Conocen la gran novela sobre la España burocrática: Miau (1888) de Benito Pérez Galdós. La obra se centra en un buen hombre incomprendido y quijotesco, llamado Ramón de Villaamil, cesante por uno de esos cambios de gobierno tan frecuentes en aquel tiempo. En una parte de su novela nos hace una descripción breve de cómo los compañeros de trabajo con bromas le hacen el vacío “ Al ver a Villaamil escondieron el nefando pliego, pero con hilaridad mal reprimida denunciaban la broma que traían y su objeto. Ya otras veces el infeliz cesante pudo notar que su presencia en la oficina (faltando de ella Pantoja) producía un recrudecimiento en la sempiterna chacota de aquellos holgazanes. Las reticencias, las frases ilustradas con morisquetas al verle entrar, la cómica seriedad de los saludos le revelaron aquel día que su persona y quizá su desventura motivaban impertinentes chanzas, y esta certidumbre le llegó al alma. El enredijo de ideas que se había iniciado en su mente y la irritación producida en su ánimo por tantas tribulaciones, encalabrinaban su amor propio, su carácter se agriaba, la ingénita mansedumbre trocábase en displicencia y el temple pacífico en susceptibilidad camorrista.”

El mobbing o acoso laboral son comportamientos que tienden a minar la moral de la persona acosada, haciéndole perder su autoestima y sometiéndola a un procedimiento de aislamiento que degrada la consideración personal y social de la misma.

El art. 18.1 de la Constitución Española garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

El honor, en cuanto concepto o apreciación de los demás puede tener de uno mismo, es indudable que se resienten con el acoso moral.

La persona que es víctima del mobbing no solo sufre en el interior de su psiquis dañada por el ataque acosador, sino que, también, desmerece en la consideración que los demás, el grupo social o laboral, tienen de ella.

Nuestro personaje Ramón Villaamil en aquella época no hubiera sabido ponerle nombre a su situación.

Cuando un funcionario accede a su plaza, tras demostrar su inteligencia a lo largo de las extenuantes pruebas del proceso selectivo, más bien aterriza en un planeta extraño al que debe adaptarse, llamado Planeta Administración.

Este funcionario recién llegado a la Administración no sabe qué es el mobbing laboral y por supuesto no sabe identificarlo, pero incluso los más veteranos tampoco saben identificarlo.

Las estrategias y las modalidades utilizadas para someter a la víctima a acoso laboral o mobbing son muy variadas, y la mayor parte de las veces se combinan unas con otras.

Entre las modalidades utilizadas del acosador laboral, podemos citar, a efectos meramente enunciativos las siguientes:

  •  Quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés e incluso ningún trabajo que realizar hasta que se aburra o se vaya.
  • Tu superior limita tus posibilidades de comunicación cambiándote de ubicación y separándote de tus compañeros.
  • Asignarle objetivos o proyectos con plazos que se saben inalcanzables o imposibles de cumplir y tareas que son manifiestamente inacabables en el tiempo o de contenido imposible por ser ilegal.
  • Humillar a la víctima en presencia de otras personas.
  • Sobrecargar selectivamente a la víctima con mucho trabajo.
  • Descalificación de tu trabajo.
  • No te asigna tareas.
  • Amenazar de manera continuada a la víctima o coaccionarla( por ejemplo, amenazarla con abrirle un expediente disciplinario).

El mobbing puede ser horizontal o vertical.

  •  El mobbing horizontal: es el producido entre personas del mismo estatus dentro de la empresa, es decir entre compañeros. Su repercusión sobre el individuo acosado puede incluso superar al vertical. Nos hallamos ante el supuesto, nada extraño, de que sean los propios compañeros los que aíslen o produzcan el vacío al trabajador. Los motivos pueden ser multiples y variados, normalmente tendente a marginarlo para que abandone la empresa o no sea obstáculo en los intereses profesionales del resto.
  • El mobbing vertical: Es el producido de arriba abajo entre el superior y el inferior dentro de la estructura de la empresa, en el que una persona se aprovecha de su mejor puesto en la jerarquía laboral para humillar a un trabajador para que abandone la empresa o recluirse en sí mismo, preso de su aislamiento con las graves consecuencias que ello conlleva como baja por enfermedad, afectación a la autoestima etc.

 

El mobbing laboral posse un sustrato ético esencial que se refiere a la falta de respeto y de consideración a la dignidad del trabajador.

La víctima confusa, se interroga una y otra vez acerca del porqué de sus problemas con el acosador.

Las consecuencias que producen en el afectado es una situación de aislamiento, ansiedad y alteraciones psicosomáticas con el fin primordial, aunque no exclusivo, de que termine abandonando el trabajo, produciendo un daño progresivo y continuo a su dignidad y frecuentemente a su salud.

Los grupos que pudieran llamarse de riesgo por su propensión a ser sujetos acosados son mujeres, discapacitados y personas aparentemente débiles o especialmente eficientes.

Con la reforma del Código Penal (LO 5/2010)  el mobbing es un delito, por ello mismo se considera delito la realización reiterada de “actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, supongan grave acoso a la víctima. La pena puede llegar hasta los dos años de prisión.

