Unamuno y el codazo de CR9

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Unamuno y el codazo de CR9Ha tenido que pasar más de una semana para que dejen de retumbar los ecos del encontronazo entre Cristiano Ronaldo (alias “CR9”) y el malhechor jugador del Málaga que golpeó con la nariz y el pómulo en el adorable codito del Dios. Encima, el Comité de Competición sanciona al portugués. Indignante. Mientras tanto, los españoles no han hablado de otra cosa, posicionándose a favor y en contra. Quizá sea (se me ocurre a mí) porque no hay otro tema más importante ahora mismo para estar preocupado… ¿O sí? Decía Unamuno a través de uno de sus más conocidos personajes: “démosle opio al pueblo”… Pues sí, eso es exactamente lo que nos están dando.

“San Manuel Bueno, mártir” es un librito genial e inquietante que escribió Unamuno al final de su vida, precisamente cuando su constante lucha interna entre razón y Fe llegaba a su punto álgido. Don Manuel, su protagonista, es un cura de pueblo (Valverde de Lucerna) que pese a no ser creyente actúa frente a todos como si lo fuera. Careciendo completamente de Fe, pero no de buena fe, considera que la realidad es algo demasiado horrible como para que lo sepa el pueblo, al que protege de ella:

  • “Lo primero, es que el pueblo esté contento, que estén todos contentos de vivir. El contentamiento de vivir es lo primero de todo”.
  • “¡Ay, si pudiese cambiar el agua toda de nuestro lago en vino, en un vinillo que por mucho que de él se bebiera alegrara siempre, sin emborrachar nunca… o por lo menos con una borrachera alegre!”
  • “La verdad, Lázaro, es acaso algo terrible, algo mortal; la gente sencilla no podría vivir con ella […] Yo estoy para hacer vivir las almas de mis feligreses, para hacer que se sueñen inmortales, no para matarles. Lo que aquí hace falta es que vivan sanamente, que vivan en unanimidad de sentido, y con la verdad, con mi verdad, no vivirían”.

Todo eso dice Don Manuel. En fin, la intención es loable, pero es un error y una injusticia ocultar la verdad por espantosa que esta sea.
 
A nosotros nos tapan la crisis, el paro, la miseria, las guerras, la realidad al fin y al cabo, básicamente con el fútbol. No encontrarán a nadie que sea mayor defensor del deporte que quien les escribe, pero lo del fútbol ya me parece excesivo. Y ahora para colmo la LFP ha aprobado que haya al menos un partido de fútbol todos los días (quedaban "libres" el lunes y el viernes, pero ya no). Opio en estado puro.
 
Y no voy a meterme con CR9, quien no obstante no es sino el monstruo que otros han creado. El caso es que si cualquiera de nosotros tuviera poco más de 20 años y en los últimos cinco no hubiera escuchado a su alrededor otro elenco de frases diferente de las relacionadas con lo bueno, lo guapo, lo rico y lo estupendo que uno es, seguramente seríamos así de cretinos (“Cristiano, ¿a quién le dedicas el gol?”- “A mí mismo”…). Aunque cierto es que siempre hay otra opción. Nada tienen que ver con CR9 los humildes Nadal, Gasol (PG16, está de moda esto), o, sin salir de su equipo, Raúl y Casillas.
 
Pero antes que criticar a CR9 lo haría a su Presidente Florentino, y a los Bancos que le “dejaron” 100 millones de euros para firmar al astro mientras el ciudadano de a pie tiene el grifo de los préstamos completamente cerrado, teóricamente por la crisis. ¿No había un mejor destino para ese dinero? He aquí un buen tema para hablar, y no muy alejado del fútbol por cierto.
 
Pero el pueblo, bajo los efectos del opio, habla sobre todo de fútbol. Luego, ciertamente, también habla de política y de otros temas de actualidad, e incluso se enerva haciéndolo, pero vamos, desde una óptica siempre futbolística (somos tan fieles a un partido político como a un equipo de fútbol, “nuestros colores” en definitiva), y desde la necedad que supone opinar y discutir sobre temas de los que no se sabe absolutamente nada. La realidad sigue oculta, pero extraemos de ella goteos puntuales completamente tergiversados.
 
En fin, acabó la semana del codazo de CR9. Ahora estamos en la del taconazo de Guti. La próxima será, quién sabe, la del análisis de orina de David Beckham… Tanto da. Opio al fin y al cabo…
 
P.D.: «Opio… Opio, sí. Démosle opio (al pueblo), y que duerma y que sueñe. Yo mismo con esta mi loca actividad me estoy administrando opio. Y no logro dormir bien y menos soñar bien»

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Secretario de la Administración Local, categoría superior. Máster en Nuevas Tecnologías aplicadas a la Administración Pública. Máster en Planificación estratégica. Secretario General del Ayuntamiento de Alzira. Vicepresidente responsable de Nuevas Tecnologías del Consejo General de COSITAL. Miembro del equipo técnico de las Comisiones de Modernización, Participación Ciudadana y Calidad; y de la Sociedad de la Información y NNTT de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Vocal de UDITE (Federación Europea de Jefes Ejecutivos de Gobiernos Locales). Miembro de la RECI (Red Española de Ciudades Inteligentes). Miembro del Grupo de Trabajo del Comité Sectorial para el Documento, Expediente y Archivos Electrónicos de la Administración General del Estado. Autor de numerosas publicaciones. Medalla de la Vila del municipio de Picanya (Valencia). Premio al innovador público del año 2015. Premio NovaGob Excelencia 2015 al mejor Blog (Nosoloaytos).

