Jolgorio Electoral

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Jolgorio Electoral

Nos hallamos en pleno jolgorio electoral y, como en todos los jolgorios, hay algazara, festín, jaleo: de eslóganes, de tópicos, de promesas irreflexivas, de improvisación… Al final toda esta desmesura quedará impune porque los ciudadanos iremos a votar el día señalado: estos porque quieren a unos; aquellos porque odian a otros, y los más porque es un día de fiesta y, como ahora ya pocos van a misa y menos a comulgar, recibimos el sacramento de la democracia en forma de acercamiento a la urna. Si los ciudadanos fuéramos conscientes de la gran estafa en que se ha convertido la democracia española nos quedaríamos todos en casa preparando una tortilla de patatas y abriendo una escogida botella de vino. Por algún sitio he escrito que la democracia española es adúltera pues que ha puesto los cuernos al pueblo y se ha ido de picos pardos con los partidos políticos que encima la han dejado embarazada de los peores vicios. El espectáculo de los nombres que volverán a aparecer en esas papeletas que vamos a tomar en nuestras manos, personas que llevan años y años en las cámaras y no se les conoce la más mínima aportación seria a un proyecto de ley, ninguna idea positiva, ningún discurso meritorio, es ciertamente de espeluzno y constituye una tomadura de pelo de colosales dimensiones que, por cierto, desgraciadamente no se soluciona con esa ingenua propuesta de abrir las listas. El mal del duopolio establecido es mucho más hondo. Pero, como según señalo, casi todos acabaremos acudiendo a comulgar el día de los votos, conviene pensar en lo que nos van a ofrecer los vendedores políticos para la Administración local.

Lo iremos viendo y aprovecho para convocar a los lectores de este blog a aportar a nuestro debate lo que cada uno sepa acerca de las propuestas en esta materia: si se pronuncian sobre Ayuntamientos, financiación, funcionarios, urbanismo etc, cómo y en qué sentido lo hacen; y lo mismo si no se pronuncian porque el silencio es aún más expresivo.

A mi juicio, es de temer que se prometa una nueva ley de régimen local. Naufragó la intentada en la pasada legislatura y sería muy raro que la idea no se retomara por los partidos que están en la pelea por nuestros votos. Pues hoy ya es una evidencia que, cuando un problema no se quiere abordar seriamente, lo mejor que se ingenia es la aprobación de una ley. ¿Hay algo más fácil que pasear un texto legal por los ministerios, llegar a acuerdos con los “sectores interesados” (que siempre son los mismos) y manchar con el producto unas páginas del Boletín Oficial? A la altura de nuestras experiencias me parece que la respuesta es clara. Gestionar bien los asuntos con las armas de que se dispone es difícil, redactar una ley inocua es sencillo (muchos de mis colegas son expertos en ello y yo mismo he colaborado decenas de veces en estos trabajos).  Otra cosa es la ley “con garra” a la que luego me referiré.

A mi juicio, una nueva ley de régimen local que modifique la ley 7/85 (y sus sucesivas reformas) es absolutamente innecesaria pues además ya es muy difícil desmontar el bodrio creado por la ley llamada de “grandes poblaciones”. En la Administración local española hay dos problemas inaplazables a solucionar: el de la financiación de los Ayuntamientos y el sistema de elección de los alcaldes. ¿Hay voluntad de resolverlos? A juzgar por la experiencia de hace cuatro años, pueden hacerse las más negras previsiones. Entonces, todos los púgiles nos prometieron miríficas fórmulas para impedir que las corporaciones locales fueran presa del dinero fácil -vía contratos, vía urbanismo etc- y evitar que los pactos para formar mayorías se hicieran de espaldas a los ciudadanos. ¿Qué pasó? ¿no fueron sino las “verduras de las eras” de que habló Jorge Manrique?

