Leo una de esas noticias que a uno le ponen los pelos de punta. El Diario de Navarra (se hacen eco otros periódicos) informa que ha sido absuelto un padre del posible delito de maltrato a su hija de trece años cuando se la llevó a la fuerza de una plaza para que no bebiera. La misma se encontraba bajo los efectos del alcohol" y desobedeció la orden de irse a casa, y al resistirse se lesionó”.
La parte positiva de la noticia es que afortunadamente esta vez hemos topado con una juez que ha aplicado el sentido común al considerar que es obligación de los padres proteger a los hijos, incluso contra ellos mismos".Lo grave de la noticia, la parte negativa, es que el asunto haya llegado a los tribunales en virtud de la denuncia que la propia hija formuló contra el padre y que además, el Fiscal, pidiese para el padre 7 meses de prisión y la acusación particular, ejercida por la propia hija, 8 meses. Se pedía también la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de la menor. La cuestión es que el padre, según afirma la sentencia "le agarró de las axilas llevándosela prácticamente en volandas hasta su vehículo”, pero no la pudo meter en el mismo por la resistencia de la hija. Finalmente llamó a su madre, de la que se encuentra separado, que acudió para llevársela a casa. Al día siguiente, la chica presentaba hematomas en la zona de las axilas.” La juez ha absuelto al padre al considerar que"No se puede deducir que la actitud del padre es excesiva y merecedora de reproche penal. Al contrario, es obligación de los padres proteger a los hijos, incluso contra ellos mismos". Aclara que “el padre "no tuvo intención de dañar, ni siquiera de realizar ningún castigo físico" a su hija: "Él sólo quería llevársela porque estaba muy preocupado”.
Me pregunto en qué situación estamos en este país cuando el Fiscal, a la vista del sumario que se instruyese, no valoró racionalmente en su momento la situación y retiró la acusación pidiendo el sobreseimiento del caso. Parece mentira que el Fiscal no tenga mejores cosas que hacer.
Y hay que preguntarse también cómo es posible que los hechos ocurriesen el 5 de octubre de 2007, y se haya juzgado dos años después. Me pregunto la situación personal y psíquica del padre durante este tiempo de dos años que ha pasado como procesado. Porque estarlo ya es un castigo en sí mismo.
Y me pregunto qué tipo de sociedad estamos organizando cuando la niña no es que denunciase a su padre en un momento de alteración, sino que ejerce la acusación particular mediante la defensa con abogado propio. ¿Es normal? ¿No habría que examinar el papel de la madre?
Y hay que cuestionarse qué es lo que se hubiese esperado jurídica y socialmente ¿qué con trece años hubiese dejado a su hija borracha a medianoche en una plaza pública? ¿El padre hubiese tenido que mirar hacia otro lado?
Qué difícil lo tienen los padres cuando con un desmedido afán protector buenista del Estado, casi en ocasiones da la impresión de que se presume la maldad de los padres, que como en este caso, se ven en un marrón sin comerlo ni beberlo. Estamos ante un país desarmado moralmente en el que los padres no tienen el más mínimo apoyo social para ejercer su labor educativa, que implica, como cualquier psicólogo reconoce, el establecimiento de criterios de comportamiento, la imposición de criterios de autoridad y el señalamiento de límites a los menores.
País en el que se cumplen las normas según le da a quien tiene que aplicarla y en el que los padres y profesores se encuentran inermes legal y moralmente para ejercer su ineludible labor. Cuando cualquier día se pueden leer noticias (ejemplo 16/11/09 en ABC) de agresiones de alumnos a profesores sin más consecuencias jurídicas que la expulsión del Instituto de quince días del chaval sin que se conozca que el Fiscal de menores haya hecho nada. O la noticia de Telecinco de 31/10/2006 cuando se titula “Un joven golpea a un profesor en Valencia y otra alumna lo graba con su móvil”. O que una madre esté 38 meses sin ver a su hija de diez años por haber sido condenada a nueve meses de prisión y un año y 9 meses de incomunicación con su hija por haberle propinado una bofetada y un empujón el 4 de septiembre de 2005 en el ascensor de su domicilio” y las dilaciones judiciales le han impedido hasta ahora declarar extinguida la pena (ADN de 19/11/2008). Que les pregunten a los profesores qué armas les otorga la legislación educativa tienen para defender al resto de alumnos y a sí mismo ante la presencia de un gamberro que boicotea la clase.
