Un empleado público es un servidor público y, como es lógico, para la gran mayoría ellos (nosotros) no es solo una profesión y un medio de vida, sino que es fundamentalmente una vocación. La ciudadanía, de momento, solo contempla y admira durante la actual fase de la crisis el evidente sobreesfuerzo del personal sanitario, estimulado por una vocación de servicio público y por una ética deontológica impresionante (está claro que el juramento hipocrático es una cosa seria y que, en la práctica, no lo jura solo el personal médico, sino también el personal de enfermería y auxiliar). Este colectivo, junto con el personal de los servicios sociales, el personal penitenciario y los cuerpos de seguridad del Estado son los héroes del momento. Pero no hay que olvidar tampoco al personal docente (primaria, secundaria y universitaria) que ha transformado sus metodologías docentes pasando de la formación presencial hacia la virtual en cuestión de horas. También hay que tener presentes a los gestores internos de diversos sectores que han incorporado el teletrabajo sin el lubricante de la formación o de las pruebas piloto. Hay empleados públicos que, desde que están confinados, trabajan doce horas al día en unos domicilios no pensados para el trabajo y conviviendo con unos familiares prisioneros que reclaman su atención. Todo esto significa que no hay tantos empleados públicos que estén estos días en el sofá viendo sin descanso series televisivas. Obvio que los hay: una gran parte de ellos desearía trabajar y aportar su valor público, pero sus respectivos ámbitos de gestión no estaban preparados para asumir de golpe el teletrabajo. Otros sencillamente no se lo pueden plantear porque sus trabajos solo tienen sentido en un sistema de organización del trabajo pensada exclusivamente de manera presencial.
Dicho todo esto sobre la situación en el ámbito público, hay que reconocer que este escenario no es muy distinto al del sector privado en el sector de servicios. También posee sus héroes: trabajadores en los supermercados, teletrabajadores, los que quisieran hacerlo y no pueden ya que sus empresas no están preparadas y, finalmente, los que su trabajo no es posible si no pueden estar presentes en unos servicios a los que nada se puede aportar si están físicamente cerrados.
Podríamos decir que todos los trabajadores, durante esta crisis sanitaria, hemos aportado lo que hemos podido. Pero el tema que va a ser crucial para el futuro de la función pública es: ¿Qué vamos a hacer los empleados públicos en el mismo momento que se abran las rejas de nuestros domicilios y acudamos a nuestro trabajo en un país arrasado económicamente y, por tanto, devastado socialmente? Una primera posibilidad es que sigamos igual que antes, como si el confinamiento hubiera sido solo un enojoso paréntesis. ¿Podemos obviar que una gran parte los conciudadanos ya no tendrán trabajo? ¿Podemos llegar a pensar que la caída brutal del PIB no afectará a los ingresos y capacidades de las administraciones para resolver los problemas? ¿Pensamos seguir en la perversa lógica laboral, abonada por los sindicatos, a luchar por unos días, de más o de menos, de asueto? ¿Vamos a limitarnos a esperar reactivamente a que, con toda probabilidad, nos eliminen la próxima paga extra y/o nos recorten el sueldo?
Yo sinceramente considero que los empleados públicos, con sólidos valores públicos (que somos la gran mayoría), deberíamos ser proactivos y mientras dure la cuarentena presentar a la sociedad un conjunto de propuestas. A modo de ejemplo:
- Renunciamos voluntariamente para este año 2020 a nuestros días de asuntos propios y a las vacaciones (o a una parte significativa de las mismas), para contribuir con estos días extra de trabajo a la reconstrucción del país y a aportar el máximo confort posible a nuestros conciudadanos. Esta oferta general tendría sus lógicas excepciones: el personal sanitario, cuerpos de seguridad, etc., si la crisis sanitaria afloja, debería descansar, los empleados públicos con hijos menores podrían ser excepcionados, etc. La proclama podría ser maravillosa: señores políticos empiecen a diseñar políticas y servicios para ayudar a la sociedad que de golpe tienen a centenares de miles de empleados públicos más de los previsto a su disposición para aportar lo que haga falta (unas 250 horas multiplicadas por cerca de dos millones de empleados públicos).
- Todos los empleados públicos que no han estado implicados en servicios esenciales y no se han acogido al teletrabajo optan voluntariamente a recuperar las horas y a acogerse al Real Decreto-ley 10/2020.