 A parte de la vía judicial que tienen las víctimas del acoso laboral, las Administraciones Públicas deben desarrollar estrategias y técnicas preventivas adecuadas a las características de estos riegos emergentes y posibilitar la detección precoz de estos tipos de riesgos y proponer una estrategia de intervención que mejore las condiciones de trabajo desde la concepción integral de la salud definida por la Ley de Prevención de Riesgos laborales. Deben implicarse los servicios de prevención de riesgos laborales y los representantes de los trabajadores, los primeros en la elaboración de un plan de prevención de acoso en el que se haga una definición muy clara, indicándose las conductas no tolerables y especificar el procedimiento de denuncia garantizando la privacidad de la misma y los segundos introduciendo en la negociación de los convenios colectivos listado de conductas encuadradas dentro del concepto y caracterización del acoso moral, que posibilite la detección precoz de posibles casos y la intervención sindical al respecto, incluyéndose sanción disciplinaria a aplicar en el caso de este tipo de  prácticas. Así como también, deberíamos añadir un plan de formación e información a todos los trabajadores sobre los riesgos psicosociales, enclavar a los líderes en programas formativos, articular mecanismos de presentación, acogida e integración de las personas recién incorporadas a la empresa, etc.

Desde 1888 hasta nuestros días hemos experimentado grandes cambios en las Administraciones Públicas con la introducción de las TICS, pero en las relaciones personales laborales estamos igual que en el siglo XIX y por encima de todos los avances tecnológicos está la dignidad de la persona. Las Administraciones Públicas pueden ser sancionadas por su pasividad ante un acoso laboral y están obligadas a proteger la salud de sus empleados.

El mobbing laboral por desgracia existe en las Administraciones Públicas, el cual debe ser detectado precozmente y erradicado, porque lo más importante en una Administración es la salud de las personas y de la misma manera que ponemos mucho entusiasmo en ser una Administración innovadora y eficiente debemos ponerlo en ser una Administración saludable y respetuosa con las personas, el elemento humano es lo más importante.

 

10 Comentarios

  1. Muy interesante artículo que comparto integramente, y ya se sabe en casa de herrero, cuchillo de palo, porque se comporta cuasi implacable la Administración Pública para sancionar a la empresa privada cuando se comete uno de estos atropellos, pero no duda en esconderse cuando sucede en su propia casa. Pero plantearé un caso, no hipotético, donde se riza el rizo: ¿que sucede en aquella Administración Pública llamada de Justicia, donde el presunto, y recalco, presunto acosador fuera un juez o magistrado?. Les aseguro que la cosa puede ser pero que muy complicada, y siempre presuntamente por supuesto. Un saludo y ojala las cosas algún día cambien y la salud laboral sea igual trabajes donde trabajes.

  2. Me hacen mobbing en mi Administración Local. Soy funcionaria de carrera (Auxiliar. Administrativa). Desde que me traslade a Departamento de nueva creación a principios del 2008. El mobbing es continuado. Mi jefe me mantuvo los primeros 9 meses sin trabajo, diciendome que no había, después de ese tiempo me empezó a dar sin e picar me nada. Me decía que me equivocaba, me levantaba la voz. En definitiva me humillada. El resto de compañeros que nos encontramos en el mismo despacho Ho, lo defendían.
    Tengo mucho que contar en estos más de 10 años. Lo último ocurrió ayer. Me tomé un día de asuntos propios y hoy cuando he regresado. Me ha cambiado la mesa. Mi puesto de trabajo. Aquí todos mis compañeros han adaptado sus puestos a su trabajo. Y a mi me lo adapta el. He decomentar que soy minusvalía y mis necesidades también imperan en mi puesto laboral.
    Estoy esperando ver a mi superior y decirle porque ami si y al resto no.
    Necesito que me aconsejen.
    Gracias

  3. Soy funcionario y el problema es que la forma legal de defenderse del mobbing en la administracion es de risa ya que la queja se presenta ante el jefe de personal de LA PROPIA ADMINISTRACIÓN!!!! por lo q obviamente dicha queja no sirve para nada porque los jefes de cubren entre ellos. Si un funcionario es acosado o vas al juzgado a denunciar este delito sin perder el tiempo en formalismos y te costras un buen abogado o lo más barato vas y le partes los dientes por la calle al jefe acosador si es hombre y si es mujer al novio o marido . En este país de locos por desgracia las cosas funcionan así. Es terrible decirle pero en la administracion es donde menos se respetan los derechos laborales.

  4. Es muy bueno el artículo y recomiendo por experiencia de funcionario acosado y de abogado defensor de funcionarios acodados acudir a denunciarlo a la Fiscalía o una querella criminal contra el acosador en el Juzgado,pero antes acudir al Comité de Empresa y a la Inspección de Trabajo

  5. Me sumo a las contribuciones de los compañeros de Administración. Pública, que describen de forma cristalina el acoso, con todas las letras y extensión, al que nos someten. Soy funcionaria de carrera de la Administración de Justicia donde el que hace las leyes las incumple y cómo ir contra un sistema pervertido y perverso hecho a medida de una mayoría que abusa, somete y denigra con absoluta impunidad? Un sistema hecho a medida de ejecutores y secuaces.
    Me podrían ilustrar donde acudir? Cómo denunciar? Obviando el trámite disciplinario del expediente contradictorio que da risa porque es más probable que tenga consecuencias para el que denuncia que para el denunciado.

