Algo inquietante se mueve en Europa (I)

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Paises NordicosA pesar de que me encanta el clima del sur – me reconozco un apasionado de Andalucía y sus playas, especialmente Málaga por su ambiente, sus gentes, su gastronomía – debo confesar que siempre he admirado a los países nórdicos por ese halo que transmiten de civismo y de convivencia envidiables.
Es cierto que, como me decía un psiquiatra – que nadie se alarme de momento solamente me lo comentaba al margen de tratamiento alguno –, cuando me quejaba del comportamiento de la gente en España frente a situaciones tan simples como respetar la cola en el quiosco para comprar el periódico o en la caja del supermercado para abonar la compra en los países del sur no podemos exigir a nuestros conciudadanos se comporten al estilo germano, pero no puedo olvidar que, en uno de estos programas tan de moda, no sé si era españoles por el mundo, madrileños por el mundo o aragoneses por Euskadi , un compatriota con varios años de antigüedad en un país nórdico se quedaba seriamente perplejo ante la pregunta del periodista sobre si sus hijos preadolescentes que dedicaban algunas horas semanales al reparto domiciliario de prensa se encontraban de alta en la seguridad social y si cobraban en negro y respondía que en el país en el que se encontraba nadie se plantearía ni tan siquiera que un trabajador, por muy joven que fuera, no cotizara a la seguridad social o no declarase sus ingresos a hacienda.Pero en los últimos días nos hemos topado con dos noticias acaecidas en Islandia y Finlandia, respectivamente, que podríamos calificar de preocupantes, aunque, en mi opinión, en mayor grado en el caso finlandés, porque la cuestión islandesa tiene otras lecturas.

Me refiero, como ya se habrán supuesto, en primer lugar, al referéndum celebrado en Islandia por el que el 60 % de los votantes han rechazado el acuerdo alcanzado entre el gobierno islandés con los del Reino Unido y Holanda que suponía que el primero de ellos debía devolver a los segundos los 4.000 millones de euros que les costó garantizar los depósitos de sus ciudadanos en el banco islandés Icesave; y en segundo lugar, a las elecciones parlamentarias celebradas en Finlandia donde el partido “Verdaderos Finlandeses” ha obtenido, un 19% de los sufragios colocándose en la tercera posición del espectro político finlandés, cuestión que no supondría ninguna particularidad si no fuera porque la campaña de esta formación política ha sido antieuropea , contraria a la inmigración y oponiéndose al rescate de Portugal aprobado por la Unión Europea.

Desde la aparición de esas noticias hasta que he podido dedicar un tiempo a la elaboración de este artículo – no siempre se puede sacar el tiempo que uno desearía para reflexionar por escrito con más asiduidad sobre temas de interés profesional o general, por eso admiro tanto a los columnistas que deben escribir según una programación temporal preestablecida –

Tomás García Montes ha publicado en este mismo blog un artículo titulado “Cara de hielo armado” en el que, como ya nos tiene acostumbrados, hace un excelente análisis de la cuestión fruto de sus vastos conocimientos financieros y denuncia el incumplimiento unilateral de las reglas del juego por parte del pueblo islandés.
Es cierto que la decisión del pueblo islandés incumple la normativa del Espacio Económico Europeo al no respetar la obligación de los estados de garantizar, al menos, los 20.000 primeros euros de cada depositante y resultar discriminatoria con los acreedores no islandeses.
Pero me temo que, tal y como he apuntado al principio, esta decisión del pueblo islandés encierra otras lecturas entre las que se encuentra, no cabe ninguna duda, el egoísmo del ser humano tan proclive a no hacer frente a sus obligaciones, sobre todo si éstas se diluyen en la responsabilidad colectiva.
Pero no debe perderse de vista que en esta decisión de los islandeses subyace la sensación, cada día más extendida, que tiene la ciudadanía de ser la única que sufre las consecuencias de la actual crisis económica mientras que “otros” a penas la siente.
Se trata en definitiva de una rebelión alimentada por el enfado ciudadano ante una política que parece socializar las pérdidas y privatizar los beneficios.

