Crisis Económica, Crisis de Valores y/o Crisis de Confianza

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Crisis Económica, Crisis de Valores y/o Crisis de ConfianzaEn plena vorágine de noticias e informaciones sobre la crisis económica nacional y mundial, donde se multiplican los análisis y valoraciones de sus causas y efectos por parte de economistas, políticos, asesores, periodistas y ciudadanos, en general, donde se intentan buscar soluciones de todo tipo y a toda prisa, quizá se haría preciso que nos hiciéramos algunas reflexiones sobre otro tipo de causas a tener en cuenta, con independencia de los factores macro o microeconómicos que pudieran haber influido como detonantes y desencadenantes de la referida crisis y que puedan estar influyendo decisivamente en el mantenimiento e incluso agravamiento de ésta.-

Qué duda cabe, a mi juicio, de que existe un factor o circunstancia, al que no se le ha prestado, quizá, la debida importancia, en la génesis y desarrollo de esta temible crisis económica que numerosos países, como el nuestro, estamos padeciendo y entiendo que dicho factor es el enorme déficit o falta de confianza generalizada de los ciudadanos y ciudadanas, que se ha ido larvando hacia sus instituciones, sus gobernantes, hacia sus entidades financieras, hacia sus empresas grandes, medianas y pequeñas, sus docentes, su personal sanitario, hacia sus Fuerzas y Cuerpos de seguridad, hacia sus jueces y magistrados, hacia la Administración, hacia los profesionales de cualquier ámbito o sector económico, hacia los trabajadores/as, hacia los sindicatos, hacia los inmigrantes, en definitiva, falta de confianza y recelo hacia todo y hacia todos.

Sin duda alguna, todas las civilizaciones han crecido y se han desarrollado, históricamente, sobre la sólida base de la recíproca confianza, de la buena fe, de la convicción de que los otros, de que los demás, con los que, indefectíblemente, nos relacionamos para satisfacer nuestras necesidades económicas de todo orden, cumplirán lo prometido, lo pactado.

<es sabido aquello de cuando, antiguamente, los tratos se cerraban con un simple apretón de manos, sin necesidad de contratos y escrituras y hoy, sin embargo, ni siquiera se cumplen unos y otras.>

Es verdad, qué importancia tiene para el normal desenvolvimiento económico de cualquier sociedad el mantenimiento de un nivel de confianza adecuado en nuestras potencialidades, en la profesionalidad de los demás, en la honradéz, en la creencia en los principios y valores, puesto que en un sistema económico donde únicamente prime y sea relevante la obtención de más y mayores márgenes y beneficios, más tarde o más temprano, se arraigarán y tomarán cuerpo posturas cada vez más egoístas, individualistas y faltas de solidaridad, que a la corta y a la larga, producirán efectos devastadores en el tejido social y económico, a modo de una implacable metástasis social y económica.-

Al igual que se hace con las campañas de tráfico para aumentar la seguridad vial, que tan buenos resultados están dando, es necesario que desde todas las instancias, sean éstas gubernamentales, educativas, desde los medios de comunicación social, se hagan múltiples campañas para fortalecer el nivel de confianza de los ciudadanos y ciudadanas, entre sí, a que al principio, me refería, lo que es fundamental y vital, en lugar de propagar, continuamente datos e informaciones puramente negativos, desde un punto de vista económico.

Hemos de tener en cuenta que, día tras día, muchas veces, inconscientemente, estamos inyectando mas dosis de desconfianza y la percepción de la crisis por la ciudadanía se agrava enormemente, muy por encima, incluso, de las potencialidades y realidades económicas, actualmente existentes y de los datos económicos reales.-

En otras palabras, cuando se extiende la creencia de que todo está mal o muy mal y ese mensaje se repite y magnifica una y otra vez, el temor y el miedo generalizado se extiende como una mancha imparable y ,a título de ejemplo, las entidades y empresas que estaban objetiva y demostradas como sólidas y solventes, pasan a estar en la óptica y percepción ciudadana bajo sospecha de debilidad o crisis.-       

Es evidente que es necesario introducir en el panorama económico actual importantes medidas de fortalecimiento y transparencia del tejido financiero, de estudiadas medidas de control por parte de los Gobiernos y de las máximas autoridades bancarias, nacionales y extranjeras sobre el flujo monetario y de créditos, de medidas de equilibrio entre la oferta y  la demanda en el intercambio de los distintos productos y servicios existentes en una economía cada vez mas globalizada, efectuando los ajustes necesarios, aunque no podemos olvidar que esto no basta, pues, entre todos, gobernantes y gobernados, tenemos que inyectar en la sociedad enormes dosis de confianza en nuestras potencialidades, en nuestra tierra, en nuestros recursos, en nuestros profesionales, confiemos en nosotros y confiemos en los demás, sean nacionales o extranjeros.

En definitiva, tendríamos que empezar por intentar prestar mas atención al capital humano que es el verdadero motor de impulso y desarrollo de la humanidad y de la economía nacional y mundial y, a buen seguro, que todos y todas no tardaremos en ver la luz de este largo túnel o travesía en el desierto por el que, desgraciadamente, hoy por hoy, caminamos.

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Valeriano Lavela Pérez es Secretario General en el Ayuntamiento de Fuengirola. Anteriormente fue Secretario-Interventor en los Ayuntamientos de Adamuz y Villaviciosa. Está en posesión del Diploma de Estudios Avanzados por la Universidad de Córdoba.

2 Comentarios

  1. El paradigma del Capital Humano, que lo creo el Nobel de Economia Gary Becker, ha llegado a tal extremo de laxitud que vale tanto para un roto como para un descosido. Mientras no se contabilice con precision ese activo intangible, y naturalmente, mientras no se compense explicitamente, puedes cambiar buenos deseos por nada, y tendras el mismo saldo en los bolsillos.

  2. En el día de hoy, un hombre negro ha podido alcanzar la Presidencia de EEUU por sus méritos. No voy a preguntar si en España podría llegar a suceder esto, pues se trata de un reino bananero y el pueblo ni siquiera puede elegir al Presidente de España, ni aunque sea blanco, malo, tonto, feo, católico y sentimental. Pero si me gustaría decirle al Defensor del Pueblo que en este país, por ejemplo, una persona valiosa y virtuosa no puede ni siquiera aspirar a ser Presidente de la CCAA vasca, si no es vasco (además de otras cosas), ni de la CCAA balear si es peninsular, ni de la CCAA catalana, salvo que se «amontille», se integre dentro de la mafia nacionalista y comulgue con el régimen de apartheid establecido en esa región española. Como todos sabemos, aquí aprovechamos mucho el capital humano y por eso somos la mejor Democracia y la 1ª potencia mundial.

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