Los vecinos de mi pueblo están en contra del déficit público

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Los vecinos de mi pueblo están en contra del déficit públicoLos vecinos de mi pueblo son unos apasionados de la cultura. Cuando vieron que el pueblo vecino se planteaba la construcción de una casa de la cultura, se apresuraron a pedir (exigir) al Ayuntamiento que no consintiera ese agravio y que dotara al pueblo de una Casa de la Cultura en condiciones. Cuando el Ayuntamiento asumió el proyecto, los vecinos de mi pueblo manifestaron a los políticos municipales que no podían conformarse con una Casa de la Cultura al uso, en la que “sólo” se pudieran realizar charlas, conferencias y algún espectáculo. Los vecinos de mi pueblo necesitaban algo más y pidieron (exigieron) que la Casa de la Cultura tuviera un auditorio donde poder representarse obras de teatro, conciertos… Además circulaba el rumor de que el pueblo vecino proyectaba el auditorio en su Casa de la Cultura con una capacidad para 200 personas. Los gobernantes de mi pueblo lo tuvieron claro: el auditorio de la Casa de la Cultura de nuestro pueblo tendría un aforo de 300 personas. Lo que ni los vecinos de mi pueblo ni los gobernantes de mi pueblo se habían planteado es que la apertura de la Casa de la Cultura implicaba la asunción de innumerables gastos: luz, limpieza, mantenimiento……..y personal (lógicamente alguien tendría que estar al cargo de las instalaciones). Cuando ya estuvo en marcha todo esto, alguien compartió en voz alta una reflexión: habría que darle vida a ese auditorio y empezar a programar las actuaciones y los espectáculos a realizar. Y ahí los vecinos de mi pueblo enarbolaron de inmediato la bandera de la cultura y pidieron (exigieron) a los dirigentes de mi pueblo que no se podían conformar con obras de teatro amateur sino que se tenía que aspirar a algo más. De esta manera empezaron a actuar en el auditorio de mi pueblo las mismas compañías profesionales que actuaban en la capital de mi provincia. La única diferencia era que en la capital de mi provincia los espectadores pagaban 20 euros por la entrada mientras que los vecinos de mi pueblo pagaban sólo 3 euros por ver la misma actuación (no se podía poner un precio superior porque eso sería todo un atentado contra la cultura)

Los vecinos de mi pueblo son también unos defensores universales de la educación de nuestros niños desde bien pequeños. De hecho la guardería de mi pueblo es la que más éxito tiene en toda la comarca. Por supuesto los padres de los niños de mi pueblo son los que menos pagan por este servicio en toda la comarca. Un mal día, alguien en mi pueblo calculó los gastos de esa guardería. Incluyó todos los gastos de material, suministro eléctrico, teléfono, calefacción……..y personal. Se le ocurrió luego dividir esa cifra resultante entre los usuarios del servicio. Repitió varias veces la operación porque no daba crédito al resultado que obtenía: con lo que pagaban los padres no se cubría ni la cuarta parte de los costes del servicio. Y no hace falta que recuerde que los vecinos de mi pueblo no se les podía subir el precio de la guardería porque con la educación no se juega.

Los vecinos de mi pueblo se desviven por la protección del medio ambiente. Gracias a ellos, mi pueblo es pionero en medidas a favor de la naturaleza. De hecho mi pueblo fue de los primeros en implantar la recogida selectiva de los residuos. Alguien que se aburría empezó a hacer números y le entraron escalofríos al comprobar el coste que para el Ayuntamiento suponía este servicio básico. Este amargado de la vida cogió un recibo de la tasa de basura que le giraba cada año el Ayuntamiento y comprobó que lo que pagaban los vecinos de mi pueblo no cubría ni la mitad de los que costaba el servicio. Y no hace falta que recuerde que a los vecinos de mi pueblo no se les podía subir tasa de basura porque con los servicios esenciales y con el medio ambiente no se juega.