El sondeo “el Pulso de España 2010”, del que se hacía eco el diario el País el pasado 27 de marzo, elaborado por la Fundación Ortega-Marañón, pone de manifiesto que «la ciudadanía tiene la impresión de que, realmente, nadie (ni Gobierno, ni oposición) tiene ideas claras sobre cómo poner remedio a la situación y que, estando así las cosas, son los mercados, y no los poderes públicos, quienes realmente mandan en el país».
Este es el gran conflicto latente en las sociedades occidentales – probablemente se esté localizando con mayor impacto en Europa – que no están sabiendo atajar los poderes públicos, no solo la sensación o la impresión, sino la constatación por parte de la población de que junto a medidas restrictivas en la financiación a particulares y pequeñas empresas, aumento del paro, recortes salariales y en los gastos sociales, etc… , surgen noticias como que el beneficio de las empresas del Ibex 35 crezca más del 20% y ganen unos 48.200 millones en 2010, un 26% más que el año anterior, de la que ya me hice eco hace tiempo, que los sueldos de algunos directivos de empresas financieras con gran capital hayan ascendido notablemente, concretamente los directivos de las empresas que cotizan en el Ibex-35 aumentaron su sueldo en un 19,14% durante el año 2010.

Y, como se suele decir, los males nunca vienen solos, según publica el diario “expansión.com” el 4 de mayo, «según el último Programa de Estabilidad que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha enviado a Bruselas, las tres administraciones tendrán que impulsar un ajuste extra en la remuneración de sus funcionarios y de su personal laboral para cumplir con las exigencias de la Comisión Europea.
[…] Y como España se ha comprometido en el mismo informe ante la UE a ahorrar 1,5 puntos del PIB entre 2011 y 2013 (esto es, cerca de 15.000 millones) a costa de los asalariados del sector público, la ecuación es sencilla: el Estado, los consistorios y las autonomías tendrán que ajustar en 4.000 millones el salario de los funcionarios mediante el mantenimiento de “un esquema de moderación salarial aplicado al conjunto de las Administraciones Públicas”».
Es cierto que si el mundo empresarial no se recupera y sale de la crisis no se generará empleo, pero también es cierto que es fundamental transmitir a la colectividad que la crisis no la están sufriendo unos más que otros, que los sacrificios que se nos están exigiendo sirven para que todos superemos estos difíciles momentos y no solamente para que unos pocos desconocidos aprovechen la coyuntura y obtengan pingues beneficios fruto de la especulación, porque, en caso contrario, esa rebelión ante decisiones económicas, seguramente necesarias pero quizás no tan perentorias, a la que me he referido será terreno abonado para políticas populistas como la del caso finlandés.
Continuará

8 Comentarios

  1. Me da la impresión de que la etiqueta «ultraderecha» se utiliza muy alegremente.
    A cualquier movimiento, grupo o partido que cuestiona el modelo inmigratorio se le pone de inmediato ese calificativo, pero quizás lo antidemocrático es desoir el sentir de la sociedad receptora, que en muchos casos está incómoda, cuando no preocupada, por las políticas en esa materia, que en muchos casos reflejan una grave irresponsabilidad.
    En concreto en materia de inmigración en España se ha seguido el mismo modelo ultraliberal que en el crédito y el sector inmobiliario, por tanto ante la existencia de tantas burbujas parece que estemos viendo el mismísimo anuncio de Freixenet.
    No creo que sea ultraderechista Nicola Sartori, ni Pablo Castellano, ni los encuestados del CIS, que encuesta tras encuesta colocan a la inmigración como asunto de principal preocupación, siendo durante bastantes meses la primera causa de preocupacíón de los españoles, hasta el atentado de la T4 y lógicamente hasta la llegada de la madre de todas las crisis, que ha colocado a los problemas del paro y de índole económica en primer lugar.

  2. Yo soy el 1º en cuestionar el modelo inmigratorio español y europeo, sin ser de ultraderecha.

    Si las fronteras nacionales son arbitrarias, no se pueden tomar como base para restringir derechos fundamentales de las personas , como la libre circulación (o el derecho a la vida, incluso), partiendo de meros accidentes y contingencias históricas.

