Más motivos para que la Administración Pública no se meta a hacer aplicaciones informáticas (la hiperdiversidad)

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Como mantuve en la anterior entrada, titulada el mantenimiento de las aplicaciones informáticas (el efecto “estela”) publicada el 16 de Mayo de 2013 en este blog, la Administración no debería meterse a crear sus aplicaciones informáticas.

La realidad es que muchas de ellas ya están muy metidas en ese negocio (que no es el suyo) algo muy costoso y muy problemático. A mi entender, lo que tendría valor para muchas entidades del Sector Público es un planteamiento estratégico para salirse del lío en el que se han metido lo antes posible y de la forma más aséptica posible.

Ya sé que estas opiniones son controvertidas y como tales no compartidas. Pero los hechos y los datos que he ido manejando y que me van llegando, apuntan en la dirección que señalo.

En aquella entrada me centraba en el problema de los recursos necesarios para la creación de estos productos informáticos, el talento y la iniciativa, y su escasez dentro del ámbito del Sector Público; a ello le sumaba los costes necesarios para mantener y actualizar la aplicación informática, el denominado “efecto estela”.

En esta entrada quiero aportar algún dato más que a mi juicio debería servir para recapacitar estratégicamente sobre cómo dotarse (pros y contras) de la tecnología necesaria para dar soporte a la administración electrónica.

El 23 de Agosto de 2013 Gustavo Entrala escribía, al hilo de la llegada de Tim Cook a la dirección de Apple, en la edición digital de El País lo siguiente: “Es cierto que las circunstancias no son las mismas: el mercado de móviles, tabletas y contenidos digitales es más competitivo que el de la primera década del siglo, y la velocidad de la innovación ha aumentado”.

Me aventuro a decir que no hay entidad con los recursos suficientes para alcanzar la velocidad que lleva la innovación tecnológica y adecuar sus aplicativos informáticos a lo que la aquélla va ofreciendo.

La tecnología “corre que se las pela” y cada vez oferta más y mejores prestaciones a la administración electrónica. No obstante, un nuevo problema al que se enfrenta la administración electrónica es la hiperdiversidad.

¿Y qué es la hiperdiversidad?. Pues es algo nuevo que he leído, aunque más o menos me venía percatando del asunto e incluso lo venía/vengo sufriendo.

Muchos portales webs de Entes Públicos, que todavía no han llegado a convertirse en sedes

electrónicas legales, sólo funcionan con Internet Explorer, pero se quedan enganchados con Firefox o Google Chrome. Si se trata de acceder desde un móvil o una tableta, el resultado puede ser… muy ”peculiar”. Y cuando toca descargar algo, el problema puede ser con la compatibilidad con el sistema operativo receptor.

Esto que cuento y que sufro como funcionario y como ciudadano es el problema de la

hiperdiversidad y que es consecuencia, más o menos, de que:

1. Se han incrementado el número de sistemas operativos.

2. Se han incrementado el número de exploradores o navegadores en Internet.

3. Se han incrementado el número de dispositivos.

Sobre la hiperdiversidad, cuenta Jaime Domínguez Macaya-Laurnaga en un artículo aún sin

publicar (que se titula “Nadie dijo que fuera a ser fácil…”), lo siguiente:

“Hace unos años,.., casi todos nuestros ordenadores funcionaban con el sistema

operativo MS-Dos. Actualmente, sin embargo, la variedad de sistemas operativos –incluso aunque nos ciñamos a los que hacen funcionar nuestros PCs- es muy amplia. Sin ningún ánimo de ser exhaustivo, podemos citar los diferentes sistemas de Microsoft Windows, Mac OS X, GNU/Linux, Unix, Solaris, Google Chrome OS, Debian, Ubuntu, Fedora,

En cuanto al número de navegadores (o exploradores) de internet, hace unos años el Internet Explorer prácticamente sólo tenía como competidor –y alternativa- al Netscape Navigator. En la actualidad,… si queremos que todo el mundo –o casi- que quiera puedautilizar la administración electrónica, necesitaremos prever también lo necesario para los ciudadanos que utilizan los navegadores Safari, Google Chrome, Mozilla Firefox, Opera,

En cuanto a los dispositivos móviles, la vertiginosa irrupción de estos dispositivos móviles en nuestra vidas, ha profundizado y multiplicado la problemática que aquí estamos analizando. En sólo tres años de ser testimonial a acercarse al 20% de penetración. Aquí también existen diferentes sistemas operativos –como por ejemplo Android, iOS, BlackBerry OS, Windows Phone, Symbian OS, Firefox OS y Ubuntu Phone OS-.

