Rudimentos jurídicos vitales

1

No es la primera vez que aludo a esta cuestión, pero también sé de muchas personas que, con más luces y conocimientos, opinan lo mismo que yo. Además, cada día, por lo que veo, me reafirmo más en mi opinión: es fundamental que el alumnado que sale de Secundaria no ignore por completo lo que es el Derecho y su máximo exponente positivo que es la Constitución. Lo digo por diversos motivos que desgranaré sin ánimo exhaustivo ni asomo de corporativismo y sigo, en este punto, la senda de quienes, como el profesor Luis Martín Rebollo, llevan años predicando en este desierto.

La primera percepción que me lleva a que los tan cambiantes planes de estudio y leyes educativas se acuerden de una vez del mundo jurídico, al margen de que alguna Comunidad Autónoma incluya, optativamente, algunas nociones de Derecho o, al menos, de las instituciones públicas, es el notable abandono académico, en los primeros cursos del Grado, de estudiantes que, pese a su buena trayectoria previa, se encuentran con un mundo desconocido y ajeno a su interés. Conozco, estadísticas al margen, numerosos casos, por mi experiencia en tres universidades, por hijos de amigos y por compañeros de Bachillerato del mío. Siempre digo que nadie entra a estudiar Biología sin saber lo que es una célula; Medicina sin conocer lo que es el fémur o Literatura sin discernir prosa y verso. Pero los potenciales juristas ingresan sin distinguir un juzgado de un tribunal ni saber si un divorcio es un tema civil o social. Y lagunas peores, de las que puedo dar fe, incluso avanzada la carrera.

Un buen amigo y brillante abogado, sin decir el pecador, me cuenta las barbaridades que escucha en su bufete, incluso de gentes estudiadas, para referirse a su caso o a lo que, un próximo le ha explicado que debería hacer. Terminología alterada hasta lo abracadabrante y supuestos derechos, materiales y procesales, en los que nunca reparó el legislador. Y es curioso que la sociedad, también por desconocimiento, es más tolerante con estos yerros. Si alguien dice “próspeta” por “próstata”, es el hazmerreír. Y quien confunde “sainete” con “soneto”, lo mismo. Pero si alguien, periodistas incluidos, denomina “alerta” al estado de alarma, no pasa nada. Y lo hemos visto y escuchado. Un poco de cultura general no viene nunca mal, aunque sea para conversaciones coloquiales en entornos de confianza.

Otra cuestión nada baladí, salvo que queramos decir que la ley es papel mojado: el derecho administrativo es antiformalista y es la rama que más nos acerca a los poderes públicos. Pues si para casi nada precisamos, en teoría, de asistencia letrada, ya me dirán cómo instamos, alegamos o recurrimos ante la Administración. En mi escasa experiencia de gestor puedo acreditar los numerosos escritos que, prolijamente escrutados, era difícil saber qué solicitaban ni en qué fundamentaban su abstruso texto.

Eso sí, no hay tertulia radiotelevisiva donde los intervinientes no hablen lo mismo de la legislación de indulto que de los agravantes de la violencia machista o del conflicto diplomático con Argelia. Aunque es cierto que divagan de lo divino y lo humano.

El profesorado de Derecho tenemos envidia de los colegas economistas que han logrado instruir a los matriculados en bachillerato, aunque sea mínimamente, antes de entrar en la Universidad. Estos entrarán sabiendo de las curvas de oferta y de demanda, pero los futuros jurisperitos no sabrán lo que es una demanda, sin curvas y sin diferencia con una querella.

¿Tan difícil e inútil es incorporar a los planes preuniversitarios nociones elementales sobre la separación de poderes, el valor de la Constitución y la jerarquía normativa, los derechos fundamentales, la separación de poderes, la diferencia entre lo público y lo privado, las competencias mínimas de los ayuntamientos en los que vivimos, las normas que emanan de Europa, lo que es un delito o un impuesto… y poco más? Algo que se cuenta, livianamente, pero formativamente, en muy pocas horas.

Porque cuando hablamos de educar en valores, ¿los hay más importantes que los que reconoce y tutela la Constitución?

1 Comentario

  1. No puedo estar más de acuerdo.

    El problema es que el sistema educativo que tenemos, quieres hacernos lo más borregos posible… Por eso, no tenemos ni pajorera idea, ni de derecho, ni de economía, la también es muy importante.

    Gracias por tu opinión e información!

Responder a Sara Cancelar respuesta

Información básica de protección de datos. Responsable del tratamiento: Fundación esPublico. Finalidad: permitir la publicación de comentarios a los artículos del blog. Base jurídica: consentimiento que se entenderá otorgado al pulsar el botón "Publicar comentario". Destinatarios: público en general, la información que introduzca en el formulario será visible por todos los visitantes del blog. Ejercicio de derechos: de acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación y portabilidad a través de dpd@espublico.com o en la dirección postal del responsable del tratamiento. Más información: Política de privacidad