Cuestión de confianza (I) FHN

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Quizás el título de este post puede resultar equívoco. No, no va esta digresión de la facultad constitucional que tiene un presidente de gobierno cuando está en apuros para seguir en su poltrona. El tema del que pretendo opinar es de la imperiosa necesidad de cambiar el paradigma de desconfianza de los ciudadanos en la Administración. Nótese que no me refiero al gobierno en este caso –en el que obviamente, y en las actuales circunstancias nadie puede confiar, me refiero a la administración en sí misma. Anecdóticamente, en las encuestas los ciudadanos siguen considerando como segundo, tercer o cuarto (va variando) problema más grave del país, a los políticos, ¡cuando éstos debieran ser quienes resuelven los problemas…! Los bomberos y los policías están magníficamente considerados, quizás porque siempre están ahí dispuestos 24 horas a jugarse el tipo por ti. Los políticos –por no denostar a toda la clase, diré que algunos muchos-  están 24 sur 365 para medrar, servirse del ciudadano, conspirar y encontrar puertas giratorias encontradas tras su trayectoria, si se van.

I. Interinos. El caso de los Funcionarios con habilitación de carácter nacional (FHN).

El caso es que el asunto del que quisiera escribir unos pequeños apuntes se refiere a los FHN. Cualquiera que esté en el mundillo de la administración local y en las redes, puede comprobar que es un tema candente y que se agrava cada día. Debo indicar como premisa y para que no haya equívocos,  que las consideraciones que se aquí se formulan no pretenden ser un panegírico a favor de los interinos ni mucho menos, sino una ocasión de dar voz a los mismos y hacer una reflexión en voz alta, de las situaciones tan ridículas que vivimos. Sería mi última intención molestar  a nadie. Pero es necesario abrir un debate público que se aparte del mero deber ser y de lo políticamente correcto.

Todo esto viene a propósito de la polémica que se ha suscitado estos días en el Congreso, en prensa y en las redes con los interinos, un amplio colectivo de personas trabajadoras que está ahí y que ha entrado en la profesión de FHN  de diversos modos: una veces con pruebas teórico-prácticas, otras con pruebas y superación de cursos y posgrados e inclusión en bolsas, a veces mediante presentación y valoración de currículums y desgraciadamente, aun en determinados pero ya pocos casos (la parte suele descalificar al todo), quizás porque el aspirante era amigo de Fulano Tarúguez, Jefe de Papeleras y Bics del Departamento de Resiliencia y Circularidad,  o Mengano Zutánez Superintendente de Desorganización y Reavivamiento Sinérgico. O como dice el chiste, quizás porque venía a recargar la máquina expendedora de café y ya total, se quedó, sin saber muy bien cómo ni por qué, en una de las mesas que a menudo están vacías.

Los interinos son una realidad y mirar para otra parte es ridículo. Un Estado tan intervencionista, tan paternalista, tan garantista, y tan acongojado por las responsabilidades a la par que paradójicamente tan prepotente, necesita personas para ejercer las típicas actividades administrativas de fe pública, asesoramiento legal preceptivo, fiscalización económica y por supuesto, de policía y de servicio público. Y como todo pecador ha de cumplir su penitencia, resulta que ese propio estado garantista, ha impedido que se reclute al personal necesario en forma rápida, transparente, eficaz y eficiente debido a normas de limitación, de estabilidad y contención presupuestarias y por qué no decirlo, también de desidia. Nuestra sociedad está sobreprotegida; en España  nadie es responsable de nada, siempre hay un culpable que no hizo, no miró, no exigió etc. y para intervenir tanto, proteger tanto y prestar tantos servicios, se necesitan personas -por el momento-. Ya vendrán los robots, no tardarán.

Por eso, cuando existe un problema, hay que analizarlo, ver las posibilidades de acción para solventarlo y después ejecutar la decisión que se tome. Por referirnos al caso más palmario pero extraño porque interviene más de una administración,  y que afecta a muchas personas que leen este Blog: en la actualidad parece que hay más de 3.300 vacantes de FHN en la subescala de Secretaría-Intervención. Y el Estado convoca hace escasos días (OEP de 2021, publicada el 28/7/2021), 204 plazas. Si tenemos en cuenta las bajas por jubilación, aburrimiento, incapacidad sobrevenida, fallecimientos o excedencias sobrepasadas, seguro que hay más bajas que plazas se convocan. ¿Por qué? ¿Esto es de recibo? ¿A quién hay que poner a caer de un burro? ¿Es esto una política de recursos humanos o es un churro con perdón? ¡Si son puestos que luego ni siquiera paga la Administración del Estado, los pagan las entidades locales!  Ah, es posible que sea un lío para el INAP y no quiera  las complicaciones que se derivan de una convocatoria masiva. Lo que es cierto, es que es verdaderamente irritante.