  6. Bueno de este asunto puedo escribir mucho, en el Ayuntamiento donde estoy trabajando tenemos un Secretario-Interventor que nos denunció por mobbing a mi como Administrativo, ahora Secretario-Acctal, a la Tesorera Accidental y al Sr. Alcalde. A mi y a la otra funcionaria fue sobreseida la causa, pero sigue contra el Sr. Alcalde. Este Sr. Habilitado Nacional, casi llega a las manos en un pleno contra algunos miembros de la oposición, citó a la Calle al Tte-Alcalde y por último a mi que soy minúsvalido, además solicitaba que se le abriera expediente disciplinario a los Policías porque lo tuteaban y también metia a su perro en el Edificio del Ayuntamiento.
    Y resulta que ahora pretende ser el acosado en vez del acasador.
    Los funcionarios tenemos miedo, lo hemos puesto en conocimiento de la Dirección General de Administración Local y ni caso, también se lo traslade a CC.OO como representante sindical y más de lo mismo.
    Pero no sólo contento con su denuncia de acoso, denuncia por via penal cualquier actuación que se realiza en este Ayuntamiento.
    Se encuentra de baja médica durante más de 4 años.
    Espero que algún día se haga justicia.

  7. Soy funcionaria de carrera y mi Jefe de Servicio se dedica a pedirme cosas sin explicar lo que realmente quiere, sino que espera que yo lo adivine y si no adivino lo que piensa, me pone de tonta. No me considero tonta ni mucho menos, pero no tengo bola de cristal. Mis logros se los atribuye a otros que le caen mejor
    y luego, haga lo que haga y trabaje lo que trabaje me quita la productividad para pagarle más a otros, empezó por pagarme menos productividad que a los demás, pero ha terminado por quitarmela entera como si estuviese de baja. Para mí es humillante, es como decir que mi trabajo vale lo mismo que si no estoy, pero claro, no soy pelota ni soy de su «camarilla». Demostrar que me está haciéndo mobbing lo veo difícil y ya, otro compañero que lo intentó, se le volvió contra él y le abrieron expediente, no al acosador, sino al acosado. Al final se tuvo que ir.

  8. Soy laboral del Principado y mi problema empezó hace 6 años cuando pasé de la privada donde jamás viví lo que he vivido aquí.Empecé sin que nadie me dijera como iba nada, un montón de cosas que hacer en la mesa, alguna cosa escondida que no aparecía.Se me negó que fuera a que me dieran instrucciones y esto iba acompañado de no saludarme cuando llegaba, decir a gente por detrás que yo que iba a saber de cosas que conocía por mi carrera, dejar caer que era tonta cuando más bien había destacado por lo contrario en lo privado.Me comentaron compañeros que no les gustaba tener en ese puesto a una mujer.Al final con mucho trabajo y algún compañero vía teléfonica salí de la situación y casualmente un puesto a mi lado que nunca se cubrió fue ocupado por un chico al que el trato desde el primer día no pudo ser más diferente;halagos, metía la pata y me regañaban a mí, tratar de hacerlo destacar, decir a acompañeros que le preguntaran a él las cosas que era el que sabía etc.El chico no resultó muy espabilado y a pesar de horas en despacho con apuntes y amenazarme con que procurara que no se fuera les interesó mantenerme hasta tenerlo suficientemente aleccionado como para volver a la carga conmigo.Ahora mismo me han quitado toda la carga de trabajo pero me tratan de alabar porque aún hay algo que este chico no controla.Por supuesto, este chico aprovecha su situación y más cuando no está bien visto por su incompetencia.Al finla me planteopor un lado coger ya la baja pero por otro no quiero que vean que pueden jugar conmigo y más cuando hay un concurso de trasladas que a mí no me perjudicapero son lps peores años que he pasado en toda mi vida laboral

  9. No sabes como te entiendo, yo soy funcionaria interina y llevo 6años padeciendo mobbing.Al principio era el Director pidiendome tareas para ya recien llegada, trata dome de tonta delante de la gente, escondiéndome cosas, gritos etc.Cuando la situación parecía que mejoraba apareció de la nada un compañero que desde el principio se comportó bastante mal y por supuesto con él todo era distinto, metía la patay me lo atribuían a mí.Explicaciones que a mí no me daban y pasarle trabajos iniciados por mí.He pasado de tener una carga de trabajo infernal y salir del paso co podía a que ahora que este chico por fin de enteró después de 4 años de que van las cosas a relegarme.He oído aeste chico comentarios del tipo no sé para que te esfuerzas si no te lo van a agradecer o ya diré que no se pase contigo.Todo el mundo ve y calla y han conseguido dejarme relegada hablando mal a gente de mí y llegar a no enterarme de las cosas porque se me tapa todo.Hasta ahora he sobrevivido pero sabía que esto llegaría y ya me está pasando factura

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