Esto de trabajar en un Ayuntamiento pequeño, por qué no, tiene a veces su gracia. Aquí uno es Juan Palomo yo-me-lo-guiso-yo-me-lo-como. He de decir que en mi oficina somos tres, así que es frecuente quedarse sólo dos (alguna baja, vacaciones) y si surge alguna contingencia, sólo uno.
En estos momentos en mi Corporación, estamos sólo dos, Secretario y Auxiliar, y esta mañana ha llamado una empresa que al parecer se dedica a mantener actualizada una base de datos sobre obras públicas y quiere saber si se ha adjudicado una obra que se licitó y a quién, eso deduzco al menos (ignoro en qué consiste el negocio).
He de decir que en este Ayuntamiento aunque somos pocos, eso sí, estamos tecnificados y tenemos un teléfono con cuatro líneas aunque sólo somos tres, así que es frecuente que suene el teléfono por la cuarta línea libre y no lo podamos atender porque estamos todos en las otras (luego nos dice alguien que ha llamado: qué raro, llamé a las doce y no estabáis, no contestaba nadie…lo que obliga a dar la consabida explicación del descuadre líneas-funcionarios). Bueno, pues esos teléfonos tienen una pantallita en la parte de arriba en la que sale identificado el número desde el que se llama; si tienes grabado el número, sale el nombre de la persona, lo cual tiene su utilidad porque siempre resulta sorprendente y familiar que le contestes al que llama en vez de con el "Ayuntamiento de ….. dígame…" con un cordial y directo ¿qué tal, Paco…?. Bien, a lo que iba. En ocasiones en la susodicha pantallita sale la leyenda "sin identificar". Esto quiere decir que el que llama, voluntariamente, ha ocultado su número, política de empresa, llamar sin decir quién es, nadar y guardar la ropa. Yuyu, malo, posición de prevengan. Hemos podido comprobar reiteradamente que cuando sale ese mensaje, se trata de empresas muy grandes o empresas de fines no muy claros por no decir algo turbios. La cuestión es que si sale ese mensaje, yo personalmente me pongo a la defensiva por no decir un poco impertinente, seco y arisco, y me trato de quitar la llamada cuanto antes dando el mínimo de información. He comentado el tema con colegas y les pasa lo mismo, llamada sin identificar equivale a presunción de turbidez o de mosqueo, así que quizás sería bueno que esas empresas de fines confusos o que así lo parece reconsiderasen la cuestión.
Recuerdo cuando era joven que nuestros mayores, cuando se querían quitar un marrón de encima solían utilizar la expresión "lo siento, eso no es de mi negociado". Esta expresión probablemente provenía de cierto sector del oscuro funcionariado de la época del gobierno tecno-burócrata de la dictadura. Y es que esta mañana han llamado por teléfono (por supuesto, mensaje en pantalla: sin identificar) preguntando por el departamento de compras y enseguida he pensado que eso no es de mi negociado. La primera reacción es que te dé la risa pero te la aguantas. La segunda es enviar al que llama a freír espárragos, previo instantáneo pensamiento de Dios mío lo que hay que aguantar. Finalmente y todo en un instante, tras una rápida pero profunda inspiración, sale a flote cierto grado de profesionalidad y le dices que mire usted, esto es un Ayuntamiento pequeño y aquí no hay departamento de compras, qué deseaba. Y directamente van al grano. Evidentemente y con carácter previo me he visto en la obligación de preguntarle quién es usted porque ya se ha cuidado mucho en no decirlo. A esta pregunta se suele contestar con un ininteligible soy Sbsonvanesñld, llamo de la Empresa "bsbsbbdbgñññsv" a lo que le repreguntas ¿perdón?. Entonces el/la interlocutor/a ya vocaliza algo y a veces hasta logras entender su nombre y el nombre de la empresa.
Tengo un amigo colega que está en un Ayuntamiento en el que sólo hay Secretario y un Auxiliar, trescientos y pico habitantes y me ha contado que en ocasiones hacen risas con conversaciones parecidas a ésta: Suena el teléfono. Ayuntamiento de .. dígame. Por favor, me pone con el Departamento de Obras Públicas. Espere un momento. Tecla, botón. Tiruri… musiquilla de espera (probablemente la Quinta de Beethoven, Para Elisa o quizás el Let it be de Los Beatles. Lo coge el Secretario. Dígame. ¿El Departamento de Obras Públicas?. No, ha llamado a Rehabilitación, espere un momento por favor, le paso. Vuelta la música y la llamada al Auxiliar que cambia la voz poniéndola más grave o más aguda. La cosa se puede prolongar mucho más pasando por sucesivos departamentos virtuales. Al fin, otro pase de llamada, el último. ¿Departamento de Obras Públicas? Sí dígame. Y suelta el rollo para vender lo último de lo último en martillos picadores o baldosas con música. No, el ingeniero no está ahora pero, envíeme si lo desea un e-mail o un fax con su oferta y se lo haré llegar. De acuerdo. Adiós.
Lo malo no es esto, lo malo es cuando llama por teléfono alguien de la Comunidad Autónoma (se supone que conoce algo el territorio) a un pequeño Ayuntamiento, uno de, pongamos, doscientos habitantes y pregunta por el Departamento de Urbanismo o Estadística por poner un ejemplo. En esos momentos no sabe el Secretario (si es que ha coincidido que está ese día en ese Ayuntamiento y no en otro de la Agrupación) si tomárselo a risa o ir a buscar pañuelos nasales absorbentes para llorar a moco tendido (de risa o de pena, según).
Lo que me he reído, simplemente genial, y real!
Tremendo documento y mucho sentido del humor, que buena falta hace!
Un ratito de humor siempre es bueno. Me hubiera gustado saber donde trabajas, porque en la provincia de Soria, un Ayuntamiento con Secretario y dos auxiliares, es grande. ¡Y no te digo más! si encima tiene centralita telefónica con música. Sólo falta tener internet. Saludos.
Estos artículos son la sal del Blog: intreresantes, con gracejo y relajantes, pues ya voy estoy harto de tanta ley, tanto expediente y tanta jurisprudencia. Vamos, que de ahora en adelante pienso darles la consideración de número oculto y pasar de ellos.
Este mismo tema lo hablaba el otro día con mis amigos. Sé que no es lo mismo que te llamen al trabajo que al teléfono particular. Pero, cuando recibo una llamada de este tipo en el de casa o en el móvil, he decidido no descolgar nunca. Me niego.
La opción que propones resulta evidente , pero no se disfruta de ella , es mucho mejor coger el telefono y relajarse con el contertulio, vendedor , despues de una humoristica y planificada conversación , se le puede despedir diciendo que como no se cuenta con consignación presupuestaria, es imposible atender sus ofertas, que sin duda consideras muy interesantes.