Mientras tanto, un porcentaje muy alto de interinos están sacando sus pueblos adelante, pueblos a los que con mucha probabilidad no va a querer ir ninguno de los 204 que aprueben. O van a ir para tomar posesión e irse a otra parte rápidamente mediante una comisión de servicios o un nombramiento provisional, sic transit gloria mundi. Y así, el interino que lleva quizás cinco, doce o más años dando el callo, implicado, estudiando y solventando los problemas municipales, quizás tiene que botar con “b” ante la ocurrencia de ir de un FHN de oposición, que, con todo derecho, ve en Google Maps dónde está Villaboniato del Romeral y quiere disfrutar del monte desde una romántica visión de adolescente, que se desvanecerá en poco tiempo ante la dureza del día a día del páramo, la soledad y la vacuidad, no sólo de habitantes sino existencial. En poco tiempo la claustrofobia o la angustia como la del protagonista de San Manuel Bueno le atacará y se dará cuenta de que necesita el anonimato de la ciudad y las aglomeraciones de El Tajo Escocés. Nango y Xara.

Y el Alcalde se quedará con un palmo de narices, “contento…” Ve que el  interino se tiene que ir, que viene un profesional de oposición, pero pronto se dará cuenta también de que no va a durar y sabe que se va a ir los quince días. Y si el interino ha conseguido lograr un sueldecillo medianamente digno y un auxiliar administrativo que le eche una mano, puede que el de carrera quiera hasta quedarse una temporadilla a disfrutar el aire de la montaña hasta que se le pase la vena romántica, azuzado por los mosquitos y el olor a granja. Ergo el interino intenta ser un poco autoexplotarse para que no haya espontáneos interesados Véase el revelador librito del filósofo alemán de origen coreano Byung-Chul Han “La sociedad del cansancio”, Tal y como recuerda,

«La sociedad de trabajo y rendimiento no es ninguna sociedad libre. Produce nuevas obligaciones. La dialéctica del amo y el esclavo no conduce finalmente a aquella sociedad en la que todo aquel que sea apto para el ocio es un ser libre, sino más bien a una sociedad del trabajo, en la que el amo mismo se ha convertido en esclavo del trabajo. En esta sociedad de obligación, cada cual lleva consigo su campo de trabajos forzados. Y lo particular de este último consiste en que allí se es prisionero y celador, víctima y verdugo, a la vez. Así, uno se explota a sí mismo, haciendo posible la explotación sin dominio». ​

Así, el interino no pide mucho, y no busca ayudas quizás tampoco, para que la plaza no sea atractiva a ingenuos idealistas de la romántica ruralandia. Pasar desapercibido se llama. Como en la mili, el que habla, imaginaria. Esta es la realidad, se quiera ver como se quiera.

Sí, esta situación no es de recibo. Porque por otra parte existe una patente sensación de superioridad de los FHN de carrera frente a los interinos;  en el fondo existe un resquemor hacia los interinos a los que se les ve de algún modo intrusos  que no han superado el duro proceso de una oposición.  Los interinos no se colegian, pero porque el Colegio no tiene mucho interés en hacerlo; o al menos se hace el remolón. Interinos y funcionarios de carrera tienen grupos de whatsapp y telegram diferentes, pertenecen sorprendentemente a mundos distintos, cuando en realidad todos son funcionarios, unos de carrera y otros interinos. Paradójico sería pensar que el Colegio de Médicos escondiera la cabeza bajo el ala y pretendiera no colegiar a los médicos interinos del sistema público sanitario y se relacionaran por una parte los que tienen plaza fija y por otra parte los interinos (¿o no?). Supongo que sería demasiada deportividad intentar recoger a los interinos del mundo rural bajo el manto del Colegio y desde allí crear una Comisión de Estudio y de apoyo para la resolución definitiva de la cobertura de plazas y la precariedad.

II. Causas. Interinos. El caso de los FHN

¿Por qué hay tantos FHN interinos? ¿No hay ganas de estudiar? ¿El interino es un espontáneo-muletilla que aterriza en una entidad local y que trastabilla la carrera y la movilidad de los funcionarios de carrera? Obviamente las causas de la existencia de tanta vacante son muy diversas.

A) Falta de oposiciones

El interino no es culpable al cien por cien de su situación. Si bien en unos casos sí que es así en una parte, porque es como si algunos no desearan estudiar (téngase en cuenta asimismo el poco tiempo que el trabajo puede dejar), por otra parte sufren la falta de convocatorias de suficientes plazas, lo que provoca poca ilusión de presentarse para sacar las oposiciones. A esto hay que añadir que los interinos están en el far west municipal, nunca mejor dicho, solos ante el peligro dado que apenas cuentan con ayudas y eso les obliga en muchos casos a trabajar igual o más que los funcionarios de carrera, porque están además sometidos de un modo más intenso al escrutinio de los políticos locales; lo que quiere –como queremos todos-  es paz. Así que el tiempo de estudio es con mucha frecuencia muy escaso. Pregúntesele a un FHN, sea interino o de carrera, que lleve dos o tres años en el puesto en un municipio de 500 habitantes cómo le sube la tensión y se le aceleran las pulsaciones ante la inminencia de un pleno. ¿Por qué? ¿No es el alcalde quien dirige y quien debe ser controlado? No, en el fondo aunque cada pleno es una interpelación de la gestión al alcalde, en la realidad se convierte en una interpelación al Secretario. El alcalde en ocasiones, en vez de contestar al interpelante, mira en mitad del pleno al Secretario sin demasiados remilgos  y le reformula la cuestión. Y éste saca las castañas del fuego como puede. Glup, el mundo al revés. La cuestión es que el FHN de carrera está también alterado e interpelado, pero se siente seguro, mientras el interino ve alterado su sistema nervioso porque se le añade la circunstancia de la inestabilidad en el empleo; al fin, es interino, es contingente por tanto.