Quiero destacar también la tradición deportiva de mi pueblo. Esta tradición es la que ha llevado a los vecinos de mi pueblo a pedir (exigir) a los dirigentes de mi pueblo las mejores instalaciones. Ahora podemos mostrar orgullosos a nuestros visitantes toda una piscina cubierta que es la envidia de toda la comarca. Los vecinos de mi pueblo pueden bañarse en una piscina pública aunque esté nevando en el exterior. Nadie ha querido amargar a los vecinos de mi pueblo con cifras sobre lo mucho que cuesta mantener esa instalación con productos, limpieza, luz, reparaciones…….y personal. Evidentemente los usuarios de la piscina pagan cifras irrisorias por este servicio. No exagero si afirmo que pagan la décima parte de lo que pagan en la capital de la comarca por acceder a una piscina cubierta en un gimnasio privado. Pero ningún inconsciente se ha planteado incrementar los precios de los abonos que pagan los usuarios. Y no hace falta que recuerde que a los vecinos de mi pueblo no se les podía subir ese abono porque con el deporte y la salud no se juega.

Los vecinos de mi pueblo piden (exigen) cada año que se mantengan con firmeza otras tradiciones como los festejos de las fiestas patronales. No se puede consentir que se pierdan las costumbres arraigadas y por ello se ha de contratar los mejores “bous al carrer” y las mejores orquestas (nunca por debajo de los que hacen los pueblos vecinos). Nadie para a pensar (eso faltaba) el coste que todo ello comporta. Nadie piensa que ello supone también tener que asumir más gastos de personal (lógicamente en todos esos eventos han de dotarse de un dispositivo de seguridad, con abono de horas extras a la policía y resto de personal….)

Los vecinos de mi pueblo siguen atentamente las noticias por la televisión. Ahora sólo se comentan las noticias relacionadas con la economía. Con todos los acontecimientos que se han ido sucediendo estos días, empieza a tomar fuerza en mi pueblo una corriente de opinión favorable a la drástica reducción del déficit de las arcas municipales. Esa corriente de opinión apunta sus armas con especial crudeza contra los empleados públicos. Dicen que los gastos de personal son excesivos.

No me atrevo a contradecir a los vecinos de mi pueblo porque son eso, mis vecinos. Pero alguien les tendría que explicar que quienes pedían la mejor Casa de la Cultura con las mejores actuaciones y todo ello cobrándoles a ellos un precio irrisorio muy por debajo de su coste, no puede sostener ahora que los gastos de personal son los únicos que llevan al déficit.

Alguien les tendría que explicar a los vecinos de mi pueblo que quienes piden (exigen) que los padres de la guardería municipal paguen por el servicio un precio muy por debajo del que deberían abonar para sufragar su coste, no pueden sostener ahora que los gastos de personal son los únicos que llevan al déficit.

Alguien les tendría que explicar a los vecinos de mi pueblo que quienes piden (exigen) que no se suba la tasa de basura pese a que los gastos en esta materia se han incrementado para el Ayuntamiento en más de un trescientos por cien, no pueden sostener ahora que los gastos de personal son los únicos que llevan al déficit.

Alguien les tendría que explicar a los vecinos de mi pueblo que quienes pedían  (exigían) que la piscina del pueblo fuera cubierta, con los mejores servicios pero pagando por los abonos anuales de piscina un precio equivalente al que en realidad deberían pagar por un solo mes de servicio, no pueden sostener ahora que los gastos de personal son los únicos que llevan al déficit.

Alguien les tendría que explicar a los vecinos de mi pueblo que quienes piden (exigen) que las fiestas de mi pueblo cuenten con las mejores orquestas, los fuegos artificiales más espectaculares y los mejores fastos de la comarca, no pueden sostener ahora que los gastos de personal son los únicos que llevan al déficit.

No sé si otros vecinos compartirán estas reflexiones que he realizado sobre mi pueblo. Quizás en el pueblo vecino suceda exactamente lo mismo. Posiblemente, salvando las distancias, en la capital de mi Provincia sucede algo similar. A otro nivel, quizá en mi Comunidad Autónoma encontramos paralelismos con  estas situaciones que suceden en mi pueblo. Soy muy osado y creo que es posible que en mi País podamos ver algo aproximado.