Es evidente que los menores deben ser protegidos; pero no lo es menos que hay que hacer una recta aplicación de las normas que implica el uso de la razón y del sentido común y constatar que a los padres no se les examina para ser padres y se les da un carnet como cuando se aprende a conducir. Y que, sin ejercer violencia, deben existir mecanismos de establecimiento de disciplina por parte de padres y profesores, en beneficio de los propios menores, que si en su proceso de crecimiento no encuentran límites en sus acciones sin duda no dispondrán de una educación adecuada que a la larga les perjudicará gravemente.
«La disciplina en favor de los menores» e incluso la propia «protección de los menores», tiene unos límites legales que no podemos olvidar y que no son otros que los derechos fundamentales del menor, muy similares a los de cualquier ciudadano.Es dificil sostener que se está «protegiendo a un menor», cuando se le están vulnerando derechos fundamentales, como la integridad física o la libertad personal y la «preocupación de un padre» no sirve como justificación, para violar un derecho fundamental. Hay que tener en cuenta que en nuestro Ordenamiento Jurídico tiene supremacia el interés del menor y que este tiene derecho a ser oído (véase el artículo 9 de la Ley Orgánica 1/1996 de 15 de enero). ¿Qué pensaríamos de un padre que impusiera a su hija menor «la disciplina y la protección» de llevar un velo contra su voluntad y/o la ablación del clítoris?
Estoy de acuerdo con el comentario del Sr. Pérez Sarrión. Evidentemente, los derechos del menor deben ser salvaguardados, pero la responsabilidad y la actuación racional de los padres, como era el caso, deben ser protegidas social y jurídicamente. En cuanto a la actuación del miisterio fiscal en ese asunto, no merece ni un comentario.
Eso de que los padres actúan racionalmente con sus hijos, en casos como este, no me lo acabo de tragar. En asuntos de moral, drogas y sexo, muchos padres españoles se dirigen hacia sus hijos bajo el dominio de taras religiosas y pasiones primitivas. ¿Que quería proteger ese padre?
Si es la salud de su hija ¿La sacaría por la fuerza de un restaurante donde hubiera gente fumando? o ¿La quitaría por la fuerza un bollo industrial que se va a zampar? o ¿Se liaría a mamporros con los conductores que la echen el humo de sus vehículos al pasar?. ¿No será esto un asunto freudiano de celos encubiertos o la animalesca, machista y capitalista visión de las mujeres como territorio vedado y propiedad privada, en ocasiones de lujo, con un valor comercial que se deprecia con la edad y por determinados usos?. En fin, muchas preguntas y poca reflexión en este Blog. Pero un aviso para navegantes biempensantes que se quieran instalar en la supuestamente responsable «corrección política»: allá donde se aumente la represión, aumentará el libertinaje, por compensación; y termino con 2 ejemplos para ilustrar lo afirmado, aunque podría citar muchos otros (en materia de drogas, por ejemplo): 1) 40 años de censura franquista dieron como resultado la explosión del casposo y patético «destape» que se prolongó después con una ola de pornografía masiva 2) La mortificación de la ultracatólica Irlanda, nos ofrece como fruto los abusos a gran escala cometidos por sacerdotes que sobrepasan la mera pedofilia o paidofilia (amor por los niños), para entrar en lo calificado como delictivo y criminal.
Desde mi modesta opinión y respetando todos estos planteamientos, me da la impresión que a toda costa se tratan de justificar en cuestiones religiosas o instintos animales, comportamientos en los que debe primar el interés del menor por encima de todo pero no olvidar la responsabilidad de los padres por sus acciones.
Efectivamente educadores y tutores no tienen instrumentos adaptados a las nuevas realidades sociales para ejercer su función.
Pertenezco a una generación que ha nacido en una sociedad democrática y libre y que observa cómo el sistema represivo anterior ha dado a la sociedad unos gobernantes que a toda costa elimina aquello que huela al antiguo régimen.
Se parte de la presunción de culpabilidad de un padre, lo cual es un absurdo, se insinúa que puedan ser cuestiones machistas o religiosas; sigo sin dar crédito.
De acuerdo con tu primer párrafo, pero no sé a que instrumentos te refieres en el segundo.
