Qué lejos quedan ya aquellos tiempos en los que a los ciudadanos no les quedaba más remedio que armarse de mucho más que paciencia y perder el día entero, cuando había suerte, en hacer un trámite en la Administración Pública. Por fortuna la burocracia ya no existe. Bueno, para ser sinceros sí que sigue estando presente en todo lo que rodea a los entes públicos, pero ahora la sociedad tiene un arma secreta con la que la mantiene oculta bajo siete llaves. Este arma se llama Internet. La entrada de las AAPP en la era tecnológica permitió mejorar las relaciones con los usuarios, que ahora tienen un canal más eficaz para llevar a cabo las gestiones. Aunque la principal ventaja se encuentra en el ahorro.
Según un informe de Hacienda, la administración electrónica ha ahorrado a los ciudadanos y a las empresas la friolera de 31.493 millones de euros durante los dos últimos años. En 2012, el montante ascendió a más de 15.300 millones y en 2013, superó los 16.100 millones. Grandes números que se sustentan en dos partidas. Si tomamos como referencia el año pasado, casi 14.000 millones vinieron del uso de procedimientos y servicios públicos telemáticos y 2.200 millones de la reducción de las cargas administrativas.
Como se puede apreciar estamos ante unas cantidades espectaculares que demuestran que en este país se ha hecho con sentido la automatización de las gestiones administrativas y que sus frutos han llegado a los ciudadanos. Y lo mejor de todo es que esto no ha hecho nada más que empezar, ya que si tenemos en cuenta los últimos informes del INE, resulta que solo el 43,5% de la población ha utilizado la administración electrónica. De ese porcentaje, el 39,6% se ha descargado formularios oficiales y el 32% los ha enviado cumplimentados a través de la red. Es decir, estos espectaculares ahorros se han obtenido cuando menos de la mitad de la sociedad española los utiliza. ¿Se imaginan lo que ocurrirá en el momento en el que la relación electrónica con el Estado sea masiva? Solo hace falta multiplicar las cifras y nos saldrían ahorros de más de 35.000 millones de euros cada año.
Hasta que eso ocurra ,y cambien las costumbres de muchos españoles, no queda más remedio que congratularse con lo ya conseguido, que es mucho. El propio informe de Hacienda destaca que las grandes ventajas de la administración electrónica para los españoles son éstas que les detallamos a continuación:
– Administración abierta: disponible veinticuatro horas al día, siete días a la semana, 365 días al año.
– Administración accesible: de puertas abiertas, permite su uso desde cualquier lugar; domicilio, oficina, hotel, lugar de vacaciones, etc.
– Administración eficaz: Alcanza a los 8.117 municipios, rompe la brecha digital que separa centro y periferia, y abre las puertas a la Unión Europea.
– Administración rápida: las gestiones electrónicas que tardaban quince días en llegar a su destino, ahora se hacen en apenas unos segundos.
– Administración eficiente: Una notificación postal cuesta 2,55 euros y una notificación electrónica, 0,03 euros. El ahorro es 2,52 euros en cada una.
– Administración limpia y ecológica: al no emplear papeles ni almacenarlos.
– Administración segura: cumple con el esquema Nacional de Seguridad, certificado por el Centro Criptológico Nacional (CCN).
Gracias a estas virtudes, las AAPP pueden presumir de que más de 2.500 trámites y servicios telemáticos están hoy a disposición de ciudadanos y empresas. ¡Más del 95 por 100 del total! Esto significa que cualquier ciudadano puede realizar hoy trámites o gestiones administrativas por Internet, de forma segura, rápida y sin necesidad de desplazamientos, generando importantes ahorros. Y es que una gestión electrónica cuesta cinco euros, mientras que un trámite ordinario, incluyendo desplazamientos, tiempo, gestiones, etc., supone un desembolso de ochenta euros. ¿Resultado? El ahorro en cada trámite telemático es de 75 euros.
Quizá por ello en 2013 los trámites iniciados telemáticamente por ciudadanos y empresas con la Administración General del Estado fueron de 370 millones, más de un 70% del total de las tramitaciones existentes. De todos ellos el más utilizado es la gestión electrónica del IRPF que ha pasado de contar con 21.000 usuarios en 1998 a más de 12 millones de 2012. Un dato que demuestra que cuando las cosas se hacen con sentido acaban funcionando. Que cunda el ejemplo.