Después de ejercer treinta y nueve años como FHN como funcionario de carrera, pertenecientes a las subescalas de Secretaría-Intervención y de Secretaría (Entrada y Superior), no debería ser sospechoso de pretender que se acceda a la condición de funcionario de carrera sin más.
Ha habido este último tiempo un gran y, por qué no decirlo, beligerante movimiento, sobre dos aspectos: la concesión por una parte al País Vasco de las competencias en la regulación de los funcionarios con habilitación de carácter nacional y la cuestión de los interinos por otra. La cuestión de los interinos la dejaremos para un poco más adelante.
Me resultó ciertamente sorprendente el post en forma de editorial (firmaba “Redacción”) de este Blog, en el que se posicionaba acerca de estas cuestiones. Siendo así, y para exponer mi modesta opinión sobre estas cuestiones, me siento obligado a escribir estas notas. Si sirven para abrir, o continuar un sano debate y una reflexión sobre argumentos, y sin descalificaciones previas a las que somos tan dados en este país, estará cumplido el objetivo de las mismas.
A propósito de las “concesiones» hechas al País Vasco, debo mostrarme rotundamente en contra. Obviamente todos los españoles deberíamos ser iguales, pero no somos iguales.
El fundamento de la habilitación nacional es múltiple (obviamente no me limito a lo que indica el RD128): 1) Garantizar, mediante del ejercicio de la fe pública, que las decisiones de los órganos de gobierno municipales son las que son y no otras. 2) Asesorar a la entidad local acerca de procedimientos y legalidad. 3) Fiscalizar la gestión económica. 4) Control de las elecciones de cualquier tipo. 5) Gestión del Registro Civil. 6) Emisión de información (ya asfixiante) hacia otras administraciones e instituciones: Hacienda, Administraciones Públicas, Comunidades Autónomas, Cámaras de Cuentas/Tribunal de Cuentas, a los ombúdsmanes autonómicos y central. Y, por supuesto y aunque extrañamente, no sea una competencia reconocida como tal en el RD 128) gestionar en sus más amplios términos los intereses de la entidad local (no hacer mención a esta cuestión, demuestra la sabiduría del legislador (en sus más amplios términos, ley formal y norma reglamentaria). Muy listos los del Ministerio, y eso que disponen de chiquicientos asesores (¿?). Pero es que hay también un fundamento que se olvida, y es que también es fundamento de esta profesión la uniformización del sistema; éste (el sistema) debe ser equivalente en todos los territorios. No indico esta nota para denostar el sistema autonómico (que ha podido ser eficiente, pero por otra parte sería bastante mejorable) sino para poner en valor una nota imprescindible: la necesaria independencia del funcionario para ejercer su función.
Por supuesto que esta lista no es exhaustiva, hay mucha, demasiada, legislación -normativa- sectorial. Ello hace que un FHN de una entidad de menos de cinco mil habitantes sea equiparable a un funambulista, sometido siempre a los prontos de algún grupo político que cree que es connivente con el poder o a ciudadanos iluminados, malhumorados y por qué no decirlo, arteros, que buscan los recovecos legales, siempre existentes para desgracia general, para buscar el lío al político y -consiguientemente- a quien gestiona, en desgracias que es el Secretario-Interventor-Tesorero.
Dicho lo cual, la DF 1ª de la LPGE para 2022 modifica la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local y atribuye a la C.A. del País Vasco todas las facultades del art. 92 bis de la Ley 7/85. Esto supone una quiebra del sistema, cuestión que a Moncloa le trae al pairo; es un paso más de la desestructuración española de los últimos tiempos, provocada por ambiciones políticas cortoplacistas y que no valoran en lo más mínimo el interés general.
Ni que decir tiene que me posiciono totalmente en contra de esta cesión. ¿Qué más cesiones quedan por hacer en realidad?