Enhorabuena por haber nacido en un País anglosajón o nórdico, me das envidia.
Nadie ha presumido la culpabilidad de ningún padre, pero los comportamientos que exteriorizan algunos padres delatan cosas: agresiones a profesores, autoritarismos, crímenes de «honor» contra sus hijas o malos tratos como en el caso que comentamos.
Todavía no me habéis explicado, por qué es irresponsable dejar beber a una menor en una fiesta y por qué es responsable hacerla daño en una zona tan delicada como las áxilas o permitir que vea 3 horas diarias de TV-basura o lea libros-basura o pertenezca a una Religión-basura o ingiera por comida, trozos de cadáveres asesinados.
Tampoco ha respondido nadie a las 5 preguntas que hice dentro de un comentario anterior. ¿Por qué será?
No te quepa duda que la ideología, la religión y los instintos influyen en el comportamiento humano y están detrás de nuestras costumbres.
Francisco, sin afán de polemizar te puedo indicar que el sentido de la afirmación es que sí que el Fiscal ha presumido la culpabilidad del padre en este caso, de hecho le ha acusado. Y eso es para mí lo grave.
Los argumentos que expones es coger el rábano por las hojas o dicho de otra forma, ir a lo anecdótico. Claro que es obligación del padre velar por la salud de su hija y por su educación. Y si ésta sufre una intoxicación etílica a las doce de la corcha con trece años, para mí no sólo es lícito llevársela a casa, es una obligación. ¿O qué dice el Código Civil, la declaración de los Derechos del Niño y la normativa sobre menores? Por supuesto que está por encima de todo el interés del menor, pero en este caso el menor: a) Tiene trece años con lo que probablemente aun no tiene cierto grado de discernimiento. Y b) Tiene mermadas sus facultades psíquicas al estar intoxicada.
Cualquier intento de argumentación / justificación que impida al padre actuar en beneficio de su hija en definitiva, me parece que es demagogia o pasarse de progre o querer creer que deberíamos estar en una especie de sociedad ácrata y en una arcadia feliz. Claro que existen muchos peligros en la sociedad, pero algunos hay que asumirlos porque vivir ya es en sí un riesgo. Pero otros no. Y, por supuesto, hay que tener capacidad de raciocinio suficiente, cosa que la niña no tenía, evidentemente.
Definitivamente, no obstante, se puede argumentar como se quiera, pero en un simple ejercicio de empatía, hay que ponerse en lugar del padre y pensar qué habría hecho uno en su caso. Yo, desde luego, estoy con él. O qué suerte tienen quienes no tienen hijos adolescentes que generan continuamente problemas de convivencia. Estoy seguro que no habría ningún padre que hubiese actuado de otra forma, sea comunista, anarquista, socialista, de fuerza nueva o del partido checheno independentista. Al fin y al cabo la protección de los niños por sus progenitores es un asunto antropológico.
Me parece un argumento insostenible y que no tiene nada que ver con el asunto mezclar el tema con problemas ideológicos o religiosos.
Interpretar el tema desde le punto de vista freudiano y hablar de machismo, celos encubiertos, corrección política o no, consecuencia de censura franquista o abusos a gran escala cometidos por sacerdotes irlandeses, está bien como digresión o divertimento pero me parece absurdo y es desviar la atención de lo que simplemente induce la lógica.
En cualquier caso, gracias por tus siempre afilados comentarios.
Una niña se embotellona, el padre la saca del botellón, la niña denuncia al padre, y el señor Fco nos cuenta no sé qué del machismo universal (¿cósmico?), de Franco y de curas irlandeses pederastas.
Sugiero un siguiente ejercicio:Construir un texto de un mínimo de 1.600 palabras de manera que parezca coherente, utilizando las palabras ¨Valladolid¨y ¨Pisuerga¨un mínimo de 15 veces.
Disculpen mi ironía pero es que me ha sorprendido y no gratamente la exposición del señor Francisco. Por lo demás no soy jurista; nada puedo aportar desde un punto de vista legalista. El punto de vista ético lo tengo muy claro.
Hace falta ser muy necio, Francisco González Benito, para no ver que una NI
Hola Ignacio.
Nadie niega que un padre tenga obligación de velar por la salud de una hija menor, pero la forma en que vela, puede aparecer llena de contradicciones, como he puesto de relieve con mis comentarios. Lo mismo cabe decir de la educación.