    El sentir, la incomodidad, la preocupación y toda esa retahíla sentimentalista, no puede ocultar que es más democrático incluir a todos en la «Res Pública» que dejar fuera, por ejemplo a: mujeres, esclavos y extranjeros, en cuanto a reconocimiento de derechos y a participación en las decisiones colectivas. Si bien todos los integrados , deberían someterse a las leyes del sitio donde se integren, si lo hacen los que ya están allí; sin que se puedan imponer leyes personales, grupales o religiosas, al Estado definido como Democrático y de Derecho.

    ¿No resulta escandaloso que los capitales sí que se tengan en la práctica, el derecho a la libre circulación, pero no las personas?

    Quien sea racista y/o xenófobo o se comporte como tal, tendrá que soportar la etiqueta de ultraderechista, ya se llame Nicola o Pablo, ya sean dos o 50 billones. Aunque la mayoría de los españoles fueran racistas, no por ello el racismo sería razonable. Seguiría siendo un prejuicio aberrante que discrimina a las personas.

    No se trata de imponer la pureza y la bondad universales. Me repugna el buenismo totalitario, el baboseo «políticamente correcto» y el santurroneo «progre» que niega la realidad de la vida y de los seres, y que les impone la ficción de no ser lo que son, con independencia de lo que pueda pasar por tan ridícula pretensión. Para mí las personas son unos animales sujetos a instintos, por muy retorcidos y camuflados que se nos presenten. Simplemente sucede que algunos ciudadanos no podemos evitar la responsabilidad de decir las verdades al resto. Y no es que no tengamos instintos como los demás, sino que intentamos su natural satisfacción, sin permitir su transformación en perversiones sociales y políticas como el fascismo.

    • Sí hombre sí, la tierra es del viento y todos tenemos derecho a todo, aquí y ahora.
      Ese modelo es el que le gusta a Don Emilio y al resto de los de la Banda el Moco, pues las cajas que hacen al final de cada ejercicio son de aupa.
      Cuando una sociedad dada empieza a cuestionar el modelo de crecimiento, el modelo de consumo y deja de tener tropecientos hijos debemos importar millones de braceros, que mañana serán sumisos consumidores y seguirán al pie de la letra las consiguientes consignas.
      No obstante como parece ser que vd. dispuesto a compartir generosamente con todo el que decida venir a España su famélico mercado laboral, a financiar el tambaleante modelo de protección social derivado de la pésima gestión del actual fabricante de buñuelos de viento que habita La Moncloa, a admitir que las condiciones laborales de los afortunados que mantienen su empleo se vean en franco retroceso por la sencilla ley de la oferta y la demanda, no puedo por menos que expresarle mi admiración por su grandeza y su solidaridad, agradeciendo de paso que me haya ilustrado en el catálogo de valores de las izquierdas y las derechas, pues ahora ya sé que el racismo y la xenofobía son otra exclusiva de la ultraderecha.
      Pero si alguna virtud me adorna es la sinceridad y sinceramente le digo que a mi juicio en España, en este momento, están de más más de 2 millones de inmigrantes y que un Estado responsable tomaría las medidas necesarias para que ese exceso de mano de obra retornase más pronto que tarde a sus paises de origen, como en su momento lo han hecho otros estados a los que nadie ha tachado de ultranada.

      (Por cierto me equivoqué y no era Nicola Sartori sino Giovanni Sartori)

  3. Otro punto de vista:

    http://www.goymad.com/11109_viva-islandia-articulo-de-javier-nart_opinion/

    «Hace algunos años, un renombrado economista me tildó de ignorante cuando apunté mi profundo escepticismo ante lo que declaré como falso dogma: que nuestro sistema bancario era sólido y saneado.

    No encajaba en mi sentido común que el frenesí especulativo fundamentado en créditos exteriores a bajo interés casara con una economía realmente viable. “El mercado marca el valor”, sentenció. Pero la realidad es tozuda y la economía que se fundamenta en la creación de la riqueza, y no en operaciones más propias de casino, termina por imponerse.
    Fuente: http://www.eleconomista.es/opinion-blogs/noticias/2986590/04/11/Javier-Nart-Viva-Islandia.html
    Estamos sufriendo el desastre en el que cajas de ahorros nos han sumido como consecuencia de una política disparatada, inversiones inmobiliarias y financiación de elefantes blancos decididas por ilustres próceres que han dejado las entidades de ahorro locales a los pie de los caballos.

