¿Llevar a cabo acciones altruistas mejora el rendimiento en el trabajo? La respuesta es afirmativa. A través del voluntariado corporativo se logra incrementar la eficiencia en la empresa privada y en las administraciones públicas. Así lo apunta al menos un estudio del Instituto de Estudios Laborales de ESADE y Valores & Marketing que revela que un 92% de los empleados que desarrollan alguna actividad de este tipo mejoran su rendimiento en el entorno profesional.
Además del rendimiento, las competencias profesionales también mejoran. Los resultados indican que las capacidades que más aumentan son la del trabajo en equipo (87%), comprender la realidad social (81%), y las habilidades comunicativas (68%). Mientras que las menos desarrolladas para este campo serían la creatividad (51%) y las formas de liderazgo (45%).
La oportunidad de estar en contacto con otras culturas y realidades sociales, implica capacidades y habilidades para adaptarse al cambio y agudizar el ingenio para inventar nuevas formas de hacer las cosas. Ante cualquier cambio en el entorno o la falta de recursos, vivir una experiencia provoca ser más flexible en los planteamientos y una adaptación más rápida al medio.
Respecto a la potenciación del liderazgo y la comunicación, cabe destacar que muchas de estas personas ya tienen en su ADN el gen del liderazgo y ciertas dotes para la comunicación y que la experiencia de transformación vital vivida lejos de su entorno, contribuye a reforzar estas habilidades. Aquellas personas que realizan actividades de voluntariado son vistas por la plantilla como personas a imitar, innovadoras y con valores, factores clave para liderar con éxito.
Los datos demuestran que el altruismo es beneficioso para todos. Para los expertos, el voluntariado es un elemento que contribuye a aflorar el talento dentro de una organización, ya sea pública o privada. Según las opiniones de la encuesta, no existe una palanca de gestión orientada al impacto de estas actividades, pero existen evidencias en las organizaciones analizadas de que se consiguen mejoras en la gestión de los recursos humanos.
Pese a que con estas acciones se consiguen mejoras sin haberlas planeado, según los resultados se hace necesario gestionarlas con el mismo rigor y profesionalidad con el que se gestionan otras áreas de una administración, lo que significa colocarlas en la agenda de las empresas, según se especifica en el informe.
Para terminar, este tipo de vivencias permite conocer realidades que exceden la zona de confort a la que los participantes están habituados, por lo que se pone de manifiesto todo el potencial de cada empleado, a veces incluso aptitudes ocultas que descubren de sí mismos para resolver su cometido, una impronta que también se dejará notar en su forma de trabajar, su eficiencia y en la transmisión de sus valores dentro de la organización. En otras palabras, se capacita a organización y a empleados para contribuir a mejorar la sociedad con un pequeño gesto.