8 Comentarios

  1. Muy interesante entrada, Víctor. Lo que nos rodea no es precisamente el mundo feliz. Pero el fútbol, por su capacidad de penetración, es un arma muy poderosa, y eso lo saben quienes mandan. La reciente película de Eastwood, Invictus, es un ejemplo, de cómo utilizar el deporte para fines políticos (o económicos, etc), si bien aquí se ofrece desde el lado positivo, y endulzado, la unión de un país.

  2. Lo peor en España no son los abusos (esos los puede haber en cualquier parte), sino los usos. Es decir: lo que hace la gente española por costumbre habitualmente y lo tiene por normal, como por ejemplo: no desayunar o desayunar mal, no estudiar o estudiar mal, no leer o leer mal, no trabajar o trabajar mal, no investigar algo cuando se duda de ello, despreciar al que no entiende o al que no se le parece, ir a misa todas las semanas y no ir nunca a la Biblioteca, interesarse mucho por el Fútbol y por las Corridas de toros y no por los animales que realmente somos, creer que la política es cosa de unos cuantos y no algo de todos nosotros, considerar que el Estado debe hacerlo todo y la Sociedad nada, confundir el Orden con el autoritarismo, creer que las mentiras protegen, ayudan y mejoran a la gente, cuando en realidad son las muletas en las que se apoya la barbarie, etc, etc, etc.

  3. Como buen romántico, me quedo con el poema «invictus» de Henley que leí antes de ponerse de moda y con la proeza humanista de Nelson Mandela.

  4. «INVICTUS» 1875, WILLIAM ERNEST HENLEY (1849-1903)
     
    En la noche que me cubre,
    tenebrosa como el abismo de punta a punta,
    doy gracias a cualesquiera dioses que pueda haber
    por mi alma inconquistable.
     
    Al caer en la trampa de las circunstancias, no he gemido ni he gritado.
    Bajo lo golpes de la fortuna
    tengo la cabeza ensangrentada pero erguida.
     
    No importa cuán estrecho sea el portal
    cuán cargado con castigos el edicto,
    soy el Amo de mi destino
    soy el Capitán de mi alma.

    INVICTUS (HENLEY)

    «En la noche que me cubre
    negra como un pozo abominable,
    yo agradezco al dios que sea
    por mi espíritu inconquistable.

    Atrapado en los avatares del lugar
    no he gemido ni llorado.
    Ante las puñaladas que me deparó el azar,
    mi cabeza sangra pero no me he postrado.

    Mas allá de este lugar de furia y de lágrimas
    me acosan las sombras con terror.
    Pero tantos años de amenazas
    me encuentran sin miedo.

    No importa cuán estrecha sea la puerta
    ni cuantas culpas me acumulen.
    Soy el Amo de mi destino
    y el Guía de mi alma»

    INVENCIBLE (Henley)

    Más allá de la noche que me cubre
    negra como el abismo insondable,
    doy gracias a los dioses que pudieran existir
    por mi alma inconquistable.

    En las azarosas garras de las circunstancias
    nunca me he lamentado ni he llorado.
    Sometido a los golpes del destino
    mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

    Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
    donde yace el Horror de la Sombra, incluso
    la amenaza de los años
    me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

    No importa cuán estrecho sea el portal,
    cuán cargada de castigos la sentencia,
    soy el Dueño de mi destino,
    soy el Capitán de mi alma.

  5. No quiero ser «pelota», adulador, ni empalagoso…pero sr. Gzlez. Benito, aparte de sus clarificadores y honestos análisis, debo agradecerle el darme a conocer este sublime poema,canto de libertad y de dignidad, que, debo admitir mi ignorancia, desconocía…

  6. Buenos días. Sobre el pan y circo «opio» ya se ha dicho bastante, y de esto como que sea el Fútbol, también.
    Sin embargo, no puedo por menos que discrepar de algunos comentarios respecto de la obra de Unamuno. Hace mucho tiempo que no la releo y de la memoria no puedo presumir, pero afirmar que el bueno de Don Manuel no tenía fe, desde luego me resulta ciertamente increíble, si algien pudiera decirme que es la fe, quizás tendría que decir que no tenía, pero yo creo, es mi humilde crencia, sin dogma de fe, que eso no era así, lo que tenía eran dudas, dudas hasta de sus dudas, pero no creo que su intención era engañar a nadie, él creía en lo que hacía, y pese a sus dudas nunca hizo que las mismas pudieran hacer dudar a los demás, sino que aprendió a vivir con ellas y a tener fe, fe en lo que hacía y decía. Nunca lo ví como un hipócrita mentiroso, sino como un buen hombre cuya vocación inicial con el paso de los años se le turbó en dudas, pero esas dudas no solo le aparecieron a él, nos aparecen a todos o al menos a algunos, y no solo en la religión, también en la política y aquí las dudas no son tales, se sabe la mentira y la hipocresía y eso si que me parece peligroso. En fin no he podido resistirme a hacer este comentario y espero no haber ofendido a nadie, no fue ni es mi intención y espero que nunca lo sea.

  7. Porque a lo mejor averigua que la Religión ha convertido un absurdo (la existencia de Dios) en algo sagrado, y algo sagrado (la existencia del hombre) en una mierda; por infantilizar su «Yo» ético (Salman Rushdie) y por sacrificarle en aras de lo que no existe, pero beneficia mucho a los canallas que sí existen (Reyes, Tiranos, Oligarcas, Clérigos, Plutócratas y demás parásitos sociales).

    Si en el Mundo existe infinita crueldad, o Dios no existe o es impotente o es el ente más perverso del Universo, y por tanto nada perfecto y nada Dios.

    Espero haber ofendido con mis comentarios a todos los ignorantes e impostores, pues ha sido mi intención y espero que siempre lo sea.

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