Lo que es beneficioso para una persona, es difícil de determinar en ocasiones, para ella misma; no digamos si lo determinan otros.
Cuando afirmas estar seguro de que no hay padres capaces de actuar de otra forma, creo que has caido sin querer, en el etnocentrismo. Ten en cuenta que hay zonas del Mundo en que las niñas a los 13 años ya son madres. También hay comunidades en Oceanía, donde la iniciación sexual tiene lugar antes de dicha edad y las costumbres en cuanto a promiscuidad y uso de drogas, pueden ser radicalmente distintas a las occidentales (en caso de que estas últimas fueran homogéneas).
Calificar o descalificar como insostenible y absurdo un argumento, puede valer cuando se aporten razones para ello. Por otra parte, a veces consideramos como razonable y lógico, lo que tiene por costumbre hacer nuestro grupo social de referencia. Lo razonable y lo lógico no se rige sin embargo, por la regla de la mayoría, ni por la regla de la proximidad.
También conocemos desde Freud, que en el hombre anidan fuerzas irracionales que llegan a tomar las riendas del individuo e incluso a ordenarle, por ejemplo, que «racionalice» lo que le gusta o lo que necesita, por ilógico que sea.
En lo demás (como lo del Fiscal), estoy de acuerdo contigo y acepto tu explicación.
Un saludo.
Ud. se sorprende, pero no entra en el debate de ninguna cosa de las que yo he puesto. Si realmente Ud. tiene un punto de vista ético (y no el de una determinada moral sectaria) y lo tiene muy claro, lo menos que puede hacer es aportarlo en el coloquio, porque algunos estaremos encantados de conocerlo; especialmente los que amamos la objetividad, la verdad y la sabiduría.
Hace falta ser muy necio, para llamar necios a otros, cuando alguien no es capaz ni de escribir su nombre correctamente y en cambio sataniza «el botellón» que es un disparate similar a satanizar una piedra, que igual sirve para golpear a alguien que para tapar un hoyo.
Yo tenía la intención de provocar polémica con mis comentarios, porque una Democracia requiere que no haya ningún tema considerado tabú y en España sigue habiendo unos cuantos. La prueba la tenemos aquí mismo: la gente reacciona con el escándalo, la descalificación, la desaprobación, la condena y el insulto, pero no rebate, ni razona. La población española recocida durante siglos en las tinieblas de la Teología, solo es capaz de decir «amén» o de anatemizar.
De todas formas, agradezco su participación a las personas que se han atrevido a entrar en el coloquio de un asunto tan «censurable» que aparece lleno de silencios, mentiras y podredumbre moral.
Francisco, espero que no te refieras a mi último comentario a propósito de tu intervención y que se dirija a otro de los intervinientes. Realmente este último comentario que has hecho queda tan inconcreto y ambiguo que no sé muy bien a quién ni a qué se refiere. Por supuesto, observarás en mi última frase, agradecí tu intervención pese a discrepar de tus planteamientos. No es muy oportuno clasificar de forma similar categorías dispares. Si te refieres a mi opinión, por supuesto que estoy en contra del botellón. El botellón representa valores nefastos que suponen un intento de escapar de la realidad a base de la ingesta de productos que alteran la conciencia, y precisamente se hace para ello. Si eso te parece bien, a mí no. Aunque ya sé que autores alternativos como Carlos Castaneda apostaban por
Me pide que rebata sus dispersos argumentos desde una perspectiva ética y alude a que puede que sea ¨moralmente sectaria¨. Pide usted imposibles mi difuso amigo: es imposible debatir con quien no esta dispuesto a concretar la discusión. Si le digo que en el contexto y en el momento histórico (razones antropológicas) una niña embotellonada es éticamente reprobable, usted me saldrá con que las tribus de Naidesabestán practican el incesto y lo que es bueno para unos es bueno para todos. ¿Quién es moralmente sectario? ¿Quién desentierra a francos muertos hace casi 40 años para juzgar un hecho muy concreto del presente actual no es un sectario de 3 pares? ¿Quién tiene al muy revisable Freud por profeta (las mujeres aún se están riendo con su negación del orgasmo clitoridiano) no es sectario?