- Nos comprometemos a no promover ninguna huelga sectorial o general de servicios públicos durante los años 2020 y 2021.
- Renunciamos a las dos pagas extraordinarias del año 2020 y dejamos en manos de los representantes políticos (y de la sociedad) sobre si las recuperamos o no cuando se haya recobrado la normalidad. De esta medida quedarían excepcionados el personal público de primera línea de que ha afrontado la crisis sanitaria: sanitarios, cuerpos de seguridad, servicios sociales, etc. Mucho me temo que no podrían ser exceptuados los que hemos teletrabajado, ya que es difícil conjugar tantas diferencias, pero se podría intentar. Que quede claro que me duele esta propuesta, en todos sus términos, como al que más pero no visualizo otra posibilidad.
- Dar el mandato a los sindicatos de los empleados públicos que abandonen su rol reivindicativo durante dos años y, ya puestos, que renuncien al ejército de liberados sindicales del sector público para que refuercen los servicios públicos durante lo que queda del 2020 y durante todo el 2021.
Es evidente que estas propuestas no me entusiasman a nivel personal y que, además, vienen preñadas por un dédalo de impactos perversos cargados de injusticias, que quizás habría que refinar, ya que serían tratados de igual manera aquellos que no han podido trabajar con los que han trabajado (y mucho más de lo usual) con el teletrabajo. Sería injusto atendiendo a las distintas tablas retributivas y a las situaciones socioeconómicas de los diversos empleados públicos. Pero todo este sacrificio sería ampliamente compensado al mejorar nuestra imagen social, tan injustamente maltratada desde hace tiempo. Se vería también recompensada por ser especialmente activos en la reconstrucción del país y en contribuir a mejorar las condiciones de vida de nuestros conciudadanos. Pero es que mucho me temo que no tenemos alternativa: si no damos un paso al frente proactivo con estas medidas aquí propuestas o similares, nos las van a aplicar de todos modos de manera reactiva y coercitiva, y vamos a perder la oportunidad de mostrar y proclamar nuestra vocación de servicio a la sociedad. Además, ¿No nos daría un placer perverso ver la cara de estupefacción de la clase política ante nuestra iniciativa y comprobar cómo intentan ponerse las pilas para situarse a la misma altura que nosotros (los empleados públicos)?
Debemos recordar que los empleados públicos no somos un sector en contra del resto de los sectores y trabajadores. Eso sí somos un colectivo «cautivo» a la hora de mutulializar pérdidas. En muchos hogares de empleados públicos una vez más va a ser ese sueldo el único que se mantenga a partir de ahora, y los gastos no van a disminuir. Además , ya pasamos por eso.
No me cabe duda las excepciones que se puedan dar. Caraduras los hay a distancia y en presencia, y como no existe voluntad por parte de los responsables, vivimos en un continuo agravio comparativo. El trabajo sale adelante por el voluntarismo de muchos y el absentismos de unos cuantos, e incluyo altos cargos cuyo puesto es meramente alimenticio. Y eso presencial y a distancia.
¿No sería buena cosa evaluar un poquito? A lo mejor algún jefecillo se tendría que poner a trabajar.
Un saludo y estoy deseando asistir a su próxima conferencia. Gracias
El futuro es de los audaces, el futuro es nuestro. Gracias Profesor Ramió
No se olvide del personal personal docente infantil (educación de la etapa 0-3 años); tan o incluso más importante que el resto de personal docente citado. Son muchas las escuelas públicas municipales y los centros privados de educación infantil (mal llamadas «guarderías») que han tenido que reinvertarse durante este período de confinamiento puesto que, al igual que los centros de educación primaria, secundaria y universidades, también se vieron obligados a cerrar sus puertas con lo que implica para los más pequeños y sus familias.
Puedo entender las buenas intenciones de la propuesta, incluso yo mismo las hubiera firmado íntegramente hace un tiempo, pero por otra parte, al menos en la cuestión de reducción de vacaciones y renuncia a las pagas extras, creo que precisamente los funcionarios somos quienes podremos disponer de más seguridad y liquidez tras el paso de la tormenta y durante la crisis socioeconómica que venga para que mantengamos el consumo, las inversiones, etc… es decir, que cuando volvamos a la normalidad podamos disfrutar de vacaciones para reflotar hoteles, restaurantes, centros de ocio…
Los funcionarios de la administración local no entenderíamos unos ajustes en nuestras retribuciones si el alcalde de turno mantiene las partidas presupuestarias de gasto en festejos y otros gastos superfluos.