    Las cajas de ahorros no están dirigidas por inaccesibles banqueros? sino por inmediatos consejeros directamente nombrados por partidos políticos y sindicatos. ¿Se acuerdan del navajeo fratricida entre populares por el control de Caja Madrid?

    Aquellos proyectos faraónicos, aeropuertos sin aviones, parques temáticos fracasados, espectaculares obras de gran fachada y vacío contenido, la especulación inmobiliaria pura y dura, se realizaron gracias a las decisiones de las que los partidos políticos son directos responsables.

    Y ahora, con el dinero de todos, los políticos enjuagan la orgía financiera en la que nos metieron y de la que (con la excepción del socialista Álvarez Moltó) aquí no responde nadie.

    Los beneficios son de unos cuantos y las pérdidas de todos. Inasequibles al desaliento e impasibles el ademán, están presentes en SU afán. La culpa, como dice la canción, fue del chachachá.

    Cuando observo cómo en una remota isla nórdica, con toda lógica, se exigen responsabilidades penales a banqueros y políticos (¡¡entre ellos, al anterior presidente!!), me embarga una profunda envidia, una inmensa desesperanza.

    Javier Nart. Abogado.»

    ¡Viva Islandia!, que la luz del Norte nos ilumine, ya se ha creado suficiente pobreza en España y trasvase de fondos hacia bancos, cajas y eléctricas. ¡Basta ya!, si tienen que quebrar, que quiebren de una vez, que quiebren ellos antes que nosotros.

  4. Para Rogelio.

    Si Ud. no es racista, xenófobo y ultraderechista :

    ¿Por qué nos dice que sobran precisamente más de dos millones de inmigrantes que trabajan como bestias para sostener la economía nacional (de la que Ud. se beneficia), con una capacididad de sacrificio que ya no se ve por estos lares, y encima educados, felices y sonrientes? y

    ¿Por qué no nos dice que sobran más de dos millones de vagos y maleantes españoles que quieren dinero sin trabajo, consumir a tope y despilfarrar los recursos naturales, cuando se supone que tienen más educación y menos carencias que los que llegan dentro de las pateras?

    Y si es tan sincero como dice :

    ¿Por qué no reconoce que hay muchísimos puestos de trabajo (ya sea en España o en EEUU) que no se cubren por nadie y que hay muchísimos puestos de trabajo más que se los puede crear uno mismo, solo o en grupo, si quiere, por muchas barreras e impedimentos sociales y políticos que sean capaces de poner las mafias que padecemos?

    • ¿ Es usted el repartidor de etiquetas ?, ¿ es usted el que dice quien está a la derecha, a la izquierda y quien es fascista o quien ultraderechista ?.
      ¿ Pertenece al Cuerpo Nacional de Etiquetadores de Filiaciones Políticas ?
      Pues le aconsejo que se haga una revisión en la ITV que corresponda a ese mítico Cuerpo, pues creo que le falla bastante la puntería, pero vamos si le da gusto etiquetar pues siga, siga usted y para usted la perra gorda.

  5. Fuente: http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/225048-verdaderos-finlandeses-por-que-no-apoyamos-los-rescates.html

    «Texto integro de mensaje del líder de los Verdaderos Finlandeses sobre los rescates europeos. Los textos en negrita fueron censurados por el Wall Street Journal diario que publicó la carta el 9 de Mayo en los Estados Unidos.

    Timo Soini: Why I Don’t Support Europe’s Bailouts – WSJ.com

    Ningún diario español ha publicado el texto a continuación en su integridad.

    __________________________________________________ ________

    Cuando tuve el honor de liderar a la victoria electoral de Abril al partido de los Verdaderos Finlandeses, hicimos la solemne promesa de oponernos a los supuestos rescates de los Estados de la eurozona. Esos rescates son patentemente malos para Europa, malos para Finlandia y malos para los países que han sido forzados a aceptarlos. Europa está sufriendo de la gangrena económica de la insolvencia—tanto pública como privada. Y a no ser que amputemos lo que no puede ser salvado, nos arriesgamos a envenenar todo el organismo.