Lo que resulta sorprendente es el revuelo que desde dentro de la profesión se ha generado. Es algo que obviamente se veía venir desde hace tiempo. Con nuestro lamentable sistema electoral, es cuestión de tiempo la balcanización hispana. Éste no es sino un paso más. Y es sorprendente que desde el Colegio no se haya hecho nada con carácter preventivo. Y ni siquiera terapéutico, ya que Navarra, a la chita callando, ha mantenido desde siempre un régimen aparte; son más forales que nadie, quizás estuvieron siempre al lado del vencedor y nadie cuestionó su sistema al margen, en cuanto a competencias relativas a la provisión de los FHN, competencias y por supuesto en cuanto a financiación (sistemas de cupo navarro y vasco). No hay más que ver la financiación por habitante de Navarra y del territorio común. Ni siquiera aparece en las tablas comparativas, dado que son régimen aparte. Sencillamente País Vasco y Navarra no salen en las tablas al hacerse comparativas sólo del régimen común. Véase en https://cincodias.elpais.com/cincodias/2015/10/12/economia/1444666565_966308.html las diferencias de financiación. Las Comunidades Autónomas de Navarra y Aragón vienen a ser territorialmente muy parecidas. Pues bien, mientras que (datos de 2012) Navarra disponía en de 3.677 € por habitante (el País Vasco 4.292 €), Aragón disponía de 2.288 € y la Comunidad Valenciana 1.805 €. Es el sistema foral un ‘derecho’ histórico que no deja de ser un privilegio (véase el artículo del Catedrático Carlos Monasterio Escudero en https://www.revistadelibros.com/el-sistema-foral-derecho-historico-o-privilegio/ Véase este cuadro que cita:
Cuadro núm. 1: Recursos per cápita del sistema de financiación autonómica (2007-2011) (en euros)
(*) Recursos per cápita del País Vasco/Recursos per cápita de las Comunidades Autónomas de régimen común
| 2007 | 2008 | 2009 | 2010 | 2011 | |
| CC.AA de régimen común | 2758 | 2409 | 2078 | 2262 | 2474 |
| País Vasco | 4895 | 4876 | 4885 | 4877 | 4900 |
| Índice (*) | 177 | 202 | 235 | 216 | 198 |
Cita el Sr. Monasterio Escudero que
“… Dicho en otros términos, los contribuyentes de los territorios forales, que tienen un nivel de renta muy elevado en relación con la media española (con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística de 2016, el País Vasco es la segunda comunidad en nivel de renta per cápita y Navarra la tercera, con un PIB per cápita superior en un 32,7% y un 24,4%, respectivamente, a la media española), pagan unos impuestos que se quedan casi en su totalidad en manos de la Hacienda Foral, lo cual permite un nivel de servicios públicos autonómicos muy superior al de las regiones de régimen común. Siendo regiones con un alto nivel de renta, se quedan con los beneficios de la progresividad y apenas participan de los flujos redistributivos interregionales…”
Me parece una indignidad seguir manteniendo este sistema. Y lo curioso es que nadie clama por cambiarlo, los partidos nacionales no se atreven siquiera a hablar del tema. El sistema electoral actual pone muy caros los necesarios votos de apoyo a pactar por el Gobierno central (sea de la ideología que sea) con Navarra y con el País Vasco sobre todo.
Así que el hecho de que la habilitación nacional deje de serlo en el País Vasco no sorprende, ya no lo era en Navarra. Y en no mucho tiempo dejará de serlo en Cataluña, es cuestión de tiempo. Es el fin de la habilitación nacional como tal. Sin una reforma profunda de la Constitución que elimine privilegios, desde mi punto de vista y con todos los respetos, trasnochados, y del régimen electoral general, estamos abocados a la atomización y al aumento de diferencias y privilegios. Así son las cosas.
Triste verdad. No cabe explicarla mejor.
Lamentablemente los intereses de los partidos son los suyos y los de los suyos, y los intereses generales son cosas de los enteros, los íntegros, que jamás llegan a desempeñar los puestos que merecen por mérito y capacidad, porque siempre están los bendecidos de turno para ocuparlos todos, a veces de la manera más torticera. La pena que da es que hicieron falta muchos años de esfuerzo para construir lo poco que teníamos y costó sangre y sudor, en tanto ahora, en la malvada era de la destrucción, cuesta muy poco derruirlo todo, sin sentido. Y luego qué? Qué haremos y qué harán cuando ya no quede nada que destruir? Cada día somos más a quienes nos toca llorar por dentro y fuera ante tanta la crueldad que padecemos, pero seguimos soñando que todo esto acabará, el día en que estén donde deben estar quienes hayan entendido que la vida no vale nada, si solo sirve para asfixiar a los demás dejándolos en la indefensión. Es el oxígeno de la humanidad lo que está en juego, urge defender el derecho de todos a respirar, porque el mundo no es de nadie pero sí es de todos. En ese empeño nos ha de ir la vida, porque lo que está en juego es poder vivir. Por eso más que nunca, es importante salir del silencio y decir que no, todo no vale a cualquier precio, el bien común no es negociable, y además, es imprescriptible y es inembargable. La política es muy necesaria, pero no la que se practica de espaldas a la realidad y a la ciudadanía, si no la que se hace para que todos podamos vivir, sin que nadie nos quite la vida antes que la propia muerte.
Muchas gracias por el artículo. A veces, un artículo puede mantener la esperanza pérdida de quienes lo leen.
Estoy de acuerdo al 150%
Todo esto empezó con fórmulas más o menos fraudulentas desde el minuto cero. Como ejemplo, basta recordar ciertos baremos y ciertas lenguas autonómicas. ¿Qué mas daba quien convocara si de hecho ya se estaba discriminando y por tanto desmembrando? Lo de ahora es más de lo mismo pero con un tanto más de desfacha