No es que no quiera debatir y recurra al ad hominem, es que no me deja usted otro remedio. Si se centra en la discusión y no se me va por los cerros de Ubeda con flipadas relativistas, le prometo que cuando tenga ratos seguiré con más coherencia este debate. Pero le exijo coherencia a usted y que no lance balones a la estratosfera, que discusiones terrenales acepto, de las otras no.
Gracias en cualquier caso por dar su difusa opinión.
Mi último comentario iba referido sobre todo, a lo que había puesto un tal «jose», aunque también a lo de otros 3 comentaristas; pero te repito que la razón no depende de la regla de la mayoría; eso supondría dársela, por ejemplo, a los millones de alemanes que votaron para el gobierno a Hitler, en elecciones libres.
Yo no me he manifestado a favor de que se tomen drogas, ni a favor de que las tomen los niños. Pero cada cual debe ser libre de tomar lo que quiera, si no perjudica a otros y hay que respetar la capacidad de decisión de una persona, desde el momento que sea capaz de tenerla, por estar bien informada; para lo cual y como mínimo, tiene derecho legal a ser escuchada, aunque tenga 13 años o menos.
Los padres pueden ser tan poco juiciosos como los hijos y a veces los superan en descerebración, porque están más deteriorados en muchas de sus facultades para la vida sana, en sentido amplio.
¿Te has planteado que muchos adolescentes pueden estar tomando determinadas sustancias precisamente, solo por el hecho de que están mal vistas, prohibidas, falsamente calificadas como nocivas o satanizadas por viejos hipócritas, con los cuales quieren marcar distancias a toda costa?
Llegué aquí porque un amigo me pasó el enlace. Si como parece, este es un foro para debatir desde una perspectiva legalista, no es mi intención desviar el objetivo del foro y aportaciones legalistas no puedo hacer por desconocimiento, y pasaré a retirarme. Tampoco me pierdo nada porque discusiones sobre el relativismo ético y el ¨todo vale si me lo pide el cuerpo¨ las tengo a diario.
Gracias.
En vez descalificar y marcharme por las ramas, yo le voy a contar algo sobre el relativismo del que me acusa y ya que quiere una discusión concreta y centrada, según dice, le voy a poner un ejemplo: Hay padres que tienen una «moral» para sus hijas y otra «moral» para las de los demás. La que tienen para sus hijas es la que nos cuentan y con la que se presentan en Sociedad. Luego tienen otra «moral» para las que no son sus hijas y cuando no les ve según quien, la cual viene a coincidir más con otra «moral» que tienen: la que no cuentan ni difunden y queda de piel para adentro.
Yo no tengo profetas, pero prefiero leer la obra de un pensador universal de los más importantes de la Historia de la Humanidad, por revisable que sea su obra, que tratar con gente que confunde moral y ética, y califica como revisable a un muerto. Con un poco de orden previo en la cabeza, no vería Ud. tanta dispersión y difusión en los demás.
Entre de una vez al grano, si quiere debatir, en vez de ridiculizar al que piensa, y diga: donde está lo malo que pide el cuerpo y por qué es malo lo que pide. Y luego nos explica también si puede, por qué es moral negar al cuerpo lo que pide y por qué es mejor el absolutismo moral que Ud. defiende, en que consiste y para quien es mejor.
1) Ud. insulta, pero no explica por qué una niña o una mujer de 13 años no debe estar en un «botellón».
2) Ud. reparte aprobados y suspensos entre jueces y fiscales, pero sin dar motivación alguna, contrariamente a lo que suelen hacer ellos, los cuales tienen la obligación de aplicar las leyes, en primer lugar, y no el «sentido común».
3) La autoridad paterna no se construye cometiendo crímenes, ni delitos, ni violaciones de los derechos humanos; y la construida sobre tales bases, mejor que se acabe.
4) Un Estado Totalitario «al servicio del mal», no es el aquel que protege los derechos individuales de todos los individuos (sean menores o mayores, padres o hijos), sino aquel que invade todas las esferas de la vida social e incluso individual, con una determinada ideología obligatoria, como por ejemplo: la de un partido fascista y católico.
5) Yo también tengo que leer a veces sandeces (como que he desenterrado a «Francos») y encima tengo que contestarlas gratis, para que no prolifere la insensatez y la estulticia.