Me gustaría explicar a los vecinos de mi pueblo que en momentos de severas dificultades económicas las partidas de personal pueden verse afectadas, pero no solo ellas. Si en servicios básicos como la sanidad empiezan a oírse las primeras voces que dejan escapar algún comentario sobre el “copago”, en otros servicios que no son esenciales o que lo son menos (cultura, ocio, deportes..) la participación de los usuarios de los servicios en el pago del coste real de los mismos tiene que ser mucho mayor.

Alguien les tendría que explicar a los vecinos de mi pueblo que con nuestra actitud, nuestras exigencias (consentidas por los gobernantes de mi pueblo de los que hablaré otro día) todos hemos contribuido a generar el déficit público del que oyen hablar en la televisión. Alguien les tendría que explicar a los vecinos de mi pueblo que todos deberíamos contribuir a corregir el déficit público del que oyen hablar en la televisión, no sólo los empleados públicos.

9 Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo y creo que estamos de acuerdo en que esto no de ayer, viene de hace mucho. ¿Por que solamente unos pringados lo denunciaron antes y se los cargaron por ello?, ¿la sociedad recuerda y recupera a los que clamaron sobre un desarrollo coherente de los s.p.?. No no se hace, simplemente esperamos que llegue el maná y «recortamos» sueldos y personas «que molestan».

    Me gustaría decir, además, que no solo es recortar (no digo que no sea iportante) hace falta «mejorar». ¡Que palabro!. A nadie le gusta mejorar porque eso significa esforzarse, sufrir. No hay crecimiento ni sufrimiento. En la sociedad privada esto se sabe, hay mucho sacrificio diario, pero en la administración pública esto es insólito, el nivel de sufrimiento es muy escaso (en términos globales).

    Para la administración voto por: más salario, personal adecuado, gestioón adecuada de las contrataciones y esfuerzo en la mejora continua.

  2. Si, si, totalmente de acuerdo, pero los principales culpables son los mal llamados «politicos», que no saben (por ignorantes) gestionar correctamente, estamos en manos de vividores de la politica que han hecho de ella su modo de vida.

    Por cierto, en mi pueblo, todos los «politicos» no es que paguen el precio irrisorio que pagan los ciudadanos por los servicios mencionados (teatro, deportes, etc), resulta que los TIENEN TODOS, TODOS, GRATIS !!!!!.
    Eso si, a los funcionarios hay que recortarles….el sueldo.
    Saludos.

  3. Tal como yo lo veo, los vecinos de nuestro pueblo pagamos bastantes impuestos (europeos, estatales, autonómicos, locales e instrumentales) para que los servicios de prestación obligatoria (o que debieran serlo) tengan que serles cargados como tasas.
    Tal como yo lo veo, los vecinos de nuestro pueblo pagamos excesivos gastos de representación y ostentanción (hermanamientos con viajes y hoteles de 5 estrellas, comidas electoral-clientelistas, fiestas electoral-clientelistas, etc).
    Tal como yo lo veo, los vecinos de nuestro pueblo pagamos en exceso a empleados públicos (asesores, gerentes, concejales liberados, etc) que no han sido elegidos por concurrencia, capacidad, mérito y publicidad y cuyos ingresos (me niego a llamarles sueldos) son varias veces superiores a los de los funcionarios de carrera para que luego en algunos o excesivos casos se les facilite el acceso a la función pública por concurso-oposición de dudosa legalidad y de méritos nominativos o peor, al portador.
    Tal como yo lo veo, los vecinos de nuestro pueblo desearíamos unos regidores que se ajustaran a su presupuesto y respondieran personalmente con su patrimonio y el de su grupo político exactamente igual que el admnistrador de una sociedad mercantil, debiendo acreditar todos los años que han administrado con lealtad, contención en el gasto y ajustándose a los fines que justifican la actuación pública (por ejemplo que no se contratara a determinados artisdtas afectos por varias veces su caché real, incluso, que se les contratara con un límite y el que no se ajuste a dicho límite pues está fuera del mercado).
    Tal como yo lo veo, los vecinos de nuestro pueblo estamos hartos del clientelismo decimonónico que se sigue practicando, del caciquismo decimonónico que se sigue practicando (por ejemplo en urbanismo y ordenación del territorio) y de las carencias democráticas y decimonónicas que sigue teniendo nuestro sistema electoral.
    Quizás sea porque los vecinos de nuestro pueblo sequimos creyendo que en la política local debe imperar más gestión y menos retórica.
    javier