Sí comparto la idea de que nuestros representantes políticos desde el más alto nivel se ajusten sus prebendas, piensen y trabajen para tratar de recuperar la normalidad socioeconómica de este país lo antes posible.
Se nota algún resentimiento hacia los sindicatos en sus propuestas, pero tengo que decirle que todas las OO.SS. no son iguales y que seguro los dos sindicatos mayoritarios de este País entran junto con el gobierno y la patronal a firmar acuerdos para la recuperación de este país, acuerdos duros, pues siempre nos toca pagar a los mismos. Pero si que estoy seguro que habrá quien alimente rechazos y críticas hacia estos dos sindicatos, utilizandolo los Corporativos y algún vocero para debilitarlos por lo que yo creo es un comportamiento correcto en esta situación. Pero por lo demás, comparto que debemos hacer esfuerzos todos y compensar a los que están hoy en día sacandonos con su esfuerzo de esta situación.
Pues el tema de las pagas extra no lo veo bien, muchas familias dependen de ellas para poder llevar a cabo proyectos vitales en sus vidas, y no hablo de caprichos siempre tenemos que pagar los mismos, y cuando las cosas van bien de nosotros no se acuerda nadie…porque no se aplica esto a los bancos y todo el dinero que se les regalo ??? Y no me considero una persona insolidaria para nada…
Hola Hector. Dice que no se considera una persona (para nada) insolidaria para a continuación reivindicar las pagas extra, con el fin de cubrir gastos para sufragar “proyectos vitales”. Mire, le diré una cosa. Ustedes no pagan nada, somos TODOS los contribuyentes que pagamos para costear un servicio público que, a cambio (y le aseguro que no es poca cosa) da garantías a sus empleados en forma de “trabajo para toda la vida”. Y Hector, le aseguro yo que la inmensa mayoría de los autónomos nos cuesta ya no siquiera llegar a fin de mes, sino pagar la cuota de autónomos. No me extraña en absoluto la imágen de protegidos que proyectan sobre este país, porque a las gallinas de los huevos de oro (que somos los que tenemos que salir en busca del pan ahí fuera día a día sin saber ni tan siquiera si encontramos un trozito), nadie nos asegura un peñique. Que lejos están algunos (empezando por los políticos, no lo niego) de la realidad que nos está consumiendo ahí fuera
Sr Ramió: Yerra usted en este artículo. En lugar proponer sacrificios a los empleados públicos que hemos obtenido con nuestro esfuerzo una plaza de funcionarios de carrera y que además eso lo compatibilizamos con el cuidado de hijos y de mayores dependientes y que por tanto necesitamos esas vacaciones y permisos para atender a nuestros familiares y para nuestro descanso físico y mental, que parece de su artículos que nuestros permisos y vacaciones fuera un lujo o privilegios, pues que sepa que yo los uso para llevar a mis familiares al médico, debería usted pedir sacrificios a los políticos ya que hace 40 años cuando estábamos en los albores de nuestra democracia era la regla que llegaban a la política los mejores de cada profesión y seguían cobrando de su profesión y no percibían dinero del erario público, pues ésta podría ser buena solución, volver al sistema anterior los políticos y el personal de confianza por vocación y que no perciban retribuciones en nómina y solo dietas por asistencias a plenos. Así si que se ahorraba dinero público. Además si renunciamos a la pagas extra como ya ocurrió en 2010 entonces a ver quien va comprar en los comercios y tiendas y éstos tendrán que cerrar. Me parece que usted ha escrito muchos libros y artículos y tiene usted mucha fama pero éste es muy desafortunado.
Sr. Ramió. Yerra en su artículo.
1.- Los empleados públicos somos trabajadores que hemos obtenido un plaza fija por oposición y en muchos casos esas plazas eran rechazadas por profesionales del sector privado porque nos ven como los torpes de la clase que solo hemos sabido estudiar una oposición y porque el sueldo de los funcionarios está limitado por la LPGE mientras que muchos abogados y economistas han preferido el sector privado porque se gana más aunque tenga más riesgo.
2.- Dice usted que renunciemos a permisos vacaciones: le digo que la mayoría de empleados públicos usamos esos permisos para ir al médico o llevar al médicos a nuestros hijos o mayores.