Estos, a su vez, cuentan con sus respectivos navegadores: Opera (que cuenta con versiones para BlackBerry OS, Symbian de Nokia, iOS de Apple, Android e incluso el Windows Mobile), Safari (para iOS), Doplhin (para iOS y Android), Google Chrome (para iOS, Android y el sistema operativo de Google), Firefox (para Android), Boat Browser (para Android) o Nokia Xpress (para Windows Phone).”

Las entidades del Sector Público que se hayan metido en la creación de sus aplicaciones informáticas tienen un nuevo reto: adaptar estos productos a la hiperdiversidad existente, es decir, que funcionen en cualquier sistema operativo, a través de cualquier navegador y tengan un diseño responsivo para ajustarse a todo tipo de dispositivos móviles (algo únicamente presente en los “mejores” sitios de la red).

Un buen reto, ¿no?. A mi juicio, las entidades del Sector Público no van a poder resolver este problema con sus propios medios y van a necesitar la colaboración de los empresarios del Sector para resolverlo; es más, los proveedores de soluciones tecnológicas deberán ser aliados estratégicos a la hora de afrontar el reto de la hiperdiversidad.

4 Comentarios

  1. Siento disentir pero en la argumentación faltan algunas variables a tener en cuenta, como por ejemplo el hecho demostrado (si incluimos todos los elementos del problema) de que a la administración le sale más caro contratar fuera serv. informáticos, por no hablar del despilfarro de dinero público cuando este se entrega a multinacionales extranjeras para pago de licencias, soporte, etc. en lugar de invertir en la economía local, que dicho sea de paso, falta nos hace. Y además ¿es mala la hiperdiversidad?, ¿sería mejor un solo tipo de coche, un solo tipo de teléfono, un solo idioma para todos, un solo tipo de …?. Para eso la propia administración ha puesto en marcha planes de Interoperabilidad (ENI) que deben cumplirse, permitiendo la conexión entre servicios sin problemas, y evitando lo que comúnmente se llama «cliente cautivo», es decir, cuando un proveedor de servicios te suministra una solución de la que no puedes salir, y si quieres evolucionar, debes pasar continuamente por caja, para cada cosa que necesites.

  2. Cualquiera de los argumentos esgrimidos en relación con el sector público pueden ser también aplicados al sector privado, incluso la falta de talento e iniciativa. Creo que el tema no es una cuestión de poner más o menos recursos o poner más o menos pasta: es una cuestión de estrategia. No hay razón para que la hiperdiversidad sea un problema si se elige adecuadamente. Todo lo contrario: puede verse como un benificio (no monopolio –> competencia –> abaratamiento de costes).

    Entonces, ¿cual debería ser la estrategia? «cintura», dejar de ver la aplicación informática como un producto que se contruye una vez y se utiliza toda la vida y empezar a ver la aplicación como un eje esencial en el negocio que no puede ser dejado en manos extrañas y que tiene que estar en constante evolución.

  3. Buenos días y lo primero perdon por no haber contestado los comentarios, pero hasta hoy no he vuelto a caer por aquí.
    En cuanto a lo que comenta Paco, yo no digo que la hiperdiversidad sea «mala», es un hecho sobrevenido en el devenir del proceso de adaptación de la gestión administrativa a la utilización de las TICs. Esa adaptación vuelve a precisar talento, inicitaiva y recursos y creo que el sector privado especializado tiene muchas más papeletas a desarrollarlo con éxito, además de tener derecho a hacer negocio en dicho ámbito.
    Respecto a lo que comenta José, coincido en que hay que tener una estrategia en la cual el sector privado especializado, a mi entender, debe aparecer con un aliado necesario que ponga lo que falta (no todo) en el proceso de implantación. En esa alianza debería ser básico una buena negociación de los términos del contrato que regulará las prestaciones de nuestro «aliado».
    Un saludo y buena mañana.

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