Vuelvo a la conexión entre los Ayuntamientos y la política energética. Andamos estos días debatiendo en Bruselas un plan de infraestructuras energéticas para toda Europa, conscientes de que la política energética es la columna vertebral de ese espacio político que llamamos la Unión Europea. El asunto no es nuevo porque precisamente ahora se conmemora la creación de la Comunidad europea del carbón y del acero, es decir, que “en el principio fue la energía”. Pero también es verdad que otros esfuerzos, singularmente el de la política agrícola común, desviaron la atención de estos achaques energéticos, hasta que llegó la crisis del petróleo en los años setenta …
En un seminario organizado sobre estas cuestiones que tuvo lugar en Bruselas el pasado 1 de febrero, tuve ocasión de preguntar a quien ha ostentado hasta hace poco el cargo de ministra de la Energía en Suecia acerca de las experiencias de su país en este sentido. Lo que hizo con gusto contando por lo menudo cómo los alcaldes se habían comprometido a crear sus propios espacios energéticos, recurriendo a las renovables que más a mano tuvieran para contribuir al abastecimiento de sus poblaciones.
Asimismo en otros países proliferan las experiencias sugerentes. Muy cerca de la ciudad francesa de Amiens (en la Somme), el pueblo de Montdidier (unos siete mil habitantes) desarrolla un parque eólico municipal. Se trata del primer parque público inspirado por una colectividad local. Según su alcaldesa “si los municipios se ocupan de esto, los ingresos aumentarán y se podrá reducir la factura energética”.
La forma elegida es la régie de electricidad. ¡Una régie, cuando ya creíamos que no quedaban ejemplos de esta ilustre y antigua forma de prestación de servicios locales! En realidad hay un centenar en Francia dedicadas a la electricidad. Disponen de cuatro molinos a los que han puesto el nombre de niños de la ciudad: Elisa, Helena … Cuenta con ayudas de la región y de la Unión europea. El parque producirá 19000 Mwh al año para un consumo actual de 39000 Mwh.
Al mismo tiempo se ha puesto en marcha un plan público de ahorro energético que incluye el aislamiento térmico de los colegios, la modificación del alumbrado público para reducir el consumo, la instalación de paneles fotovoltaicos en diversos edificios, una red de calor …Hay otros ejemplos en Francia: en Creutzwald (en la Lorena) donde también han recurrido a la régie, o en Issoudun (Indre) que ha constituido una sociedad de economía mixta.
Cuando evoco estas experiencias me viene a la memoria el fabianismo inglés, aquel movimiento que pusieron en marcha los esposos Webb a finales del siglo XIX en Inglaterra consiguiendo la adhesión de personajes tan interesantes (y rebeldes) como Bernard Shaw. El fabianismo estaba llamado a ejercer una grandísima influencia en la renovación del municipalismo a principios del siglo XX. En España, Antonio Maura -que no tenía nada que ver con el socialismo- lo tuvo presente en sus proyectos y de ahí brota la historia de las municipalizaciones.
Lo dejó escrito Eugenio D´Ors: en la historia lo que no es tradición, es plagio.