Ahora es el momento del gran transformación. Algo está a punto de suceder en la administración.

Si por algo nos caracterizamos precisamente los servidores públicos es por aguantar carros y carretas sin rechistar. Hemos aguantado cuando han tocado recortes brutales en nuestras retribuciones para “contener el gasto público”; hemos aguantado sin rechistar a ese ciudadano que ha venido a llamar a nuestra puerta sistemáticamente para preguntarnos “cómo estaba lo mío” y, finalmente, hemos aguantado a unos políticos que, lejos de querer comprometer sus carreras tomando decisiones valientes, nos han estado paralizando proyectos trascendentales para dar un nuevo aire a esta Administración que lucha por no quedarse atrás. Porque la sensación es esa, la de estar perdiendo un tren que nunca más volvería a pasar.

Tenemos, además, el enorme reto como país de no acabar de creernos precisamente eso, que somos todos lo mismo – aunque con diferencias significativas que enriquecen sin duda el conjunto – y que si sumamos esfuerzos llegaremos bastante más lejos y más rápido de lo que nos imaginamos. Ya lo dice siempre mi buena amiga Ana Báez al referirse al proverbio árabe de “si quieres llegar rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”.

Sin embargo, y a pesar de todas estas limitaciones, tenemos una oportunidad magnífica para cambiar las cosas justo ahora, pero no tanto porque la clase política haya bajado la guardia y nos deje hacer, sino porque ha llegado la hora de salir a pescar, y a río revuelto, ganancia de pescadores. Me explico.

Veréis, ha llegado nuestra hora porque este escenario de incertidumbre requiere de experiencia y método, necesita de buenos profesionales que lleven ya muchos años en las trincheras esperando el momento de salir a la primera línea de fuego. Vosotros, todos los que estamos hoy aquí, los que congreso tras congreso habéis demostrado al enseñarnos vuestros casos de éxito, vuestros pilotos y buenas prácticas que sí se puede avanzar a pesar de las dificultades, que sabéis cómo hacerlo y que no tenéis miedo al cambio porque sois vosotros precisamente los que lo promovéis desde dentro, conscientes de que en ocasiones eso puede ser un suicidio profesional, pero con un sentido de la responsabilidad enorme que os hace pensar siempre en lo mejor para el servicio público.

Sois, somos, pescadores en ríos revueltos, atentos siempre al último Real Decreto Ley, con la mirada puesta en ese futuro incierto pero esperanzador, con un horizonte ahora puesto en 2030, pero con las luces largas encendidas para ver incluso más allá de los tremendos desafíos que nos deparan los próximos años.

Lo hemos estado haciendo hasta ahora y pocas veces se nos ha tomado en serio; lo hemos dicho mil veces, pero tampoco se nos ha escuchado demasiado; hemos aportado soluciones, generado nuevas ideas, impulsado proyectos transformadores, pero hemos tenido escaso impacto. Pero eso ha cambiado ya. El río está cada vez más revuelto y los servidores públicos salen a pescar. Ha llegado la hora de que demostremos a todo el mundo que la verdadera reconstrucción en este país empieza por el sector público, que somos el motor del cambio y que sabemos cómo hacerlo. Solo necesitamos dos cosas; creérnoslo y no creérnoslo demasiado.

Me dejaréis que finalmente haga un guiño a mis opositores, a esos futuros empleados públicos que cada día me preguntan qué se van a encontrar cuando aprueben. Y en este punto necesito que todos seamos conscientes que desde ahí afuera nos miran, están pendientes de nosotros, porque somos el espejo de muchas personas que aun sin saberlo – casi como nosotros cuando empezamos – encierran a un empleado público con una enorme vocación de servicio. Por eso es importante que miremos hacia adelante pero también miremos hacia afuera, preocupados por explicar qué estamos haciendo y porqué lo estamos haciendo, porque el mensaje que entre todos damos es el que construye el verdadero relato de nuestras Administraciones, más allá de estereotipos y clichés que no por ser malintencionados tienen menos razón que un santo.

Como nos gusta decir a los politólogos, se abre una enorme ventana de oportunidades para todos nosotros. Seamos consientes también de esta enorme responsabilidad pero que no nos tiemble el pulso cuando hablemos con el político, cuando nos dirijamos a los ciudadanos y cuando reclamemos nuestros derechos. Nosotros hemos elegido estar hoy aquí por algo y eso, ahora, se tiene que notar.

4 Comentarios

  1. Como se nota que no ha trabajado Vd. ni un minuto en la empresa privada, si hubieera trabajado no diría lo que está diciendo, yo nunca he visto una empresa privada que cuantos más ordenadores cada vez más rápidos y eficientes metan a más personal, de la empresa privada de donde yo procedo el día que metieron el primer ordenador sin disco duro y con dos discos flexibles uno para arrancar y el otro con los programas ya de 100 que estabamos quedamos 80 ahora creo que quedan 6 y Vds. con el pie cambiado a mantener más personal, tenemos un país que a un funcionario no se le puede echar a la calle haga lo que haga, en la empresa privada a la calle en un plis,plas, tenemos casi 4 millones entre funcionarios los colocados, si cree Vd. que esto puede durar mucho tiempo, yo creo que no.

  2. Un comentario totalmente absurdo, no se tiene el suficiente conocimiento de los grandes retos existentes en la iniciativa pública, existen debilidades, por supuesto y también las hay en la iniciativa privada. Considero que es de alta relevancia disponer de suficientes fundamentos antes de emitir una opinión. Antes de ser servidor púbico, he trabajo por más de diez años en la iniciativa privada, sí conozco el sector.

Dejar respuesta

Información básica de protección de datos. Responsable del tratamiento: Fundación esPublico. Finalidad: permitir la publicación de comentarios a los artículos del blog. Base jurídica: consentimiento que se entenderá otorgado al pulsar el botón "Publicar comentario". Destinatarios: público en general, la información que introduzca en el formulario será visible por todos los visitantes del blog. Ejercicio de derechos: de acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación y portabilidad a través de dpd@espublico.com o en la dirección postal del responsable del tratamiento. Más información: Política de privacidad