La historia se repite. Realmente no sigo mucho los concursos de funcionarios con habilitación estatal que se van publicando sucesivamente en los boletines oficiales de nuestras diecisiete autonomías, pero como estoy suscrito a servicios de alertas automatizados, me llegó, entre otros, el concurso ordinario de funcionarios con habilitación estatal de Aragón que se publica en el Boletín Oficial de Aragón del día 2 de junio. Unos días más tarde he visto el de la Comunidad Valenciana, En Aragón apenas se convocan a concurso ordinario unas diez plazas y volvemos, al menos en un par de casos, a las hazañas del Barón de Münchausen. En el caso de la Comunidad Valenciana, salen más plazas y también en varias de ellas hay aspectos de lo más pintorescos o increíbles. No he leído los baremos de otras comunidades, supongo que habrá méritos parecidos porque la estadística no falla.

Ante la lectura de los méritos, en un principio tenía previsto aquí hacer una breve enumeración y análisis de los aprobados para algunas plazas, de hecho tenía escritas ya unas notas. Pero he decidido dejarlo estar, cualquiera que lea los baremos, si tiene interés, podrá sacar de inmediato conclusiones, por lo que no merece la pena hacer una exégesis de lo evidente. Además no personalizaré, lo que me evitará ciertamente algún disgusto.

La cuestión es que hoy por hoy, aun siguen aprobándose en numerosos Ayuntamientos y permitiéndose por las instituciones autonómicas y estatales y por el personal en general, la existencia de reservas de plazas o concursos ad hominem en los concursos para habilitados estatales. Es un hecho. Pero ¿por qué ocurre esto?

El análisis más revelador y plausible es quizás el que se puede hacer desde el punto de vista antropológico. Desde este aspecto se comprende perfectamente que todo ser viviente necesita un nicho de supervivencia, entendido como un espacio vital de obtención de recursos naturales o de otro tipo que podamos explotar y que nos permitan vivir-sobrevivir.

La tribu de los yanomamis (Selva del Amazonas) está compuesta por numerosos grupos y muy dispersos, grupos que casi nunca pasan de los doscientos individuos. Ocupan un espacio en la selva que les permite vivir de la caza existente en el  entorno, de algunos cultivos y de la recolección de determinadas plantas. Cuando ese espacio vital no da más de sí, se trasladan a otro, de tal manera que la selva se regenera de forma natural y empieza el ciclo de nuevo. Uno de los elementos fundamentales en la cultura primitiva es el control de la población, que tiene por objeto adecuar los recursos al número de personas que puede soportar el lugar. Algunos aspectos de las sociedades primitivas son trasladables a la sociedad actual. Al fin y al cabo, vivimos en una sociedad competitiva, el mero hecho de vivir es una apuesta competitiva en la que cada individuo busca su espacio vital a costa de lo que sea.

Dicho todo esto, hemos de reconocer que en un momento determinado, la creación de la organización, del Estado, supone una superación de la lucha del todos contra todos. De manera que como si se tratase de una película del Oeste, poco a poco se va imponiendo el orden en el far west empezamos a dejar nuestras armas a la entrada del pueblo. Una primera razón es la coactiva, así nos lo imponen los ayudantes del sheriff, pero una segunda razón es la aceptación general de que es bueno que la sociedad sea la que nos proteja y no nos tengamos que proteger cada uno a nosotros mismos. Aceptamos no autodefendernos físicamente porque hay alguien que lo hará por nosotros, renunciamos a la violencia del ojo por ojo y además detraemos una buena parte de los recursos económicos propios para pagar a un tercero (el Estado en sentido amplio) para que nos proteja mediante el ejercicio del monopolio de la violencia. Cambiamos renuncia a la violencia por civilización. Por razones coactivas y por convencimiento propio.

