya que mucho de lo previsto en la Ley 11/2007 con carácter general para el 1 de enero de 2010 ya estaba en vigor en el ámbito de la contratación desde el 1 de Mayo de 2008). Además, se destinaron un montón de millones de euros (“Plan Info XXI”, Plan eEurope 2000, Plan eEurope 2002, Plan eEurope 2005, «Ciudades Digitales»; «Ciudades Singulares»; «Ayuntamientos Digitales»; “Plan de Acción sobre la Administración Electrónica i2010”; … y hasta el “2º plan “E” indirectamente también destinó dinero para financiar actuaciones que tuvieran como objetivo dar cumplimiento al mandato de la Ley 11/2007, de 22 de junio).

Y se hicieron muchos esfuerzos de todo tipo para informar, formar, comunicar y difundir el asunto (el Ministerio de Economía y Hacienda publicó el libro electrónico «La Administración Electrónica y el servicio a los ciudadanos»; en la comunidad autónoma de Castilla y León se creó el Observatorio Regional de la Sociedad de la Información (ORSI) y la Red de Municipios Digitales. Ésta última publicó manuales sobre el asunto, como la “Guía de adaptación de las EELL a la Ley 11/2007, de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos” o “La identidad digital.

Una visión práctica desde la normativa y su aplicación a los elementos de la administración electrónica”; la Federación Española de Municipios también hizo un esfuerzo y, entre otras actuaciones, publicó la “Guía práctica sobre la Ley 11/2007, de 22 de Junio” que fue actualizada cuando se desarrolló la Ley 11/2007 con el título “Incidencia del desarrollo reglamentario en la adaptación de las Administraciones Locales a la Ley.”; El Centro Nacional de Referencia de Aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) basadas en fuentes abiertas (CENATIC) ha realizado un potente estudio sobre la Ley 11/2007, tanto desde el punto de vista jurídico como desde el tecnológico; Alberto López Tallón cuando elaboró y publicó en su blog (www.microlopez.org), el “Manual práctico de supervivencia en la Administración Electrónica”, manual del que ya se dispone de una “2ª edición”); yo mismo edité la “Guía 2.0 de la Ley 11/2007, de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos”, con más de 25 presentaciones en power-point sobre los aspectos más relevantes de la administración electrónica, integradas en un documento googledocs público en la web.

Hasta se facilitó gratuitamente software, como la plataforma de contratación del Estado en el ámbito de la contratación pública, o las soluciones tecnológicas creadas, diseñadas y distribuidas gratuitamente en el ámbito local a través del Plan Avanza (Localweb (para generar y gestionar sedes electrónicas); SIGEM (el motor de la administración electrónica); Padrón (para la gestión de habitantes); Catastro y Localgis (Sistema de Información Territorial).

Después de todo esto, después de tantos años, esfuerzos y euros, la administración electrónica ha muerto. Aunque sólo llegue a conocerla de oídas, me da mucha pena. En fin, descanse en paz.

5 Comentarios

  1. ¿en que tanatorio está?… Guillermo con el esfuerzo que tú y tus compañeros le habéis dedicado al tema, espero que sean capaces de resucitar al muerto. Pero tienen que oír a las empresas, a los empresarios de a pie, me quejo de que el primer paso para todo eso que es la firma electrónica, sea un tema tabú. Que a las asesorías nos pidan hasta el ADN para realizar meras inscripciones, que se bloqueen las iniciativas y sobre todo que no se empiece por el principio ¿cuál de estos certificados electrónicos son válidos: el de la Cámara de Comercio, el de la FNMT, el del gobierno vasco, el de la generalitat….bueno depende para qué cada uno a lo suyo. Entonces una empresa que concursa en toda España cuál se tiene que sacar, respuesta TODOS.
    Creo que el avance en la industria al margen de por otras razones, vino dado porque un día a alguien se le ocurrió que había que normalizar normas UNE, para los tornillos, las tuercas, el paso de rosca y el diámetro, etc. desde que otro alguien más listo se lo volvió a saltar ya no somos capaces de arreglar ni siquiera una plancha de la ropa, no porque no sepamos conectar dos cables si no porque no tenemos destornillador de cabeza triangular, estrellada, o da igual porque cada día inventar por lo menos 3.
    Saludos y lamento la pérdida,

  2. Después de cuatro años de intensa labor y con más de mil Ayuntamientos implantados ya con la plataforma «espublico gestiona», yo creo que la Administración Electrónica está vivita y coleando. Y sigo con la sensación de que le estamos dando la vuelta a una administración cada vez con menos papeles y más interacción con el ciudadano 🙂

  3. Mucha razón tienes Mirabel, mucho de lo poco que se ha conseguido se ha hecho sin pensar en esa parte de la relación que son los licitadores. Por lo que sé, el modelo Vasco de contratación electrónico invirtió mucho más que en tecnología en informar y formar al sector empresarial y poner al día a esta parte de la relación electrónica de los cambios a introducir.

    En la mayor parte de los sitios que conozco, son iniciativas muy tecnológicas ajenas o lejanas a los usuarios directos e indirectos. El problema del certificado electrónico que comentas será un hecho.
    La metáfora del «destornillador de cabeza triangular» nos va al pelo en la contratación electrónica, porque se están creando y se van a crear unos archipiélagos-cotos electrónicos que es precisamente lo que la Unión Europea no quiere.