3.- Dice usted que renunciemos a las vacaciones: le digo que el tiempo vacacional es para estar con nuestros hijos ya que si renuncio al tiempo vacacional tengo que pagar una cuidadora o una guardería y por tanto me sale más caro trabajar en vacaciones que no trabajar.
4.- Dice usted que no hagamos huelga, o sea, que renunciemos a un derecho constitucional vaya propuesta nada más y nada menos que ir en contra de la constitución.
5.- No dice usted nada de las retribuciones de los políticos. Hace 40 años cuando nacía la democracia en los aytos, los concejales y alcaldes eran los mejores de su profesion que ya venían con su sueldo y no cobraban del ayto porque era un vocación era un plus a su trabajo no era un trabajo en si mismo. Esta si sería una buena solución, ¿no cree Sr Ramió?
Caballero le invito que se venga ami casa un mes,que se venga con lo puesto aqui no le va falta un plato de comida y una cama pa dormi ,aqui en casa somos cuatro con usted cinco ,cuando yo cobre ven dra conmigo ala compra al banco pagar la hipoteca luz agua etc y cuando pase el mes me voy yo asu casa aber cual de los dos vamos atener que entrega las pagas extra , un cordial saludo
Su sueldo se extrae coactivamente de otras personas del sector privado que no tienen tal privilegio. Su sueldo mis impuestos. Cada vez que vea su nómina recuerdo que ese dinero ha salido de otras personas que se lo han ganado antes. Ese dinero era de otros, solo que el Estado lo ha expoliado para pagarlo a un quejoso como usted. En la calle, debes conseguir que los demás te paguen voluntariamente aportando valor a su existencia. Usted carga su existencia en los hombros de otras personas que tienen ya que cargar con la suya propia. Las oposiciones deberían estar prohibidas y usted salir al mercado a probarse a sí mismo. Así sabría lo que realmente vale. Dudo mucho que encontrara trabajo y mucho menos que cobrara lo que cobra ahora mismo, sea lo que sea. Y encima se queja. No se equivoque, en el sector privado, en el mejor de los casos, tenemos los mismos problemas que usted, más la carga que nos supone usted, y eso es mucho.
Y eso lo dice alguien que cobra? cuanto? cuanto cobra ustede al mes entre su trabajo de alto funcionario y sus libros, demagoga!!!!
Lamentable ocurrencia. ¿Qué sentido tiene que nos quedemos sin días libres o sin vacaciones? Funcionaries o no, nuestra sociedad no necesita más horas de trabajo, sino menos, más eficaces y mejor repartidas
Los empleados públicos hemos sufrido y experimentado los dos modelos: el de zapatero (5% de media), y el del rajoy (una paga extra). Es sin duda más justa y equilibrada la del 5% de media (o el porcentaje que sea), pues hace que, en función de tus retribuciones, vaya desde un 2% a un 9%, siendo una medida progresiva (como los impuestos, etc). La de la paga extra no lo es en absoluto: significa un 7% a todos por igual. En tu texto de reflexión valoras las dos posibilidad cuando dices ‘…Vamos a limitarnos a esperar reactivamente a que, con toda probabilidad, nos eliminen la próxima paga extra y/o nos recorten el sueldo?..’. ¿Porque en tus propuestas concretas apuestas directamente por la eliminación de la próxima paga extra?. No quiero pensar que es un concesión ‘a lo más fácil’.
Vale la pena decir que no acostumbro a expresar mi opinión en foros por artículos, esté más acorde o no con ellos, pero me permito la licencia durante dos minutos de mi escaso tiempo en estos días de crisis para decir que realmente estas propuestas dirigidas a personal funcionario que todo y desarrollar su prestación en teletrebajo, intentando conciliar con niños, sin la oportunidad acogerse a ningún permiso por estar en servicios esenciales que me llegue un día como el de hoy que llevo desde las 8.15 y todavía no he desayunado…y que he acabado en el Corh buscando información por atención al «mal parido» PRR me parece tan poco conocedor de la realidad…si un caso los empleados públicos que no hemos dejado de prestar servicios, ni estamos mano sobre mano, ni nos creemos una casta podremos cuando no tengamos otros asuntos más esenciales y básicos a tratar hacer propuestas, seguramente más acordes…abriremos un blog 😉 Salud!!
Supongo q usted se puede permitir q le reduzcan su sueldo de empleado público porq también cobra derechos de autor por sus obras y tiene ingresos derivados de sus charlas y conferencias en instituciones públicas y privadas….Incluso puede que cobre tanto o más por su segunda actividad y tercera actividad que por su sueldo de profesor. Por otra parte, ni que decir tiene lo de su renuncia a vacaciones. No sé si tendría usted mucha intención de ir a dar clase este mes de agosto.