Es lógico pensar que desde el punto de vista biológico y antropológico, naturalmente, cada cual tiene que buscarse los garbanzos como pueda. Ahora bien, hemos aceptado el concepto de civilización para que nadie traspase unos límites determinados, confiando a la organización el establecimiento de unas normas de juego comunes para todos, de tal forma que exista cierta deportividad en el sentido de la aceptación de normas de convivencia. Dicho de otro modo, aceptamos que las normas de acceso y provisión al empleo público son  el mérito, capacidad, objetividad, publicidad e igualdad. Por ello, cuando quiebran estos principios, alguien debería tomar cartas en el asunto. Ese alguien es la organización en sentido amplio, en este caso, [debería ser] la Comunidad Autónoma, la Delegación del Gobierno, el Colegio de Secretarios, el Sindicato Equis o la Asociación Zeta. Porque de otra forma esa indispensable construcción diaria que es el Estado de Derecho, un gran castillo de naipes al fin y al cabo, se viene abajo. Si se permite para uno, el de más allá hará lo mismo puesto que el primero no ha cumplido las normas y perjudica al segundo y así sucesivamente. Los garbanzos ante todo. Las reacciones se producirán en cascada. De hecho ya fue así desde que se estableció el sistema de baremos específicos. Un sistema que si se hubiese usado bien hubiese sido útil, pero un sistema que se ha usado y se sigue usando de una forma espuria. Dios me libre de ir contra la autonomía local, ciertamente los Ayuntamientos tienen sus peculiaridades y –teóricamente- se considera que el candidato debe tener unos conocimientos previos necesarios o al menos convenientes para “gestionar” peculiaridades. Pero dejémonos de tapujos, seguimos como siempre. Sólo falta decir que se darán puntos si el apellido del candidato empieza por X y acaba por Y, preferentemente de ojos verdes o a rayas y soltero/a y sin compromiso.

No echemos por otra parte la culpa sólo a los políticos locales ni al sistema. Echémonos la culpa a nosotros mismos. Aunque todo esto me plantea otra lista de dudas… Defender el interés colectivo en el fondo es defenderse a sí mismo, es política preventiva, es reclamar que funcione el sistema porque nadie desea o no nos vemos capaces –quizás- de “volver a las armas”.

Una vez conseguido el objetivo –el nicho de supervivencia- nos olvidaremos de todo y pretenderemos ser más papistas que el papa, los más legales del mundo en nuestras tareas diarias y magnificaremos la paja en el ojo ajeno sin querer ver la viga en el propio. Como se suele decir es “para hacérselo mirar”. Conste que este comentario está escrito en primera persona del plural.

Aunque es manido y ya muy conocido recordemos el viejo y clásico poema atribuido a Bertolt Brecht (aunque otros dicen que es del teólogo alemán Martin Niemöller). Una de las versiones que circulan por ahí es la siguiente:

“Primero se llevaron a los comunistas, pero a mí no me importó porque yo no era. En seguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó, porque yo tampoco era. Después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó, porque yo no soy sindicalista. Luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó. Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde

4 Comentarios

  1. Extraordinario, es una auténtica vergüeza los baremos específicos, consentidos por la propia Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas. De verdad, lamentable y vergonzoso. Solo falta poner en los baremos el nombre, apellidos, DNI, idelogia, religión, sexo, etc. ¡Viva el Estado de Derecho que tenemos! Debería avergonzarnos estas situaciones. Así nos va. ¡Genial, compañero Ignacio!

  2. El asunto de los concursos ordinarios y las libres designaciones es nuestro talón de aquiles. Nunca se debió aceptar este sistema. En cualquier caso, dudo que en la mayoría de los casos de «superespecíficos», estos méritos hayan sido debidamente añadidos en las Relaciones de Puestos de Trabajo conforme obliga el art 17.1. . ¿Incluye el expediente de convocatoria la certificación de que constan en las RPT?. Todos somos cómplices de esta vergonzosa práctica.

  3. Considero un excelente aporte el articulo, es muy importante la administracion financiera tanto en el sector empresarial como personal, para efectivizar la gestion de nuestra economia, estas sugerencias me servira para mi proyecto de la carrera de Administracion bancaria que estoy frecuentando. Gracias por el aporte y esperare con paciencia otros tips. Saludos.

  4. También se da el fenómeno de individuos que como no les quieren en ningún sitio porque no dan palo al agua, dejan los ayuntamientos con las cuentas pendientes de aprobar desde los tiempos de Adan y Eva y van saltando de plaza en plaza. Este tipo de elementos fastidian a compañeros que solo buscan un poco de estabilidad y continuidad en el trabajo que empiezan y otean cada año los concursos unitarios en busca de su nueva presa. ¿O acaso los concursos unitarios respetan el mérito y capacidad? ¿es realmente mas meritorio el mero transcurso de los años que la actitud responsable y trabajadora? el problema está en como se mide esta última.

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