    Hola Raúl, yo espero como gestor público y como ciudadano normal y corriente que la administración electrónica sea mucho más y mucho mejor de lo que actualmente es. Entiendo tú opinión, pero el hecho es que el proceso de implantación de la administración electrónica está siendo muchísimo más lento de lo inicialmente previsto y, ahora, con la falta de recursos, espero que no se ralentice aún más. Ya sé que si no se implanta la administración electrónica no es porque no exista suficiente y buena tecnología para soportala.

    Muchas gracias por vuestros comentarios.

  4. Yo llevo más de 9 años en este sector como empresa proveedora de muchísimos ayuntamientos. Pero yo no aprovecharé para hacer publicidad de nuestros productos. De hecho, voy a tirar una o varias piedras sobre nuestro tejado, sin mencionar empresas por no ofender.
    – SIGEM se ha convertido en un producto sobre el que han caído las garras de empresas que convierten el software libre en software a instalar por empresas de «consultoría tecnológica». Algo que en mi opinión es extensible a todo el software libre implantado en AAPPs sin personal cualificado.
    Otros ejemplos: @firma y TS@: para conectar nuestras aplicaciones a TS@ tuvimos que esquivar todas las trabas que nos ponían desde el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas …. que daba la cara a través de otra empresa privada, que nos negaba el soporte efectivo. Algo extensible a varios servicios e iniciativas (Testra, Orve …), que son creadas y protegidas por grandes empresas que son luego las que realmente lideran y dirigen muchos esfuerzos de la Administración Central (como los años de fiasco de los XML de cuenta general y XBRL iniciales, BBDD subvenciones TESEONET).
    -Certificados: es increíble que la FNMT mantenga una política de precios tan abusiva para la validación de certificados Clase 2. Muy beneficioso para otras empresas certificadoras privadas. Curioso, por no decir más. Le regalan la moto al ciudadano, luego se la cobran a empresas o Ayuntamientos (a través del ‘Convenio FNMT’). Veremos el futuro proyecto STORK ….
    – Mientras dentro de cada concejal o diputado tengamos a un visionario de la e-Adm con capacidad de elegir el software de su departamento (motivando su elección en el mejor de los casos sin ningún agasajo), será imposible que esto avance hacia una integración completa. Algunas de estas personas, para contratar, las sirve ver que pueden ver el tablón de anuncios en su iPad.
    Es decir, la administración electrónica adolece de los mismos problemas de la administración en sí.
    El día que el Estado cree sus propias aplicaciones estandarizando el sector, dando verdaderas soluciones verticales para toda la administración, todo irá mejor. De hecho, irá.
    Y sobrará el dinero para otras muchas cosas necesarias. Las empresas ya nos buscaremos más sectores o software auxiliar. Pero temas tan gordos como recaudación o contabilidad… que sigamos así… con ayuntamientos que cambian de empresa informática y encuentran con la nueva aplicación millones de euros no cobrados, etc. Lamentable.
    Ejemplos de la posibilidad del Estado para hacer esto con calidad lo tenemos en la AEAT. Es triste que en otros organismos públicos estatales, tengamos a grandes empresas dirigiendo y organizando todos los esfuerzos por ellos. Y ejemplos de ayuntamientos que pagan 2 millones de euros por una aplicación de recaudación deberían hacernos reflexionar de hacia dónde estamos invirtiendo los recursos …
    Si no se hace esto, seguiremos viendo como las AAPP invierten millonadas de euros en sucesivos intentos de implantar algo realmente simple si se hace en bloque, y realmente imposible si trata de integrarse con infinitos y heterogéneos subsistemas y proveedores de Padrón, Contabilidad, Ingresos y Recaudación, Archivo, Nóminas, etc etc etc a los que luego se intenta conectar a través de ficheros, servicios Web XML, WCF, o lo que sea. Al final, pasan los años, y puedes comprar un pendrive en China, pero no puedes pagar telemáticamente el IBI en casi ningún sitio…. Porque, por favor:
    – La e-Adm es algo más que el registro y los expedientes on-line. Está claro, que a falta de pan …. pero es un objetivo ciertamente pobre pensar que en el 2013, con eso es suficiente.
    Ánimo, que lo que falta es gente como tú en la Administración.

  5. Hola David, leído tu comentario poco tengo que decir, porque entiendo que, desde tu lado de la mesa, estás sufriendo la administración electrónica.
    Yo también la sufro desde el mío y me desespera ver que no se hacen esfuerzos o los esfuerzos (y los euros que los acompañan) no retornan ventajas, recompensas…, se quedan en un simple gasto.
    A mi juicio, y como ya he manifestado, creo que el negocio tecnológico debería ser en una economía de mercado de las empresas y que éstas diseñaran esos productos. Eso sí, creo que tendría que haber un mínimo común denominador en todos esos productos, porque si no, entiendo que se está cimentando una auténtica torre de Babel electrónica que hará la inter-operabilidad imposible.
    Otro saludo y gracias por lo que me toca.

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