Cómo se nota que en España siempre hubo dentro de la Enseñanza, una asignatura de religión (católica) y nunca hubo una asignatura que fuera debate (al contrario que en el sistema educativo de EEUU). Pero eso nunca indignó a los «santos» padres españoles que yo sepa,tan preocupados con crucifijos y botellones, como alérgicos y despreciativos con la busqueda de la verdad.
El señor Fco. González, además de no centrar el debate, se vuelve a ir por las ramas y acaba legitimando ¨lo que pida el cuerpo¨ porque, si el cuerpo lo pide, no puede ser malo.
Comprenderán que hasta aquí llega mi paciencia: el asesinato, la violación, la pederastia, si ¨el cuerpo se lo pide¨a alguien, no pueden ser colectivamente calificados como ¨buenos¨. O dicho de otra manera, las apetencias individuales del señor González, no pueden ir contra los intereses colectivos como especie.
Poner de ejemplo a los padres puteros de menores es sencillamente repugnante. El señor González toma las excepciones como norma para hacer un todo feo: todos los padres son puteros, todos los curas son pederastas, todas las reglas son restrictivas… Quizás la fealdad la tenga él en su cabeza.
Ha vencido usted, señor González, duerma de un tirón.
1)El cuerpo es lo más inteligente que tenemos y además es lo único, porque ahí está todo, incluyendo la mente y el alma. Las restricciones a lo que nos pida, que vengan bien explicitadas y bien razonadas de una en una, porque cualquier cuerpo, sabe mucho más que nosotros,incluso sobre los intereses colectivos de la especie humana.
2) Si Pep se quiere dedicar al tremendismo, al feísmo, a lo goyesco y a la demagogia, con lo que yo no he dicho, que no me meta por el medio.
Mire Ud. yo a mis hijos les daría libertad de elección y les informaría de que dentro de nuestro propio cuerpo hay «drogas» internas con efectos similares a las opiáceas (endorfinas, feromónas, etc.) más baratas, sanas y seguras que otras externas y que se liberan por ejemplo: con el ejercicio físico de calidad, haciendo el amor con arte o cuando una persona individual consigue los mayores logros o hallazgos intelectuales (como la Teoría de la Relatividad).
3) El Ministerio Fiscal tiene la obligación legal de actuar en defensa de los menores y en un Estado de Derecho, los derechos fundamentales de todas las personas de cualquier edad, se imponen por encima de cualesquiera otros intereses, incluyendo aquí el sentir mayoritario de los padres y el de la sociedad.
4) Quien quiera peleas en materia de drogas que se meta con un traficante llamado Estado que las subvenciona con dinero público y tiene por ejemplo el monopolio en la venta del tabaco, el cual contiene unas 4.000 sustancias nocivas y probadamente dañinas para la salud, con las cuales las autoridades españolas todavía permiten que se agreda a quien no quiere ser agredido (véanse las zonas abiertas para fumadores en importantes Aeropuertos españoles).
5) El fenómeno del «Botellón», como la «Movida», son cosas «Tipycal Spanish». Me sorprendió enterarme de que en Francia por ejemplo, no existe el «Botellón» y ni siquiera existe tal palabra, ni otra parecida. ¿Por qué los españoles necesitan esta clase de parafernalias y no se comportan y relacionan de una manera un poco más natural, normalizada, civilizada y europea?
6) La represión y la moralina sobre los hijos adolescentes, producen efectos contraproducentes, sobre todo cuando se hacen desde la ignorancia y el miedo. No digamos ya, si se hacen desde la doble moral, la hipocresía y el fariseísmo.
7)No hay que dar por supuesto que unos jovenes sanos y vitales se están equivocando y unos viejos decrépitos, decadentes, podridos y corruptos, llevan toda la razón y son muy sensatos. La conducta de un adolescente puede ser muy sabia, sin que tenga consciencia de ello, porque su cuerpo es un fruto muy perfeccionado de una larguísima evolución humana y sus genes le dicen inteligentemente como actuar, sin necesidad de sermones; y porque muchos adolescentes pueden estar siguiendo las 3 Leyes de la termodinámica, en términos vulgares, a saber: a) No podemos ganar b) Estamos seguros de perder (como individuos) c) No podemos escapar del juego (por la muerte individual).