  4. Si juntamos las verdades vertidas por la articulista, con los dos últimos comentarios, tendremos una respuesta explicativa de por qué hay tanto déficit público en la Administración Local, contribuyendo al hundimiento de la economía del país, y por debajo latentes, subyacen los vicios sempiternos que aguantan el paso del tiempo: la pillería,el parasitismo,las costumbres despóticas y desvergonzadas,el paternalismo, la familiaridad amoral,la soberbia irresponsable,la altanería, el engreimiento y la prepotencia de unos gestores que no son profesionales ni honrados pero se creen hijos de dios, la inmadurez cívica de unos pardillos que tienen demasiados derechos para sus escasas virtudes y pocos deberes comunitarios, la debilidad de la sociedad civil frente al abuso de los poderes, el predominio abrumador de la chusma frente a los ciudadanos, la incapacidad para lograr el cumplimiento de las Leyes o la falta de resistencia y de rebelión frente a todo lo anterior.

  5. Muy acertada la reflexión de María Desamparados y de los compañeros que han comentado su artículo.
    A mi me gustaría añadir un pequeño comentario: entre todas las mentes pensantes que rodean a nuestros dirigentes ¿nadie se ha planteado aumentar los gastos del capítulo 1 y reducr los del 4?
    Me explico. El aumento del capítulo 1 lo centraría en incrementar la plantilla de inspectores de Hacienda para acabar de una vez por todas con la lacra de la economía sumergida de la que nadie se atreve a hablar en este país. La picaresca y el engaño se han convertido en norma común y al final el único que está mal visto es el que levanta la voz contra esta práctica corrupta.
    La reflexión respecto al capítulo 4 es otra. Tengo la sensación (algo más que una sensación, diría yo) de que este es el país de las subvenciones. Te compras una vivienda y te subvencionan. Adquieres un vehículo y obtienes una subvención. Cambias el aparato de aire acondicionado o la lavadora y la Administración te ayuda en la compra.
    Pero bueno, nuestras reflexiones de poco sirven en una sociedad en la que el funcionario público está tan desprestigiado por la opinión pública. Pronto más de uno nos saldrá en alguna tertulia o en algún artículo de opinión afirmando sin tapujos que probablemente Islero era funcionario público……

  6. Si, como decía Alfonso Guerra «Los españoles nos han votado, ahora que se callen durante 4 años» ¿Por qué no gestionan los pocos dineros que tenemos en lugar de promover La República Independiente de mi Casa? En las TV locales, en lugar de montar debates en clave política, por qué no lo hacemos en clave de gestión

  7. Después de analizar los acontecimientos de estas últimas semanas , y en especial de la escasa repercusión de la movilización de ayer , estoy seguro de que el futuro de tu pueblo será algo parecido a esto:

    Los funcionarios de tu pueblo perderán sus pagas extras en el segundo ajuste que realice el gobierno. En el tercer ajuste desaparecerá el Ayuntamiento y el gobierno municipal se ejercerá por algún tipo de mancomunidad o comarca de manera que se amortizarán muchas plazas de empleados públicos de tu pueblo.

    Pero como los que nos dedicamos a esto sabemos, con esas medidas apenas se reducirá el déficit público porque se continuarán dando todas las situaciones que muy bien expone esta articulista (además de otras muchas corruptelas)

    No soy pesimista por naturaleza (y mucho menos catastrofista) ,pero a finales del año pasado el SR Emilio Botín se burlaba de los que comparaban la situación de Grecia con la de España. Quiso hacerse el gracioso y dijo que aquello era como comparar al Real Madrid con el Alcoyano. Pues Sr Botín, si su comparación era ésa, o el Real Madrid está muy mal o el Alcoyano muy bien porque cada día el panorama de España se asemeja más al de Grecia….

  8. He vuelto a leer este magnífico artículo (creo que el mejor de este gran blog) y con la perspectiva que dan los dos años transcurridos desde su publicación creo que lo valoro mucho más aún. Cuanta aberración se ha cometido en el panorama local. Y a pesar de planes de ajustes, planes de saneamiento… ¿todavía se cometen aberraciones? Mucho me temo que sí

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