Los trabajadores públicos de Italia seguirán con el salario congelado. El Gobierno de Mateo Renzzi asegura que no tiene dinero y, por tanto, vuelve a reclamar un esfuerzo a los funcionarios. Desde el año 2010, cuando entró en vigor el bloqueo de aumentos salariales, cada empleado público italiano ha perdido un promedio de 4.200 euros, a los que deberá sumar otros 600 del año 2015. En total, cerca de 3,3 millones de funcionarios que han ahorrado un gasto de cerca de 2.100 millones de euros.
Distinta es la situación en Portugal. Allí el Parlamento ha decidido reponer salarios a funcionarios tras la última sentencia del Constitucional que ordena la reposición de los recortes a quienes ganen más de 1.500 euros mensuales. De esta manera evitan una reducción salarial de entre el 3,5 y el 10 por ciento, y que iba a entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2015.
En Grecia, por su parte, siguen pendientes de las negociaciones que hay entre el Gobierno y la Troika. Se analiza el cumplimiento del programa de rescate heleno, que contempla el despido de 15.000 funcionarios antes de que termine el año. Un objetivo para el que faltan 6.500 despidos, pero que parece no se cumplirá, ya que muchos de los actuales ministros se oponen firmemente a continuar adoptando medidas de este tipo.
¿Y qué ocurre en España? El sindicato CSIF reclama al Gobierno medidas de reactivación del consumo, y una de ellas es -precisamente- a través de la vuelta a la normalidad de los salarios del trabajador público. Para ello reclaman la restitución de los complementos autonómicos de la paga extraordinaria de Navidad, así como la devolución de lo descontado en la paga de verano.