8) Resulta curioso que en países como Alemania, Francia, Canadá o EEUU, a los padres que vivieron la Contracultura, el Movimiento Hippie, el «Flower Power», el Mayo del 68, el Amor Libre, etc, los hijos adolescentes les hayan salido algo más convencionales y conservadores en materia de relaciones, drogas, alimentación, etc. Tomen nota de la lección, porque quizá el problema está en los padres y no en los hijos. Si los adolescentes españoles no tuvieran unos padres tan zafios, retrasados anacrónicos, ultravaticanos e incultos que se atreven incluso a cuestionar la obra de grandes pensadores universales como Freud o Darwin, tal vez los hijos tendrían una conducta más moderada y menos extremada.
9)Los 20 comentarios que por ahora veo más arriba y el encono percibido en muchos de ellos, nos revelan que estamos ante uno de los temas tabú en España, ese país que algunos presumen «moderno», pero donde resulta «impensable» por ejemplo, la existencia de un partido político pedófilo como en Holanda o un movimiento animalista, como en Alemania, con más de 800.000 miembros, un número superior al que tiene cualquier partido político germano.
Una prueba más de que nos hayamos ante un tabú, es que todavía no he consguido publicar en ninguna parte, desde hace años, por censura solapada o abierta, un estudio sobre menores, Botellón, sitios de «marcha» y cuestiones colaterales, pese tratarse de un artículo ensayístico de carácter jurídico y referirse a un tema que lleva de actualidad mucho tiempo.
10)Para finalizar, me permito recomendarles una película muy original de los años 60, titulada «Encuesta sobre el Amor». En ella, el propio Pier Paolo Pasolini entrevista a personas de todas clases, edades y condiciones, obteniendo respuestas variopintas sobre diversas cuestiones (conservadoras, progresistas, simpáticas, pesimistas, escépticas, etc.). Quizá Uds. puedan aprender algo con ellas, acerca de la sociedad en que viven y acerca de Uds. mismos. Pero de entre todas ellas, tanto para el Director de Cine como para mí, hay una que destaca por su lucidez conmovedora y estremecedora, precisamente la que dio una niña calabresa de unos 13 A
Los que tenéis una visión «Disney» de la sociedad y de los niños, no podéis evitar una verdad científica como que el sexo acompaña al ser humano desde la cuna hasta la tumba y que no solo está presente en los niños más pequeños, sino que también se han descubierto prácticas cuasi-masturbatorias en los fetos. La verdad no es fea ni repugnante, lo son las quimeras en las que viven Uds. en las que siempre hay una minoría de «malos» (puteros, pederastas, etc.) y siempre una «mayoría moral de buenos», en la que curiosamente siempre están metidos Uds. cuando hablan o escriben para los demás. Pero eso no es así, cuando dejen de poner bazofia en sus escritos y se instruyan un poco, leyendo por ejemplo: «El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr.Hyde» de Stevenson, igual se dan cuenta de una prostituta vez de que tanto el «bien» como el «mal», están dentro de todos y de cada uno de los seres humanos y que parafraseando a Socrates, podemos decir que llamamos «malos» a los que se atreven a hacer las cosas que desean y quieren hacer los «buenos» sin atreverse a ello.
La última cita se hace a partir de una frase similar atribuida a Platón, ya que Socrates no dejó ninguna obra escrita y solo existen fuentes secundarias (lo escrito por Jenofonte, Aristóteles o el propio Platón, por ejemplo), como vía para conocer su pensamiento.
Para los que me habéis acusado de inconcreto, descentrado, difuso, disperso, etc; he seleccionado de todos vuestros comentarios anteriores, lo más consistente que he podido encontrar, como defensa para el padre y lo voy a contestar específicamente:
«a) Tiene trece años con lo que probablemente aún no tiene cierto grado de discernimiento.»
Eso se puede decir también de la mayor parte de la población mundial de todas las edades y no solo de la gente de 13 años. Pero con eso no justificamos que se cometan malos tratos, ni vulneraciónes de derechos humanos contra casi toda la humanidad, por su falta de discernimiento que muchas veces supera «cierto grado».
«b) Tiene mermadas sus facultades psíquicas al estar intoxicada.»
Eso se puede decir igualmente de la mayor parte de la población mundial, sin necesidad de que se encuentre intóxicada por alcohol, basta con su integración en grupos familiares, nacionales, religiosos, etc. Porque como bien advirtió Nietzsche, la demencia en el individuo aislado es extremadamente rara, pero en grupos sociales, religiosos, políticos, etc. es la regla general.