Ley de las que he llamado “con garra” sería la de haciendas locales de nueva y atrevida factura, y ley asimismo “con garra” sería la electoral que introdujera la segunda vuelta en las elecciones allí donde no se consiguieran mayorías absolutas en la primera. Pero ¿quién quiere de verdad transparencia en la financiación local? Y, peor aún ¿quién quiere acabar con el poder de las cúpulas de los partidos a la hora de confeccionar pactos y enjuagues postelectorales?

Si alguien los ve en el horizonte, que me avise.

11 Comentarios

  1. Siempre es un placer desayunarse, cuando aun se tiene la cabeza despejada, con las aportaciones al blog del Profesor Sosa. Aceptando humildemente el envite que nos hace, he de decir que estoy completamente de acuerdo con sus opiniones y aprovechando el debate que ha abierto quiero, muy resumidamente remachar que:
    1. El Alcalde debería disponer de mayoría de gobierno suficiente que permita realizar una gestión eficaz. Abogo por un sistema a doble vuelta. Pasada la transición, ha llegado ya el momento de desprendernos de ese complejo post-franquista del supuesto no respeto a las minorías. Estaríamos ante un sistema tan democrático como el actual que haría las instituciones gobernables. En cualquier caso no se oye que el sistema se desee reformar, será necesario que pase mucho más tiempo y que los partidos sean más valientes a la par que generosos.
    2. Absolutamente de acuerdo con que se efectúe una reforma de la Ley de Haciendas Locales. ¿Llegaremos algún día a eso del 50-25-25? (y por cierto, necesaria también la delimitación competencial más precisa de las corporaciones locales). Sin embargo, los que estamos en las trincheras de la paupérrima administración local en medianas corporaciones (como diría Pérez Reverte en la infantería de vanguardia), nos damos perfecta cuenta que el clientelismo es un endemismo del régimen local español. Lo primero que un Alcalde debe aprender es a ‘moverse’ por los despachos. Supertramp editó aquel excelente disco y ya clásico titulado «¿Crisis?, ¿What crisis?» Pues eso mismo, ¿Autonomía?, ¿Qué autonomía?. Cuantas veces en los pueblos pequeños medianos y pequeños nos esperamos a aprobar el presupuesto a mitad de año, cuando tenemos algo de información acerca de cómo está el índice de generosidad de las instancias provinciales y autonómicas?. Es evidente, la financiación local no se quiere solucionar. Resulta patético leer la Revista de la FEMP y ver que en un número sí y otro también, el Presidente reclama un nuevo sistema de financiación local y se reúne con el ministro de la cosa del dinero o el de administraciones públicas. Probablemente

  2. A primera vista y después de llevar a la práctica el ejercicio que nos propone llego a la siguiente conclusión, mientras que el Partido Socialista a día de hoy todavía no ha aprobado su programa (este fin de semana celebra una Conferencia Política para ello) el Partido Popular parece tener mucho más clara su oferta electoral.

  3. Excelente artículo, efectivamente el Partido Popular propone cosas como: el Estatuto del Gobierno Local, la revisión de la financiación, la celebración de dos debates de política local por legislatura, la descentralización de competencias, la evaluación de los servicios públicos y la reforma de la Ley de Régimen Electoral(que novedoso!)%-{

  4. Es un placer leerle. Soy funcionaria local, y disfruto enormemente con mi trabajo, pero en estos momentos estoy sufriendo la desconfianza del nuevo equipo de gobierno. Este ha llegado al Ayuntamiento de la mano de un grupo de asesores que no han trabajado nunca en la administración, pero que les encanta cobrar de ella y creer que el horario es de ocho a tres. Tiemblo cuando los veo actuar, es una lástima para los intereses municipales. Desconfían hasta de proyectos iniciados por otro equipo de gobierno de un partido distinto al suyo que son buenos proyectos, estudiados con seriedad y rigor. En cuatro años se pueden elaborar y ponen en marcha muchos proyectos y el procedimiento administrativo no retrasa los trámites, lo digo con profunda experiencia y respeto al Derecho Administrativo, tan criticado por quien no lo concoce.