    La sabiduría oficial es que Grecia, Irlanda y Portugal han sido golpeados por una crisis de liquidez por lo que necesitan una transfusión momentánea de liquidez, después del cual todo retornará a la normalidad. Pero esta versión oficial es una mentira, un versión que toma como idiotas a los ciudadanos de a pie europeos. Los ciudadanos se merecen más de sus políticos y líderes.

    Para entender la verdadera naturaleza y propósito de los rescates, necesitamos entender primero quién se beneficia verdaderamente de ellos. Sigamos el rastro del dinero.

    Aún a riesgo de ser considerado como populista, empezaremos con lo obvio: No es el ciudadano corriente el que se beneficia. Éste es ordeñado y engañado para que el sistema insolvente siga funcionando. Se le paga menos y se le tributa más para que proporcione el dinero necesario para mantener en marcha esta estafa piramidal. Mientras tanto, se ha desarrollado una simbiosis letal entre políticos y banqueros: Nuestros líderes políticos piden prestado más y más para pagar a los bancos, los cuales a cambio prestan más y más dinero a nuestros gobiernos, manteniendo la estafa a flote.

    En una verdadera economía de mercado, las malas decisiones son penalizadas. No aquí. Cuando el inevitable hundimiento de los sobre endeudados países de la eurozona salió a la luz, se realizó un pacto secreto. En vez de aceptar las pérdidas de las malas inversiones—lo cual hubiera llevado al probable colapso y rescate nacional de algunos bancos— se decidió transferir las pérdidas a los contribuyentes por medio de préstamos, garantías e instrumentos opacos como el European Financial Stability Fund, el NAMA irlandés y toda una batería de vehículos financieros que harían a ENRON parecer como algo simple. Algunos políticos entendieron esto; otros entraron en pánico e hicieron lo que se les dijo.

    El dinero no fue a ayudar a las economías endeudadas. Fluyó por medio del ECB y los Estados receptores a los grandes bancos y fondos de inversión.

    Al contrario de la sabiduría oficial, los Estados receptores no querían dicha “ayuda”, no de esta manera. La opción natural para ellos era admitir la insolvencia y dejar que cayeran lo prestamistas privados, dondequiera que estuvieran basados, comerse sus pérdidas.

    Pero esto no podía ser. Como reveló recientemente el Ministro de Finanzas Brian Lenihan, Irlanda fue forzado a aceptar el dinero. Lo mismo sucedió al primer ministro portugués José Sócrates, aunque él puede que esté menos dispuesto a admitirlo que Mr. Lenihan.

    ¿Por qué la fuerza chantajista extorsionadora de Bruselas-Frankfurt forzó a estos países a aceptar el dinero junto con los planes de “recuperación” que fracasarían inevitablemente? Porque necesitaban agradar a los devoradores de contribuyentes de la banca, los cuales de otra forma podrían rechazar aparecer en la próxima subasta de bonos de España, Bélgica, Italia o Francia.

    Desafortunadamente para este cartel financiero y político, el plan no está funcionando. Bajo este esquema, Grecia, Irlanda y Portugal están arruinados. Nunca podrán ahorrar y crecer lo suficientemente rápido para pagar sus deudas con los que Bruselas les ha cargado en nombre de su salvación.

    Y por lo tanto, sin amputación, la gangrena se expande. El sector inmobiliario español es mucho mayor y más inexplorado que el irlandés. No es que las Cajas estén en peligro. Existen importantes bancos españoles donde debajo de la superficie de sus balances puede haber un zombie. El reloj no se detiene y el problema no desaparece.

    Crear el Mecanismo de Estabilidad Europea no es la solución. Institucionalizaría el sistema de transferencia de riqueza de los ciudadanos privados a los políticos comprometidos con los de otra forma fracasados banqueros, creando un inmenso riesgo moral y destruyendo lo que queda del panorama competitivo bancario europeo.

    Algunos defienden el Mecanismo de Estabilidad Europeo, diciendo que su uso requeriría siempre de unanimidad. Pero el actual desastre de Portugal muestra que la élite en Bruselas tratará de forzar la unanimidad por medio de presiones cuando no pueda ser obtenido por la persuasión. La abolición de la unanimidad es solo una cuestión de tiempo. Después de eso tenemos una unión de transferencias fiscales a toda máquina que es obviamente del gusto del corporativismo anti crecimiento de Bruselas.