Lamento decirle que me parece usted un charlatán que busca generar polémica a ver si con eso consigue aumentar sus emolumentos como empleado público. Si quiere ser solidario, done usted y en caso contrario busque soluciones pro activas sin q sea a costa de perjudicar A personal asalariado público o privado.
Sr. Ramió, realmente admiro mucho lo que escribe, pero esta vez me permito disentir, no conozco la realidad del sector publico en su país o ciudad, pero en mi país Argentina, no me parecería justo ni que los funcionarios políticos ni quienes somos empleados estatales de los tres niveles, en mi caso municipal, tengamos que renunciar a derechos como vacaciones, horas extras, huelgas, partes del sueldo. En mi país hoy los funcionarios políticos están trabajando las 24 hs le estan poniendo el hombro a la pandemia, y me saco el sombrero por nuestra dirigencia política nacional, por nuestro presidente y todos sus ministros y equipos de trabajo (siempre hay excepciones como en todos lados) y en cuanto a los empleados públicos, tal como ud. plantea quienes no somos trabajadores esenciales para esta pandemia, nos organizamos (en los caso que el trabajo lo permite) para continuar nuestras tareas desde el trabajo en nuestros hogares, muchxs hacen voluntariado para dar apoyo a las tareas esenciales y como siempre hay vivxs que no hacen nada, pero esos los hay en el sector público como el privado (hablo con conocimiento de causa).
Por último, observo un resentimiento acerca de los sindicatos, nuevamente no conozco la realidad de su lugar, acá en Argentina, los sindicatos se pusieron a disposición del gobienrno, y pusieron todos sus hoteles y sanatorios a disposición para la atención del coronavirus entre muchas otras cosas que están haciendo para colaborar.
saludos desde Argentina y no nos olvidemos que de esta salimos entre todes!
Señor Ramio. Esta crisis paradojicamente ha dado la solución a la Administración del futuro. La telematica y el teletrabajo digo esto porque cuanto gasta la administración en oficinas de atención al publico que llevan parejo otros contratos como limpieza. Vigilancia etc. Si los ciudadanos presentan sus escritos telematica mente es un ahorro. Y por otro el teletrabajo permite por ejemplo y ahí está el rd que permite adscribir temporalmente a otra admon o ministerio funcionarios. Con lo cual ahorro de personal a medio o largo plazo. Creo que los ahorros deben ir por ahí y no recortar paga extra o cosas por el estilo.
Excelente propuesto, yo veo en ella una gran oportunidad de reivindicar el Servicio Público pero principalmente, salir de un crisis inevitable y desgarradora lo mejor posible librados. Lo que está pasando es algo extraordinario que requiere la buena voluntad y compromiso de todos los sectores y todos los mexicanos, pero la muestra que ponga el Sector Público, es fundamental para el resto de la sociedad mexicana. El problema es de todos y de todas y si se aminora la carga poniendo cada quien su granito de arena, los estragos serán más fáciles de sobre llevar y menos el dolor para todos. Si la sociedad se une, aún más fácil pero el Servidor Público debe poner el ejemplo. Felicidades a la propuesta y me sumo.
Sr Ramió: Que usted tenga esta preocupación en principio es muy loable, yo le doy la gracias. Pero no se engañe, no hay nada mas fácil e involuntario que caer en la demagogia de que «apretándonos el cinturón los peones producimos mas». Lo haremos cuando desparezca la administración como justificación del poder político gastando dinero publico sin tino : Administraciones con competencias triplicadas, áreas y puestos creados en aras de la política con competencias absolutamente ineficaces ,ministerios y ministerios que podrían ser perfectamente subdirecciones generales, todos ellos presupuestados con dinero público…y mas recursos destinados a sufragar el programa de un partido en vez de las necesidades del ciudadano mientras lo sectores básicos están en el limite de producir por no haber personal…No señor Ramió, gracias pero no. Pidamos algo mas eficiente estructuralmente. Dejemos la recurrente idea medieval de que el campesino sufrague la guerra para el politico de turno. Exijamos una administración del sigloXXI. Hágalo Sr,Ramió, desde su posición mas visible que la de la mayoría de los funcionarios cambie su propuesta ,esto si se lo agradeceremos de verdad.