  5. El punto fuerte es abordar la reforma del régimen electoral, pero esto no será nunca posible porque nunca existirá el consenso necesario.
    La financiación municipal si que puede ser un problema que se resuelva a medio plazo, parece que en los últimos años (en especial desde el paso de Francisco Vázquez por la FEMP) este debate esta abierto y puede ser objeto de solución

  6. Supongo que esta página será un referente para todo aquel que esté interesado en los asuntos públicos, dados los escribientes. Venía de felicitar al Señor Parada Vázquez por su excelente manual de Derecho Administrativo, del que estoy leyendo la parte general, cuando vi este artículo del Señor Sosa Wagner, al que también debo dar gracias y felicitar por su obra sobre Derecho Local.

  7. Habría que analizar la cadena del poder a la hora de dibujar un mapa de intereses.
    Estado, CCAA, Diputaciones Provinciales, Comarcas, Agrupaciones, Mancomunidades, Ayuntamientos, Entidades locales menores.
    Alguien da mas?

  8. Yo propongo un cambio del sistema electoral y un cierre del sistema autonómico.
    Aparte de que el sistema electoral deba ser mayoritario, se deberían aplicar unos limites a los partidos para el acceso a las elecciones, como por ejemplo: que tengan una mínima implantación en todo el territorio del Estado y defiendan unos intereses comunes al mismo, para acceder a las generales, y otro tanto con respecto a las autonómicas y locales, pero en el respectivo ámbito territorial; pues en caso contrario, es dificil que defiendan adecuadamente los intereses generales, por un evidente conflicto de intereses.
    En cuanto al sistema autonómico, esta tan emponzoñado que sería mejor empezar de 0, con un nuevo pacto constitucional que blinde las competencias de cada cual y donde se sancione cualquier incumplimiento,

    De todas formas, considero que serían necesarias otras medidas básicas si queremos tener una Democracia y un Estado de Derecho reales y no un régimen tan corrupto como inerme que nos deje en manos de cualquier abuso por parte de chusmas, hordas o mafias. Por ejemplo las siguientes:

    1ª) Un examen de entrada para todo cargo político sobre unos elementales contenidos civicos y éticos (Esta claro que son los que más necesitan de una educación para la ciudadanía)

    2ª) Responsabilidad personal directa de los cargos políticos (con inhabilitación y sanción económica) ya que mientras sus fechorías se paguen con dinero de todos, se seguirán riendo de nosotros cuando juran la Constitución para incumplirla después. Sin responsabilidad personal no puede haber ni Democracia ni Estado de Derecho. ¿Alguien cree que podría existir un personaje como Ibarretxe en la antígua Democracia Ateniense? Revisen un poco la Historia de nuestra propia civilización y verán que a ningún político de pacotilla se le ocurría presentar allí, cosas como el estatuto catalán, por ejemplo. Aquel sistema no era para arpías clericoides de mala ralea, sino para hombres y ciudadanos de verdad, que respondían de sus actos y se exponían a funestas consecuencias, cuando presentaban un proyecto contrario a la Constitución del Estado.

  9. Tendría que hacerlo sobre la base de una Ordenanza que regule la publicidad estática, en la cual se prohiba poner carteles (por ejemplo) sin autorización municipal; pero no por la vía de hecho, pues sería motivo para ir a un contencioso.

    Por el principio de vinculación positiva de la Administración Pública a la Ley, un Alcalde como órgano municipal, solo puede hacer lo que le impongan o permitan las leyes (en sentido amplio), por ejemplo Ordenanza que tenga su cobertura legal. Aunque personalmente considero una quiebra de la división de poderes que un Ayuntamiento regule y aplique su propia regulación. Que lejos estamos de la Grecia Clásica, cuando el gran Licurgo llegó a abdicar como Rey para convertirse en Legislador.

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