Oficina de objetos perdidos

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Un amigo regresaba recientemente de un viaje a Japón impresionado por el civismo nipón. Habiendo olvidado en un restaurante una cámara de fotos de valor importante, regresando al cabo de hora y media la recuperó sin problemas, con todo lujo de detalles sobre cómo había sido hallada. Para colmo un conocido suyo perdió una mochila en un parque público, en la que llevaba la cartera con documentación y dinero. Al poco tiempo la recuperaba de una oficina preparada al efecto, en la que le devolvieron sus pertenencias, con cartera y dinero incluidos, dejando constancia de hora y lugar del hallazgo, persona que lo realizó y datos personales de la misma.

No quise desalentar a mi amigo, pero aquí tenemos también un servicio municipal de objetos perdidos, con base legal en el artículo 65 del Código Civil que obliga a entregar los objetos encontrados al Alcalde del pueblo en que sean hallados. De ahí nacen las oficinas municipales de objetos perdidos, que suelen situarse en dependencias de la Policía Local.

Y realmente fue un servicio que funcionó magníficamente durante décadas y décadas. Hoy somos todos conscientes de que el tema ha variado hasta el punto que si una persona encuentra una cartera con una suma importante de dinero y la devuelve a su propietario, es noticia de portada en los periódicos y telediarios.

En ocasiones las personas que encuentran algo de valor justifican el no tratar de encontrar a su dueño con el argumento de “para que se lo quede un Policía (o el Alcalde), me lo quedo yo”, lo cual no puede ocurrir, pues el que encuentra el objeto debe exigir recibo de su entrega, ya que si a los dos años no aparece el dueño, el objeto pasará, LEGALMENTE, a su propiedad.

Desgraciadamente creo que hoy en día este importante servicio no funciona en España, pero es por haber perdido algo más valioso que cualquier objeto; hemos perdido los valores éticos que llevaban a devolver lo encontrado, el respeto a la propiedad ajena. Hoy en día las oficinas de objetos perdidos de los Ayuntamientos están llenas de cosas perdidas, que nadie irá a recoger por no saber que allí las tiene, pero sobre todo están llenas de telarañas…

4 Comentarios

  1. la regeneración ética habrá que impulsarla, porque teniendo en cuenta los valores que hoy imperan sobre todo entre los más jóvenes (lo cual es una pena) esta regeneración no se va a producir de manera automática. Creo que va a requerir esfuerzo y mucho tiempo.

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