Sr. Ramio. Creo que está usted equivocado de plano. Y para argumentos los del compañero Octavio Manuel Fernández Hernández. Lo explica divinamente.
Como era de esperar, mil escusas diferentes en los comentarios para escurrir el bulto y no arrimar el hombro. No os preocupéis, ya vendrán de Bruselas a poneros en vuestro sitio.
Dr. Ramió, catedrático de CC Política de la Universidad Pompeu Fabra: es Vd. funcionario de carrera. Me pregunto si Vd. y el resto de catedráticos van a renunciar a sus vacaciones, a sus trienios y sexenios, y a sus pluses por sus diversos cargos académicos, algunos ornamentales, para redondear su ya bien pagado sueldo. También me pregunto cómo puede pedir que los sindicatos dejen de ejercer sus funciones durante 2 años, cuando tienen reconocido dicho derecho fundamental en la Constitucion, tanto en lo que se refiere a su compromiso de defensa de los derechos de los trabajadores (también los de Vd) como en lo que respecta a la libertad de expresion y asociación.
Con lo que leo parece que haber estudiado una oposición da una suerte de bula para cobrar imdefinidamente por, en inglés, to be (ser/estar). A mi me parece una perversión, yo oposito dia a dia con mi trabajo soportando una admon que me crucifica por deporte.
Se precisa solidaridad y esfuerzo de todos. Les recuerdo q en la anterior crisis los funcionarios perdieron un 6 o i por ciento y en la privada hasta un 60 por ciento de sueldo, amen de ello, en España se cobra más en la admon que en empresa privada.
Funcionarios, cada vez que veais la nomina ingresada en vuestra cuenta, con crisis del COVID o sin ella, recordad que ese dinero primero se lo ha ganado un panadero, un mecánico, un empresario, un constructor, una limpiadora… Todos ellos compitiendo de verdad en el mercado y el Estado se lo ha quitado coactivamente para darlo a una gente que jamás sabrá lo que realmente vale porqué está fuera de toda competición. Sería un sistema justo si se pudiera elegir estar en él o fuera de él. Pero no puedes, debes pagar por solidaridad. Pero la solidaridad obligada se llama esclavismo. Doy gracias a Dios por poderme ganar la vida como autónomo. Aunque esclavizado por el sistema para alimentar a los zánganos, duermo sabiendo que no cargo mi existencia en los hombros de nadie más que no sea en mi mismo. Sé lo que valgo y soy dueño de mi destino. Pronto me tendré que ir de España pues ya no se puede vivir libre aquí, pero a donde sea que vaya, pensaré con alegría en todos vosotros: ya no chupareis más mi sangre, sanguijuelas!
bueno amigos la verdad de las cosas estamos super pillados especial mente de los técnicos, administrativos, auxiliares,ya que ganamos menos de 500 mil mensuales..y muchos de ellos estoy seguro que estan igual que yo.y eso que llevo mas de 10 años trabajando..para mi país y la gente de mi ciudad varias veces me felicitan por mi entrega y buen corazón y se agradece..bueno en mi caso yo con las horas extras que hacia cada día podía llegar a fin de mes ahora es muy difícil ya que no se puede hacer horas extras..los bancos prestamistas ahora por la contingencia me dan el beneficio de postergar 3 meses y lo encontré muy bien de parte de ellos. acepte casi obligado ya que en ese momento ya no podía hacer mas horas extras por la pandemia covid-19. estoy pagando prestamos por seguir estudiando. y gano casi la mitad de la totalidad de mi sueldo. que no supera los 500 mil osea estoy ganado como 240 mil pesos pago arriendo mas una pensión de mi hijo.se me va el sueldo y me puedo fácilmente catalogar como un pobre.pero mi ficha cas me sale alto ya que estudie. pero lo ice por mis propios medios no tengo padre ni madre. y me doy cuenta que ayudan a todas las personas mas necesitadas..y a los funcionarios nada..ni 10 lucas siquiera ni 1 caja de alimentos..eso amigos parq que se hagan una idea..cuando pasen los 3 meses que ya falta poco me veré muy mal económicamente posibles problemas con la pensión y arriendo eso es muy seguro. pero seguiré trabajando como siempre tratando a la ciudadanía con amor y respeto y me alegro que el gobierno ayude a los que no tienen nada.y no se olvide de la clase media como la mía..saludos y fuerzas para todos los quiero.