    Afortunadamente no es demasiado tarde para detener la infección. Para los bancos, necesitamos test de estrés serios y honestos. Parar la actual farsa de inspiración política. En cambio, realizar una auditoria paralela por reguladores y grupos independientes incluyendo académicos y partes interesadas. Confiar pero verificar.

    Los bancos e instituciones financieras insolventes deben ser cerrados a cal y canto, purgando así la insolvencia del sistema. Debemos recuperar el principio de mercado de la libertad para fracasar.

    Si algunos bancos son recapitalizados con dinero del contribuyente, los contribuyentes deberían de obtener acciones de propiedad a cambio y el consejo entero debería de ser expulsado. Pero antes de que se contemple la participación del contribuyente, es esencial aplicar grandes quitas a los bonistas.

    Para los bonos soberanos, la libertad para fracasar es de nuevo la clave. Es necesario una restructuración significativa para una recuperación genuina. Sí, los mercados castigarán a los estados en quiebra pero también son rápidos a la hora de olvidar. Los planes actuales están destruyendo a las economías reales de Europa por medio de impuestos elevados y transferencias de riqueza de las familias ordinarias a los cofres de los bancos y estados insolventes. Una restructuración que deje el nivel de deuda del país a niveles manejables y anime al retorno de políticas orientadas al crecimiento que podrían llevar al rápido restablecimiento de los mercados internacionales de deuda.

    No se trata solamente de economía. La gente se siente traicionada. En Irlanda, los partidos entrantes al nuevo gobierno prometieron responsabilizar a los bonistas, pero sucumbieron bajo presión, dejando a sus votantes con una sensación de desengaño democrático. Las élites de Bruselas han dicho que Finlandia debe de cumplir sus compromisos con sus socios europeos, pero Bruselas permanece en silencio sobre si los políticos nacionales deberían de cumplir sus promesas a sus propios votantes. En una democracia, donde se gobierna bajo el consentimiento de los ciudadanos, el poder es un préstamo. Hacemos lo que prometemos, incluso si ello cuesta una cena en Bruselas, un perfil mediático “negativo” o un asiento en el gabinete.

    Cuando en la larga noche Europea de 1939-45, la Guerra llegó a Finlandia con los granizos de invierno, mi madre era una de ocho hermanas de una pequeña granja del centro de Finlandia donde mis abuelos llevaban una vida frugal.
    Mis dos tíos más jóvenes corrieron al frente y ambos fueron heridos en acción durante el capítulo finlandés de la más terrible tragedia europea. Fui educado sabiendo que la guerra genocida nunca debía de ser repetida en nuestro continente y entendí que valores y principio motivaron originalmente el establecimiento de la Unión Europea.

    Esta Europa, esta visión, fue una que ofreció al pueblo de Finlandia y de toda Europa el regalo de la paz fundado en la democracia, la libertad, la justicia y la subsidiariedad. Esta Europa merece la pena, y es con un profundo pesar que veo como este proyecto está siendo puesto en peligro por una élite política que sacrificaría los intereses de los ciudadanos ordinarios con tal de proteger a ciertos intereses corporativos.

    Europa puede todavía recuperarse de esta potencialmente enfermedad terminal y declive. La insolvencia debe ser purgada del sistema y esto debe de hacerse de manera honesta y abierta. El camino no es fácil pero ese es siempre el camino correcto para Finlandia y Europa.

    Mr. Timo Soini es el secretario general de los verdaderos finlandeses. »

    Después de leer esta carta, ¿de verdad se sostiene que los Verdaderos Finlandeses son de extrema derecha y antieuropeos?

  6. Felicito la intervención de Libela deshaciendo tópicos y a Rogelio le digo que tengo tanto derecho a opinar de política como él, pero Ud. no tiene derecho a emitir opiniones xenófobas, sin ser tachado de xenófobo, con el Diccionario de la RAE en la mano; y no se preocupe por las etiquetas que si veo a un sindicalista de «izquierdas», por ejemplo, o a un nacionalista «progresista», defendiendo posturas racistas, xenófobas o reaccionarias (cosa bastante frecuente) le quitaré la careta, de modo que Ud. no se sienta discriminado.

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