La Administración no convoca plazas o son obviamente insuficientes, ya hemos indicado, este año convoca 204 para 3.300 vacantes. . Las funciones del FHN en un Ayuntamiento son esenciales y si no, no hay Ayuntamiento; así que el Estado podría ir aclarándose en vez de mirar a otra parte. Sí, existen 3.300 plazas y se convocan sólo 204, algo más que el 6%. Algún alto responsable ministerial debería dar alguna explicación. Porque es obvio que los interinos, ante esta conducta omisiva, son necesarios si se quiere que haya entidades locales.

B) Zancadillas legales

Hasta ahora podrían escudarse en zancadillas legales, por otro lado debidas a una obvia mala interpretación de las normas. Desde 2012, con la Ley de Estabilidad Presupuestaria, se ha atado muy corto a la administración local (me refiero al personal en general) con el asunto de la reposición y/o contratación de personal. Nunca comprendí cómo no se permitía por el Gobierno. De hecho las subdelegaciones de gobierno llegaban a requerir a las entidades locales las OEP y las Bases y convocatorias que intentaron cubrir las plazas que existían en cada Ayuntamiento. Si se jubila un administrativo, obviamente se necesitaba otro que cubriese las funciones. Sin posibilidad de cubrir de otro modo, allá que te va, acababa viniendo un interino y salga el sol por Antequera. Vergonzoso ha sido por otra parte que el Estado y CCAA hagan de su capa un sayo y hayan reprimido continuamente a los Ayuntamientos, únicas administraciones cumplidoras, sin reconocer la viga en su propio ojo.

C) Cuestiones psicológicas.

Sí, ahora ya se pueden convocar. Pero es tal el cúmulo de plazas que los procesos selectivos, siendo tan complejos por necesidad se demoran. Al responsable le da como una gran pereza, convocar oposiciones y se va dejando y dejando… Sí ahora ya se puede. Pero el factor a analizar en este caso es que estructural y sociológicamente son muy complicados los procesos selectivos. Tengamos en cuenta el fárrago… En una Administración hay que aprobar la plantilla junto con el Presupuesto, publicar, resolver, aprobar la OEP, publicar y resolver,  aprobar las bases, publicar y resolver,  aprobar la convocatoria, publicar y resolver, nombrar los miembros de los tribunales, notificarles, preparar espacios adecuados, preparar pruebas, resolver recursos, pagar dietas… todo ello antes de que el ciudadano elegido se incorpore a su puesto. Y quién puede dudar de que esto es un problema.

Porque un sistema tan sumamente garantista lo hace lento, fastidioso y además, no asegura la elección del mejor candidato ni mucho menos. El sistema se basa en la desconfianza: un denodado intento de objetivar. Aunque es tema de otro debate, ¿de verdad se escoge al mejor con el actual sistema de oposiciones? En mi opinión, no. ¿Quién no conoce a esa persona superbrillante por memoria y razonamiento pero que carece total y absolutamente de empatía y de habilidades sociales mínimas? El problema es cómo valorar al mejor.

Cuestión de confianza (II) FHN

2 Comentarios

  1. Muy buen artículo, Sr.Pérez Sarrión. Como joven opositor (23 años) a FHN, me alegra ver que alguien pone el acento en las oposiciones para el ingreso al Cuerpo de Habilitados Nacionales. Yo, que soy lo que se dice «urbanita», a veces, me pregunto cómo me encontraré en un puesto de Secretaría-Intervención. Me imagino que habrá de todo. Por eso, hay que intentar Secretaría, categoría de entrada, aunque por el número de plazas (15) sea más difícil. Un saludo.

  2. Hola Ignacio, muy de acuerdo con su análisis de la situación actual del cuerpo de FHCN. Sorprendentemente coincidimos en muchos puntos y más de una referencia, además de en la visión del asunto. Deseoso estoy ya de leer la segunda parte.

    Sigo desde hace tiempo sus artículos y me gustaron especialmente el de la pescadilla autófaga y el de hombre orquesta (en el cual me quedé sorprendido de la cantidad de cosas que puede lograr hacer en una sola mañana).

    ¡Nos leemos!

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